.°.•.Gato Min.•.°. • Yoonkook • 🔚

🐈 - 4

Alguien debió decirme que nunca viviera con Jeon Jungkook, enserio que mi vida esta llena de tragedias.

Hace una semana, Jeon decidió que era buena idea que viviese en su casa, obviamente acepte, iba a tener cama, no mas frío, comida a mis horas, no parecía haber nada mal en ese plan.

El primer día, su madre cuando me vio, miro a su hijo con desaprobación, a esa mujer no le gustaban los animales, lo sabía porque Jeon lo estuvo mencionando en el camino. Así que el castaño se quedó parado en la entrada conmigo en brazos, enserio que era incómodo.

La mujer me miro de arriba hacia abajo, inspeccionando mi condición, unas muecas se formaban en su no muy viejo cutis, vamos que enserio se veía muy joven.

Había escuchado que bastaba con que los gatos hicieran ojitos para que los humanos cayeran a sus pies, honestamente nunca se me dio aquello, era un poder que no poseía. Y sin embargo lo intente.

Su rostro era de confusión al verme pero rápidamente paso a uno de diversión. -Esa cosa es bien rara, puedes quedartelo - ¿Que si me ofendió?

Obviamente, pero me abstuve de ir a morderle el tobillo.

- Gracias ma, prometo cuidarlo. - Dijo Jeon con su típica sonrisa hermosa. La señora asintió y tomo sus cosas para salir a no se dónde. Mas tarde sabría que se iba a trabajar. - Bien, creó que empezaremos con darte un baño.

Y así fue, y dios, que se sintió genial, Jungkook me baño como rey, el súbdito sabia que hacer sin que se lo pidiera.

Me peinó, alimento y me dio caricias. Diganme lo que quieran, pero yo estaba en el paraíso. Mas tarde, Jungkook me dejo para ir a comprar algunas cosas para mi.

Decidí que iría a conocer mi nuevo castillo. La sala de estar tenía un toque cálido debido a los tonos cafés que en ella había. De lado izquierdo una puerta de cristal llevaba al patio trasero, estaba cerrada.

Al subir las escaleras, una serie de habitaciones, en general la casa tenía piso de madera. Quise entrar a alguna habitación pero estaban cerradas, y por obvias razones yo no alcanzaba la perilla. Así que comencé a aburrirme.

Pinche vida de gato.

Pero no me iba a poner de mal humor, ese día no.

Al siguiente tampoco.

Pero dicen que la tercera es la vencida, o algo así.

Desperté sobre las sabanas de Jungkook, este aun dormía, baba salia de entre sus labios rosas y un poco hinchados de dormir. El cabello todo alborotado, le daba un aspecto tierno... No, la verdad es que el castaño era un desastre durmiendo. Su ropa de dormir por todos lados de la habitación lo confirmaba.

Si no mal calculaba, eran las once de la mañana, bastante temprano considerando que era un sábado. Aun así, necesitaba comer.

Antes de bajar de la cama, estiro su cuerpo, casi se cae cuando el castaño se giro para obtener una nueva posición.-  ¡Pendejo fíjate! - Dijo, pero Jeon ni le escucho.

Ya se encargaría de desquitarse mas tarde, ahora lo primero. La puerta se encontraba abierta, salio de la habitación y bajo las escaleras, a lado de estas estaba su plato de comida.

Todo iba bien hasta que vio a Soonmi entrar por la puerta de cristal. - Hola gato. - Dijo esta antes de tomar lo que parecían telas.

- Me llamó Min, doña. - Aclaro por milésima vez, aún siendo consciente que no le iba a entender.

La mujer salio nuevamente por la puerta de cristal, con mucha curiosidad Yoongi la siguió, empujó con su naricita y logro salir.

Sin duda debió hacer caso a eso de, "la curiosidad mató al gato"

- Mira, me la dio un amigo, dijo que tener animales dentro de casa era peligroso, así que para prevenir ahora vivirás en el patio. - dijo con una sonrisa, ¡CON UNA SONRISA! esta señora esta loca.

Que ni piense que yo aceptaré este sucio trato, mucho menos Jungkook. Señora no solo esta equivocada.

Esta equivocada y es estúpida.

- ¡Obligame! - En modo de desafío me pegue a la puerta, si ya no me va a dejar entrar, ella tampoco lo hará.

- ¡No te atrevas a gruñirme bola de pelos! - Los pelos se le erizaron, bueno no tan así. - Vas a quedarte aquí, o te echaré de casa y te desaparecere para que Jungkook no te vuelva a encontrar.
- Ella es una bruja. - Acepte el trato, si creo que esa señora se atreva a sacarme.

El bastardo de Jungkook ni siquiera pregunto por mi paradero cuando se despertó, es mas, fue hasta la noche que salio a verme, obviamente lo mordi y rasguñé, ya me debía muchas.

- Ya, ya, perdoname Min, no puedo ir en contra de mi madre, me dejaría sin alimento y tu sabes que eso no esta divertido. - Antes de volver a entrar me prometió idear un plan para volver a meterme a su casa.

Y ya había pasado una semana desde que llegué aquí. La verdad el patio no esta tan mal, tengo mi propia pared, y... es un asco todo. Cuando vivía en el parque al menos podía ir a vagar.

Pero no voy a ser negativo, no del todo, ahora puedo dormir todo el día, sin que abuelas me molesten, o niños pendejos me persigan, claro eso sería hermoso si no fuera por el pinche ladrido de la casa de a lado.

- Yeontan, bebé, ya llegue, ven entra a casa. - Así que Yeontan es el nombre de aquella cosa.

Y yo aquí esperando a que Jungkook me diga eso, ya me vi pasando el resto de mis días en este asqueroso... Lugar.
- Bola de pelos entra, esta por llover. - La señora Jeon me abrió la puerta invitandome a entrar. - Ya lo pensé bien y puedes vivir dentro. - Y me tomó en sus brazos para darme caricias.

- ¡Pues te tardaste en recapacitar! - Y la mordí, si señor.

Como amo los finales felices.

....

Creo que no tengo nada que decir aquí.... Gracias por leer.

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