Heartbeat »Lizkook«

Lisa 44

Al ver que Taehyung se fue en dirección contraria al doctor de Lisa, decidió que no se quedaría de brazos cruzados e irse con aquel viaje perdido. Determinada se acercó a la recepción de aquel hospital sacando una hoja de papel que siempre llevaba en su bolso de marca.

—¡Señorita Jisoo!—Emitió emocionada una de las enfermeras al teléfono.—Ya le atiendo.—Le dijo terminando aquella llamada.

El hospital se veía muy ajetreado hoy, y eso que solo lo notó con ver aquella recepción llena; esperando su llamado se volteó hacía el contrario del escritorio, quedando en dirección a la sala de emergencia, que fácilmente se podía ver desde ahí.

Había doctores y enfermeros corriendo de un lado al otro, llevando papeles, equipos médicos, entre otro tipo de cosas, no pudo evitar sonreír con anhelo al ver dicho ambiente.

—¡Señorita Jisoo!—Fue llamada por aquella enfermera, la pelinegro acomodando su sedoso cabello se acercó al escritorio colocando la hoja sobre el mismo.—¿Lo mismo de siempre?—Esta asintió sonriendo.—De acuerdo, espera unos segundos a que busque el libro.—Comentó para tomar la hoja e irse a los libreros tras ella.

Ansiosa comenzó a jugar con un lapicero que se encontraba en el escritorio, asimismo tomó unos folletos cerca y los ojeó un poco hasta ser distraída por una sonrisa que la miraba directamente a ella.

—¡Jisoo!—No negaría que de la sorpresa soltó un pequeño grito que llamó la atención de los cercanos.—No sabía que estarías aquí.—Posó su vaso de papel lleno de cafe en la mesa, derramando un poco cerca de la mano de la chica.

—¡Junghyung!—Exclamó apartando la mano cerca del café con una notoria expresión de asco.—¿Qué te trae por aquí?—Sonrió forzosamente.

No, en serio ¿Qué hacia el molesto hermano de Jungkook Justo ahí?

Lo analizó detalladamente mientras contestaba y aun así no podía entender como a la mayoría, este chico se les podía hacer atractivo.—...Y entonces ahora espero por SeokJoong.—Maldición, no escuchó nada de lo que el idiota frente a ella decía.—¿Y tú?

Esta mantenía una sonrisa forzada frente al chico esperando poder irse rápidamente de ahí.—Yo...—Aclaró su voz.

—Señorita Jisoo.—Llamó la enfermera posando aquel libro frente a ella para que firmara, esta obedeció rápidamente.

—¿Pasantía? No sabía que te gustaba la medicina.—Este se había asomado sobre la chica, lo cual la incomodó aun más, esta tomó su hoja y se despidió deseando poder escaparse del molesto chico.—Honestamente, serías muy buena doctora.

Esa corta oración logró que detuviera sus rápidas acciones y finalmente volteara a verlo de una manera honesta.—¿En serio?

El pelinegro asintió.—Bueno, me retiro bella dama.—Hizo un pequeño ritmo con aquella mesa para luego irse y desaparecer entre la multitud.

Aquella sonrisa de antes se apareció en su rostro una vez más.

—¿Cómo está mi peleador número 1?—Preguntó la rubia a su lado agitando el cabello castaño del chico, Jisoo quien trataba de soñar despierta la empujó de su lado.

—Rosé mejor ve a tu clase, ya va a sonar la campana, tu también Jungkook.—Comentó la pelinegro fastidiada de su presencia, el último volteó los ojos, no parecía de buen humor desde que se encontraron fuera.

La pareja de la chica llegó con una bolsa llena de bebidas dulces, cada uno agarró su correspondiente y se retiraron del sitio, seguidamente aquella campana sonó. La docente presente comenzó a dictar lo que se haría en la clase.

—...Y finalmente tenemos el viaje de fin de curso ¿Ya han decidido a donde irán?—Preguntó posándose en su escritorio esperando que los alumnos hablaran.

Uno de ellos levantó la mano.—Yo digo que vayamos a la isla Nami.—La gente en clase hizo un sonido aprobando la idea.

—Parece que las dos secciones tienen la misma idea.—Claramente hubo una reunión dónde ambas clases se pusieron de acuerdo para definir un sitio, siendo todo idea de Jisoo.—Recuerden que para ir deben cumplir con sus horas de pasantía o labor social, podrían seguir el ejemplo de la señorita Jisoo, quien ya está por completar sus debidas horas.—Muchos soltaron un sonido quejándose.

—¿Horas?—Preguntó Lisa al ser la primera vez que se le hablaba del tema.

El castaño a su lado de un suspiro contestó.—Debes entregar una cantidad de horas firmadas a la escuela para poder ir al viaje, debería ser solo en el último año, sin embargo aquí nos sobreexplotan.—Volteó sus ojos al terminar.

Notaba que el chico estaba molesto por alguna razón.—Jungkook, ¿A dónde es el viaje?

—A donde sea que decida el último año.—Sin embargo aun tenia dudas en su cabeza, sobre todo el enojo del chico a su lado.

—¿Y-.—Este la interrumpió en un susurro agresivo.

—Lis ¿Podrías callarte un segundo?—sacando uno de sus cuadernos, cayó de ellos una bolita arrugada de papel que por alguna razón llamó la completa atención de ambos.—¿Qué? ¿No vas a agarrarlo?—escuchó mientras miraba a todos lados esperando ver al creador del papel, esta finalmente lo tomó sin embargo lo arrugó bajo su mano.

—¿Se puede saber que te ocurre?—Se acercó frunciendo el ceño.

Jungkook suspiró soltando su lápiz y recostando todo su peso en el espaldar de la silla, parecía que comenzaría a hablar todo lo que pasaba por su mente—Es solo...—Hizo una pausa, tal vez pensando sus palabras.—...Que Jin me tiene harto.—Completó manteniéndose al margen a la vez que rompía el contacto visual.

Ciertamente su comportamiento era raro, pero no lo cuestionaría tanto, como para enojarlo aun más, bajó su mirada al papel mientras que lo abría "estás muy hermosa hoy" estaba escrito en un bolígrafo de tinta azul.

Con su cabeza buscó a la persona que pudo meterlo en su bolso, sin embargo el violento arrebato del pequeño papel la desconcentró.

—¿Qué te pasa?—Preguntó a la defensiva.

—¿Quién te lo mandó?—Habló sobre ella con una respiración fuerte.—¿Fue ese Bambam?—Esta solo levantó una ceja y negó.

—Esa no es su letra.—Finalmente aquella campana dando el inicio a su descanso sonó, sacándola de aquella extraña situación.—Quédatelo.—Suspiró frustrada mientras volteaba sus ojos.

No entendía que podía contener aquel papel, además de un lindo cumplido como para atrapar la atención de Jungkook. Tal vez era cierto que el castaño necesitaba ser el centro de atención todo el tiempo.

Que pereza.