The list » Jinho

52: divide y triunfarás.

Prohibido no escuchar la canción si es que quieres entender el capítulo ❤

Ambos abandonaron el cementerio en silencio.Aquél pequeño momento compartido pareció animar un poco a Jinho, aunque la preocupación no había desaparecido del todo de su rostro.

En cuanto rodearon la esquina, Hara comprendió el por qué.

—Hara, con respecto a la playlist y lo que sucedió...—Su voz sale en un pequeño hilo, tímida—Yo quería explicart...

La chica lo sorprende al pararse en seco y enfrentarlo.

—Escuché la última canción.

Jinho no sabe cómo sentirse al respecto.No cree comprender con exactitud sus palabras.

—Sé que era para mí, Jinho.

Hara casi puede ver los engranajes cayendo en su lugar en la cabeza de Jinho: a medida que finalmente procesa sus palabras, sus mejillas se colorean de un fuerte carmesí.

—¿Lo sabes?—Repite, incrédulo.

—Creo...—Ella da un paso hacía adelante—Creo que lo supe todo este tiempo.Simplemente no quería verlo.—Admite suavemente—Era más fácil fingir que no notaba la forma en la que parecían hablarme aquellas canciones, la forma en la que insistias en que las escuchara y de vez en cuando me mirabas como si esperaras alguna reacción por mi parte...

Repentinamente enmudece, percatandose de lo torpe que fue y cuán frustrante debió haber sido para él.

—Oh, Jinho...lo siento tanto.—La ternura inunda su pecho—Qué tonta fuí.Estuve celosa de Jiwoo todo este tiempo, sin saber que eran para mí.

—Por supuesto que eran para tí.—Y que acojonante y emocionante era admitirlo por fin—Yo...yo quería que notaras que existía.—Balbucea con el corazón a todo galope—Quería que me miraras y realmente me vieras.

—Pero lo hacía.—Una pequeña sonrisa aparece en los labios de ella—Fuiste ruidoso, fuiste imprudente, fuiste...fuiste todo lo necesario para que pudiera escuchar.No te diste por vencido conmigo.

Aquello jamás se le había cruzado por la cabeza.Ni una sóla vez.

—Eso es ridículo.—Jinho frunce el ceño—Jamás lo haría.Nunca me daría por vencido contigo.

Las lágrimas se agrupan en los ojos de Hara con pensar en todo lo sucedió, en todo lo que había hecho por ella en el pasado.

¿Cómo pudo no verlo?

Sus piernas se mueven casi sin su permiso, lanzándola hacía y directo entre sus brazos.Con la respiración errática, entierra su nariz en su cuello y busca su amparo en él mientras una  enorme cantidad de sentimientos la inundan.

—¿Por qué?—Susurra—¿Por qué hacer todo eso por mí?

—Porque lo merecías.Y porque tú lo hiciste primero por mí.

Está a punto de preguntarle a qué se refiere cuando ella finalmente se percata de la bufanda que envuelve su cuello, una que le parece bastante familiar.Se ve vieja, como si él la hubiera estado usando cada invierno después de aquél día...

«Fuí tan ciega...» se reprende a sí misma, incluso antes de preguntar.

—¿Esa bufanda es la que yo...? ¿La tuviste tú todo este tiempo?

Jinho simplemente asiente, dejándola unir las piezas restantes.

—Tú me devolviste un pedacito de mi abuela hace mucho tiempo con esta bufanda.No creo que comprendas lo enorme de tu gesto por aquél entonces, Hara, pero la pérdida era reciente y ella jamás pudo terminar de tejer ese invierno.—Le susurra—Estaba triste.La última vez que la ví, discutimos.Me sentía culpable por lo que le pasó.Por aquél entonces odiaba la vida.Pero un día ví ésta bufanda en mi casillero y...se sintió como una señal de mi abuela que me decía que debía empezar a sanar y perdonarme a mí mismo.Luego averigüe que fuiste tú y creo que me intrigaste desde ese preciso instante.—Hace una temblorosa pausa antes de admitir:—No creí que ningún otro regalo estuviera a la altura.Luego descubrí que regalarte mi corazón probablemente devolviera una mínima parte del favor.—Una pequeña risa se le escapa—Pero mentiría si dijera que fue la mitad de difícil de lo que fue para tí tejer ésta bufanda.Sólo necesité un viaje en el tren.Desde entonces estuve perdido.

Ella no sabe qué decir.

Cuando salió corriendo de la escuela no sabía qué haría, qué le diría.Pero ahora nada de lo que pudiera decir parece estar a la altura de lo que siente.Tiene miedo, sí.De hecho, está aterrorizada por lo incierto que es ahora mismo su futuro.Pero ya no quiere que esa clase de sentimientos sean una excusa para ser feliz.No quiere perderlo.

Kino tenía razón: ella tiene que arriesgarse y dejarse querer.Ya no puede aislarse del mundo y fingir que no existe alguien maravilloso allí afuera, haciendo todo lo posible por demostrarle que vale la pena vivir.

Y algo le dice que, sin importar cómo terminen las cosas o cuándo, ella jamás se arrepentirá de este momento.

—Jinho...

«Qué idiota...» piensa él, malentendiendo la expresión en su rostro y sintiéndose automáticamente arrepentido de haberse ido de boca.«Soné como un completo intenso y la asusté, genial...sabía que la lista era la mejor idea, ¡a la mierda Yuto y su improvisación!».

—Mira, Hara...

Todos los pensamientos y palabras  coherentes se esfuman en cuanto sus labios acarician los tuyos en un beso, dejándolo completamente estupefacto.La sorpresa es tal que ni siquiera consigue cerrar sus ojos.Los labios de Hara son torpes y tímidos sobre los suyos, siendo este probablemente su primer beso, pero su calidez y su efusión son tan propios de ella que consiguen desarmar por completo a Jinho.

Lástima que ella no lo deje reaccionar antes de tropezarse con sus palabras.

—Jinho, tú haces que me duela el corazón.—Admite rápidamente, sin respiración y con las mejillas sonrojadas mientras sostiene sus mejillas—Y creo...creo que eso no es malo.Creo que es algo bueno.Porque sentir y ser vulnerable da miedo, pero mucho más miedo me da volver a no sentir.

—De acuerdo...te oigo fuerte y claro...—Consigue decir el susodicho con dificultad debido a la violenta captura de la que son víctima sus mejillas—Pero podemos hablarlo luego de que me des otro beso, ¿no crees?

Hara parpadea, confundida e interrumpida durante un momento de gran fulgor.Y Jinho, cuanto más recapitula sus palabras más maldice interiormente y se dice que la cagó de nuevo.

Pero entonces, ella echa hacía atrás su cabeza y ríe: una hermosa y honesta risa que emerge de su pecho con naturalidad.

Ahí es claramente cuando Jinho se convence de que algo bien hizo y por ello debe estar en el cielo.

...mentiría si dijera que no estuve gritando internamente a lo largo de este capítulo ❤