Las clases comenzaron nuevamente en aquella preparatoria, con una advertencia para todos los alumnos por daño de propiedad.
El castaño estaba jugando con su lápiz dandole al cuaderno con el borrador de este, pensaba en muchas cosas que podría estar haciendo, más divertidas que ver cuanto es la raíz cuadrada de 100.
Miró el asiento de su compañero, el cual estaba vacío, se sentía un poco mal por el trato innecesario que le dió, sin embargo se convencía a sí mismo de que él lo merecía, pues lo había delatado sin razón ¿Cierto?
No aguantaba las ganas de salir al almuerzo y liberarse de esa prision matemática; el choque del lápiz con el cuaderno era cada vez menos constante, así como sus párpados caían poco a poco, sin darse cuenta de un minuto a otro estaría dormido.
A su mente vino aquella sensación de extasis que lo hizo sonreír, quería volver a experimentarlo sin importar la consecuencia. Luego vinieron recuerdos de luces pasando rápido, tal cual como iba en la camilla del hospital, pero el sonido de las ruedas y los gritos se volvieron sordos.
Una chica.
Aquella chica de piernas largas y cabello rubio que recordaba haber visto en el hospital, estaba frente a él; necesitaba ver su rostro, su fantasía se volvería realidad pero justo sonó la campana.
Jungkook no era del tipo analizador, así que no se detendría a pensar sobre su reciente sueño.
Por fin era hora de almuerzo, podría ver a sus amigos y finalmente comer, al momento de levantarse se acercaron dos chicas.
—Jungkook Oppa, prepare un poco de sushi japonés, ¿Quiere?—le ofreció penosa abriendo el envase.
—HaeMin es muy buena cocinera.—Tomó su bolso, ignorando su ofrenda se retiró.
No tenía tiempo para jugar a ser juez de Masterchef Corea.
—¿Que me cuentan chiquitos?— Preguntó con una sonrisa tomando los hombros de Jimin y Yoongi.
—Háblanos formal, somos mayores.—dijeron a la vez serios.
—Discúlpenme, no sabia que tenían el período.—Burló su actitud.—¡Hola Hobi!—Chocaron los cinco.
—¡Jungkook!¿Que cuentas?
—¿Que más puedo contar? Amanecí con dos en la fiesta, e incluso consigo comida gratis...—Colocó las manos tras su cuello simulando relajarse.
—Tal cual vida de campeón .—Rió Jimin.
—Oh de cuna de oro.— Dijo Yoongi en su típico tono.
—Hablando de cuna de oro.—Señaló a Jin que se acercaba.
Algo que le preció raro fue la cantidad de gente que se susurraba en el almuerzo, incluso hasta pensó que hablaban de él y lo que ocurrió, nervioso no iba quedarse con la duda de que era.
—¿Que tanto comenta la gente? Nunca los vi tan habladores.
—Hablan sobre la nueva persona que llega a la escuela.— le comentó Jin.
En otro sitio este tema no sería tan importante, pero en esta preparatoria donde la mayoría se conocían desde hace mucho, era imposible no entrar en pánico por alguien ajeno.
—No se sabe exactamente cuando llegará, podría ser de dos días hasta un mes de espera.—Mordió su manzana.
—Solo espero que sea quién sea bien recibido.— rezó Namjoon.
—Si es chica yo la pido.— dijo rápido Jimin,Jungkook rió.
—Si claro, en tal caso de que sea mujer será mía, y espero no tener que repetirlo.— le dijo en voz severa.
Que Jimin se creyera superior en este tipo de cosas, le hervía la sangre.
—Eso no es "tratar bien"—Rindió.
—Callense, Callense.—mandó Jin.—Ahí vienen.— suspiró sonriente.
Y la mayoría de miradas se posaron en las tres chicas que ahora desfilaban todo el camino del comedor. Así mas susurros aparecieron, cosa que ya no le era de importancia presenciar, pues era conocedor del chisme.
Todos en aquella mesa se alarmaron al ver a su mayor levantarse en su dirección.
—Va a hacer el ridículo.—Opinó Yoongi volteándose para no verlo.
—¿Cuando será el funeral de Jin?—Preguntó Jimin imitando la acción.
—No creo que eso ocurra.—Dijo Hoseok sin quitar la mirada de la escena.—O tal vez si.
El castaño volvió a la mesa.—¿Por qué mi risa es tan extraña?¿Por qué no puedo reirme normal?¿Debo sonar como un espejo limpiándose?—Efectivamente había hecho el ridículo frente a la chica que le gustaba, en este caso Kim JiSoo.
Vio a su amigo Jimin sostener la mirada en aquella chica rubia, no conocía su nombre, ni de cerca; pero no podía apartar sus ojos de aquel color de cabello, por alguna razón hacía que se viera mucho más sexy de lo que antes pensaba.
Fijó un objetivo.
Quería demostrarle a Jimin quien manda.
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Heartbeat »Lizkook«
FanfictionDonde una chica de tez pálida, y tranquila, de la nada llama la atención de un chico perdido en la mala vida de la preparatoria. Lisa, cabello exageradamente rubio, piernas largas, ojos grandes y una piel extrañamente pálida. Padece de una enfermeda...