Episodio 18

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Narra _____

- Siento mucho arrastrarte a esto... -me miró y me sonrió un poco.

- Tranquila, si crees me molesta estar aquí contigo, honestamente... Me alegra confíes en mi... Supongo... -miré a otro lugar mirando los tubos en mi brazo izquierdo.

Suspiré pesado y lancé con fuerza la almohada teniendo un arranque de ira. Cubrí mi rostro y luego llevé mis manos a mi cabello, estaba muy molesta por lo de mi padre, él me hizo esto.

- ____... -me agarró de las mejillas y lo miré con furia. - ¿Qué ocurrió?

- Es estúpido... - Aún así tengo la necesidad de contarle, ugh... Esto es ridículo. -Mi padre me vió con algunas marcas de aquella noche y empezó a llamarme prostituta.

Miré a otro lugar y llevé una mano a mi cabello para alborotarlo.

- Le expliqué que solo había tenido relaciones con un chico; pero seguía. Entonces hoy quería que fueramos a la playa, me negué y me dijo que no tenía que darme vergüenza las marcas que yo misma me había causado. No lo entiendo, siempre traté de ser la mejor hija del mundo y... Y me recompensa así, tratándome como si fuera una cualquiera o no hubiera querido jamás a una niña. Frank... Yo... -cubrí mi rostro y comencé a llorar. -no entiendo que hice mal, yo... Yo he tratado de hacer todo lo que él quiere; pero el mínimo error me lo repite y me hace sentir mal y... Y... Todo cambió desde que salí del hospital...

Me abrazó con fuerza calmandome, acarició mi cabello y besó mi cabeza.

- Sh, sh... Tranquila, por favor... No me gusta verte llorar, preferiría un golpe tuyo que verte llorar, ____, por favor. -sollocé y me aferré a él. - Calma, por favor...

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- Han pasado ya dos horas, ____ -lo miré de reojo.

- Lo sé. Siempre es igual, me mantendrán en observación durante otras dos horas, si entonces sigo en buen estado me darán de alta luego de otra media hora. Si empeoro me quedaré toda la noche aun que no me servirá de nada ya que debo ir a la escuela. -dije con seriedad. -es molesto venir y salí hace dos meses.

- ¿Cuanto tiempo haz pasado aquí? -miré el techo, pensando.

- Tengo peleas con mi padre a diario, si te digo que realmente llevo medio mes fuera del hospital creo estaría la cuenta exacta. -abrió sus ojos más de lo normal cuando me voltee a verlo.

- ¡Demonios! -asentí. - ¿De verdad vienes tan a menudo?

- Sí, Frank.

- ¿Sabes? Te propondría quedarte en mi casa, con Nana y conmigo; pero mi madre volvió. -fruncí el ceño.

- Lo dices como si fuera algo malo.

- Lo es, no tengo mucha libertad y tambien peleamos muy a menudo, creo que en un día peleamos tres veces. Estoy agradecido de ser fuerte del corazón. -suspiré.

- No sabes la suerte que tienes. Y no son problemas al corazón, son ataques de pánico, empeoran por cada vez que pasa y me siento sin aire cuando hay una pelea, que mi padre me llame me tensa y es horrible ese sentimiento de miedo hacia él. Mis sentimientos hacia él cada vez van de mal en peor y cuando me acostumbro su trato es más horrible. Por eso tengo ataques de... -cerré fuerte mis ojos.

¿Como hablar de mi padre me puede empeorar? Sentí unas manos sobre mis mejillas, eran cálidas y grandes, otra vez lo hizo, se sentó junto a mí tratando de calmarme; pero todo empeoraba.

- ____, mírame -me dió suaves besos en la comisura de los labios, acarició mi cabello y susurró en mi oído que todo estaría bien, que dejara de pensar en eso. - Calma... Todo estará bien, tranquila, sí?

Acarició la parte más sensible de mi cabeza y cerré mis ojos.

- Frank... -llamé y abracé con fuerza. - Quisiera ser más fuerte. Por culpa de aquel incidente... Yo... No puedo recordar y si antes me costaba hacer algunas cosas y todo se me olvidaba si estaba pendiente a otra cosa imagina ahora. No solo eso, ahora soy débil ante una pelea verbal, me dan ataques de pánico sin razón alguna y es ridículo, todo por ese golpe, me ha hecho más sensible en todos los sentidos y me molesta mucho que aun estando en esa escuela no pueda ser fuerte mentalmente, yo no quiero ser más fuerte así... Físicamente, quiero ser más fuerte de manera emocional.

Sollocé y cubrí un poco mi boca para que no salieran más sollozos. No quiero ser tan débil, lo odio, no solo mental, emocionalmente si no, que mi salud está empeorando por momentos desde que sentí aquello tan horrible que Frank me describió como uno de sus peores traumas. Me dijo que verme ahí tirada era algo que jamás se había imaginado y le afectó demasiado. No entró en detalles de todo lo ocurrido; pero sí me dijo que había tal vez sobrepasado aquel trauma que tenía desde muy pequeño y su nana lo había ayudado.

- Calma... Todo estará bien, lo prometo...- besó mi cabello, abrazándome con fuerza, sintiendo mis latidos calmarse poco a poco.

- No rompas tu promesa.

- Estaré a tu lado siempre, ____, si necesitas algo cuenta conmigo no importa como, cuando ni donde. ¿Okay?

Asentí y sonreí un poco, acurrucandome en su pecho, disfrutando de su rico perfume.

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- Siento mucho que quieras pasar la noche conmigo... -lo miré mientras se acomodaba, algo incómodo en aquel sillón.

- Te dije que dejes de disculparte. -mencionó enfadado. -no me molesta en lo absoluto tener que cuidarte, en cambio... Te agradezco por confiar en mi en un caso tan grave como este.

- Honestamente, accidentalmente me dirigí a tu casa, antes había visto un lugar muy calmado y no pasa gente por ahí. Voy a menudo, ya sabes. -asintió y dejó caer su cabeza hacia atrás.

- ____.... -me acomodé para descansar un poco luego haciendo un ruidito para que prosiguiera. - Te amo, descansa...

Asentí levemente, mirándolo entre la oscuridad y le dí la espalda.

- Igual, descansa... -hizo un pequeño ruido con la boca y cerré mis ojos buscando el sueño.

My Fighting LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora