Heartbeat »Lizkook«

Lisa 48

Un tiempo pasó y la única preocupación que había en los pasillos ya no eran los exámenes de fin de curso, sino el viaje y sus actividades.

Toda la escuela, o al menos los cursos que calificaron con éxito para aquel paseo no paraban de hablar de eso, cosa que preocupó a Lisa puesto que había decidido siquiera presentarle la idea a su madre sabiendo que esta seria negada.

No fue hasta sus amigas que dos días antes le comentaron lo importante que ese viaje sería, sobretodo porque era el primero y el ultimo que harían juntas como el grupo "conocido" que eran.

—Vamos mamá, son solo 3 días, va a ir literalmente toda la escuela, Bambam iría conmigo.

—Ya dije que no Pranpriya, ahí hacen actividades al aire libre que sabes no puedes hacer, y además no tenemos el dinero para pagarlo.—Se escuchaba al otro lado del teléfono que se encontraba en alta voz.

—Yo puedo pagarlo mamá, no se preocupe.—Habló Bambam desde el otro lado de la cocina.

—Ya dije que no, es mi respuesta final, Recuerda tomar tus medicinas, llamaré en lo que termine mi turno.—La llamada terminó.

Aquellos chicos se dejaron caer del agotamiento, iba a ser imposible convencer a la mamá de Lalisa para que firmara su permiso de viaje.

Derrotados se dirigieron a la escuela, escuchando aquellos murmullos del esperado viaje; tenía sus horas completas gracias al club de fotografía, si se esforzó tanto ¿Qué le costaba a su mamá darle permiso?

—No voy a ir chicas, no me dieron permiso.—Estas la miraron con disgusto.

—¿En serio? Este va a ser el último viaje escolar que vamos a hacer juntas ¿Lo sabes?—Dijo Jisoo a la defensiva.

—Si no quieres pasar tiempo con nosotras solo dilo, no metas la excusa de tu mamá como siempre.—Agregó Rosé guardando sus libros en su bolso de marca.

La campana sonó llamando a todos a sus clases, pero un pequeño bombillito se encendió en su cabeza al ver a Jin pasar por Jisoo.

De camino a su clase se encontró nuevamente con Bambam, así que sin previo aviso lo tomó del brazo y entre la multitud lo desvió hacia el baño de chicas, donde se encerraron en un cubículo.

—¿Puedo-?—fue interrumpido.

—Tenemos 5 minutos para convencer a SeokJoong.— dijo mientras sonaba el timbrar del teléfono de su doctor.—Él convencerá a mamá.

—Estoy operando, sean rápidos.—Ambos estaban nerviosos, pero era su momento.

Tratando de no titubear comenzaron a hablar.—En dos días hay un viaje a la Isla Nami, hablamos con mamá y aun no quiere firmar el permiso, trabajé duro para cumplir con las horas y toda la escuela va-.—Bambam habló.

—Y yo voy a pagar todos los gastos necesarios.

—Necesitamos tu ayuda en esto, solo tu puedes convencer a mamá..—continuó.

Hubo un corto silencio donde se escuchaba los signos vitales de la operación.—¿Ese es el viaje escolar al que va mi hermanito?

—¿Tienes hermanos?—Preguntaron a la par.—¡Sí! ese.—Contestaron apresurados.

—Entonces no.—Estos hicieron un ligero ruido de derrota, sin embargo no se rendirían tan fácilmente.—Yo he ido, te obligan a hacer muchas actividades físicas Lisa, sabes que no es bueno...

Ambos niños suplicaron a través del teléfono, ignorando todo lo que acababa de decir el doctor de Lisa.

—...Está bien, intentaré convencerla, pero no prometo nada, ahora vayan a clase.—Dijo para terminar la llamada.

Los chicos celebraron mientras caminaban rápidamente hacia la clase, donde entraron intentando no interrumpir, de su lado estaba que no veian clase, solo estaban pidiendo los permisos para el viaje.

—Manoban, su permiso, es el único que falta.—Habló su maestra luego de recoger los papeles de toda la clase.

—Mañana lo tendré, lo prometo.—Reverenció ante esta.

Jungkook procedió a jalarla de su camisa y sentarla.—¿No tienes el permiso?—Esta negó.

—No te preocupes Lis, yo tampoco lo tengo, si no lo consigues podemos pasar ese tiempo juntos.—Taehyung saltó a la conversación desde el otro escritorio.

—Hey, A, B.—Se señaló a Lisa y a él.—No A, B, C.—Terminó señalando al mayor dando a entender que sobraba en la oración.—¿Necesitas ayuda con eso?—Le pregunto, se le hizo raro su repentina ofrenda, pero le gustó, tanto que puede que se le haya escapado una sonrisa.

—No, pero gracias, yo conseguiré el permiso.—Suspiró feliz.

De un momento se encontraba en la oficina de Seok-Joon, junto a Bambam, esperando a que entrara la esperada llamada de su mamá, ambos niños estaban nerviosos, tanto que volvían ansioso a su mayor.

Intentaba respirar profundo pero los repetitivos movimientos de ambos lo desconcentraban de sus pensamientos.—¡Lalisa!¡Bambam!—Se dio cuenta de su tono y con una disimulada tos lo arregló.—Por favor, salgan.—Estos no obedecieron.—¡Salgan!—Gritó al escuchar el tono de llamada entrante.

Aquellos niños esperaron al menos 45 minutos fuera de aquella oficina, caminando de un lado a otro sin descanso, o por lo menos Lisa, quien no pudo evitar comerse las uñas de los nervios, su amistad con las chicas dependía de aquel permiso, realmente quería ir.

Intentaban acercarse a la puerta y escuchar pero era imposible, cada minuto que pasaba era una tortura para ellos.

Una enfermera que había entrado hace unos segundos, salió para indicarles que pasaran, estos entraron empujándose el uno al otro.

Este aclaró su garganta antes de hablar.—Luego de discutirlo por un buen rato pudimos llegar a una conclusión y Lisa... me temo que...—Hizo una pausa que aterrorizó a los chicos, quienes se esperaban una respuesta negativa.—Me temo que no te veré por cuatro días porque si vas al viaje escolar.—Con un suspiro de alivio los menores gritaron de emoción y se abrazaron a la par que saltaban.

—Gracias, gracias, gracias...—Repetía la chica abrazando a su doctor.

—Tu madre es dura de convencer; haré una nota a tu escuela para que no te obliguen a esas actividades físicas, y Lalisa Manoban, tienes que prometer que te vas cuidar.—Esta asintió sin embargo volteó su mirada a Bambam.—Tu promete que vas a cuidarla.

—Señor, sí, señor.—Contestó como si de una escuela militar se tratase.

Este los echó de su oficina luego de firmar dichoso papel.—Disfruten su viaje.

Iba caminando de reversa ya que quería compartir la felicidad que sentía con Bambam, sin darse cuenta chocó con alguien y su amigo no pudo evitarlo a tiempo.

—¡Lis!—Esta dejó de hacer reverencias de disculpa.

—¿Tae?—Hablaron ambos a la vez.

—Sí.—Este sacudió su cabello.—Vine conseguir mi permiso de viaje, mi mamá trabaja de enfermera aquí.—Afirmó—Puedo ayudarte a conseguir uno.—Al sentir su mirada escondió aquellos papeles tras ella.—O supongo que nos veremos en el viaje.—Comentó sonriente señalando los similares papeles, y asimismo se fue, dejando a Lisa con una tonta sonrisa de la que luego su mejor amigo se burló.

—Es un idiota.—Dijo pasando delante de ella.