.°.•.Gato Min.•.°. • Yoonkook • 🔚

🐈 - 1

Mierda, ahora apesto a agua sucia. Odiaba salir de mi hogar, siempre que lo hacia cosas malas pasaban. La gente me miraba con asco y algunos con miedo, si tan solo supieran que no fue mi decisión vivir de esta manera tal vez comprenderían. En realidad los humanos son estúpidos.

Camino sobre la acera en busca de alimento, pero solo veo cientos de restaurantes a los que ni de chiste me dejarían entrar. Quien deja entrar a un sucio vagabundo.

Unas calles mas adelante visualizo un contenedor de basura que afortunadamente esta abierto, una vez frente el objeto reviso por donde seria mas fácil subir sin correr el riesgo de llevarme un buen golpe. Si, si, no esta tan alto y lo mas probable es que caiga de pie, pero en realidad soy muy torpe, las cicatrices en mi piel lo demuestran.

Cuando llego al borde del contenedor me encuentro con otro ser, tal parece que ambos teníamos hambre, en este caso sería bueno compartir, pero en cuento me ve, la cosa esa me gruñe. ¡PERO SI YO NO LE HICE NADA!

- No tomaré mucho, podrías compartir un poco. - Y era enserio que podríamos, ¡Era un contenedor de basura lleno! Obviamente no se lo iba a acabar, pero al parecer el amigo es bien envidioso. Y luego me quejó de los humanos.

El animal se pone en cuatro patas y esponja su pelaje, me esta retando a una pelea, pero yo no tengo energía para ello. Regreso por donde subí y salgo nuevamente a la calle. La vida en ella es tan difícil.

No hay nada que pueda hacer, debería volver a casa, pero la verdad es que estoy cansado de esto, de esta vida. Todo por culpa de un bastardo estafador.

No quiero llorar, eso es para débiles. Eso digo mientras lágrimas resbalan por mi rostro, extraño mi vida, aquella de la que me sentí avergonzado, no sabía lo afortunado que era.

Mi bebe, mi hermoso gatito. Mi madre siempre me llenaba de caricias y decía frases tiernas. Desde aquel día solo queda mi memoria. Mi padre, mi hermano, mi madre. Todos se fueron.

Camino por horas, el sol ya comienza a salir por las montañas, pero el frío matutino penetra mi pelaje, y tiemblo, tiemblo por todo. Sobrepasado por las emociones lloró, lloro como si el alma se me fuese. Los demás solo escuchan maullidos, pero no me importa.

Fui a parar a un parque, uno muy bonito, tal vez resida aquí ahora. Trepo a una banca, no es muy cómoda pero necesito descansar, mi cuerpo lo pedía.

Conforme el sol se eleva, mis ojos se cierran, llevandome a un mejor mundo, el mundo que mis sueños crean.

...

Despierto por el insoportable sonido de mis tripas pidiendo comida, había olvidado ese asunto, estúpida naturaleza.

Era inútil tratar de volver a dormir, mi cuerpo ya no lo aceptaba. Estiro mis músculos de gato, se siente bien hacer aquello. Alrededor, la gente camina de un lado a otro, niños corren y se suben a los juegos.

Bien, al menos ellos son felices.

Un olor extraño invade mis fosas nasales, mi estómago se emociona, a un lado, un traste de comida. No puedo evitar quitar mis ojos de aquello, no debía acercarme, a los humanos les molestaba aquello, incluso algunas veces me llegó a  molestar a mi, pero era imposible ser racional cuando llevas bastantes semanas sin consumir algún alimento.

Es bibimbap, lo huelo desde donde estoy, la boca se me hace agua, yo quiero. De repente el traste es acercado a mi, pero no logro comprender.