Capitulo 35

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Narra _____

- Martínez? - Mi compañera llamó mi atención. Yo estaba acariciando mis sienes, tenía un dolor de cabeza que no me dejaba en paz. Estaba tan hastiada de toda esa mierda, que realmente pensé en huír.

- ¿Qué? - Con amargura levanté la cabeza para verla.

- Te encuentras bien? - Solté mi cabello y negué, lo dejé caer pues ahora estaba más largo de lo que usualmente lo tenía.

- Me siento horrible. Siento como si el corazón se me hiciera una puta mierda. No pertenezco aquí, entiendes? - dije mientras agarraba unos audífonos. Estaba harta.

- Vi a tu bebé, es muy hermosa. - la miré y luego miré el Mp3. - ¿Quien la sostenía?

- Mira, no estoy aquí para socializar con nadie, entiendes? Solo estoy aquí para pelear por la vida de otros y la mía. -

- Vamos, Martinez, ¿Tan siquiera aleardarás de tu hermosa bebe? - la miré y gruñí un poco, para recostarme y escuchar música.

Cerré mis ojos tratando de descansar, honestamente sé que estaba siendo una amargada con mi compañera; pero quería evitar hablar de mi familia, porque eso me haría desear más el hecho de volver. Mis piernas cayeron al suelo, miré a mi compañera y suspiré.

- Maldición... ¿Que quieres? -

- Relájate, Martínez, a ver... Mira, estos son mis bebés...- sacó una foto enseñandome dos perritos. Y después señaló un hombre- Y este mi esposo.

La miré por un momento y luego agarré mi billetera para abrirla y sacar el montón de fotos que tenía, las miré por un momento y sonreí.

- Esta es mi bebé, y este mi novio...- Miró la foto con ternura y sonrió.

- Ella es de otro muchacho? - Yo reí y negué acariciando la foto.

- No... Es suya, ha sido el primero, esperemos que el último - acaricié mi cuello y luego la voltee. - Estos son mis amigos.

Ella señaló a Samuel.

- Vaya, ese es muy guapo, dime... A lo mejor y puedo hablar con mi marido para ver si me deja una nochecita con ese hombre. -me reí aun más.

- Es gay, esta de pareja con este chinito español - chasqueó sus dedos y negó.

- Rayos, siempre pasa con los más buenarros -yo asentí mientras reía fuerte. Luego señaló a Luzu - ¿Y ese?

- Esta casado con ella - Señalé a Lana ella cubrió su rostro y suspiró negando.

- Vaya, bien justificado, todos están buenísimos, eh. -yo la miré.

- Todos son Gay, menos él y el enano - se empezó a reir. - A ese lo puedo acunar en mis brazos, eh...

[...]

Seis meses pasaron. Hoy me senté frente al computador y suspiré mientras lo encendía, antes de llamar sequé mis lágrimas y sentí las manos de mi compañera en mis hombros.

- Tranquila, ella estará bien, pronto volveremos, solo hay que sobrevivir un poco más, un año más... - asentí y llamé pronto escuché a Samuel quien me saludó, parecía nervioso.

- ¡Hola! ¿Todo bien? Te ves tenso...-

- ¿Qué? Oh! No es nada, Adara se enfermó y todos estamos con los pelos de punta, tiene un poco de fiebre, no te preocupes... - que dijera eso me preocupaba más. - Ay, lo empeoré, ¿no? Adiós...

El objeto electrónico pasó a alguien más, esta vez vi a Frank, tenía ojeras y se veía palido, muy descuidado.

- Hola, querida - me sonrió leve y suspiró mientras sostenía a Adara.

- Hola, Samuel me dijo que Adara enfermó, ¿Están bien? -

- Sí, está bien. -

- Frank... Me refería a ti tambien... - se quedó callado y miró a otro lugar, pronto frunció el ceño.

- Eh... Sí, estoy bien, ¿Por que? - Rodé los ojos y suspiré para cruzarme de brazos, estaban heridos y con algunas cicatrices demás.

- Veamos... Tienes ojeras, estas pálido, muy descuidado y muy delgado. - se rió un poco y negó.

- Estoy bien, me he preocupado mucho por Adara, tiene aún un poco de fiebre. -

- No lo parece...- lo miré con cierto enojo, la conozco, a mi hija la conozco, ella estaría llorando en ese mismísimo instante, no dormida y babeando. - Garnes, podrías por favor decirme que tienes?

Se levantó dejándome sola unos minutos, hubo una puerta que se cerró con fuerza.

- ____, no ocurré na-... - lo interrumpí.

- Frank, por favor, solo dime, estas mal. Puedo ayudarte, aunq...-

- ¡No! ¡A mi no me pasa nada, ____! Deja, por favor, de preguntar. - Yo solo había cerrado mi ojos al escuchar su grito.

- Frank, estas muy descuidado... Yo... -

- ¡Dije que no, maldita sea! -

- ¡Por amor a Dios! ¡Deja de gritarme! ¡Dejame ayudarte! -

- ¿¡Como!? ¡Si estuviera mal, dime! ¿¡Como podrías ayudarme!? No estas aquí, ____ ¡No estas a mi lado! -

- ¡Podemos hablar más seguido! ¡Juro trataré de hacerlo! -

- ¡Si no lo haces ahora! ¿Que te hace pensar que lo harías después de hoy? - me quedé callada. - ¡Contesta!

- ¡No lo sé, Carajo! - golpee algo sintiendo lágrimas correr por mis mejillas y que el aire me faltaba- ¡No lo sé; pero lo haré!

- ¡Déjate de mentiras, ____! No deberías estar allí, ¿lo sabes? P-puedes retirarte, ¡Volver a casa! -

- No puedo, Frank. Sabes que no puedo. Debo quedarme... - lo ví caer al mueble, de verdad en ese momento quise traspasar el computador y estar con él. - ¿Frank?

Sus labios perdieron color y sus manos temblaban sobre su cabello alborotado.

- ¿Frank, que pasó? -

- Estoy bien... Estoy bien... Ya, entiendo... -

- ¿Puedes esperar un poquito más? Dame 12 meses más, ¿Sí? - el solo asintió.

- S-Solo son doce... E-estaré bien, e-estaremos juntos otra vez y... Y nos casaremos, verdad? - mis ojos se abrieron más de lo normal dejando caer otro par de lágrimas. - y-y le daremos un hermanito o hermanita a Adara, y celebraremos su segundo año juntos, y el primero de nuestro nuevo bebé, ¿Te parece?

Asentí y sonreí un poco.

- Prometo que haré todo lo posible porque ese día llegue, lo juro -

Él solo asintió con una sonrisa, pronto tenía a Adara en sus brazos otra vez, y apesar de yo tener la cara empapada cantaba cumpleaños a mi bebe con la voz quebrada. Pronto me despedí, la llamada fue cortada y me levanté para recostarme. No aguanté mucho, me puse a llorar por largo rato hasta quedar dormida.

My Fighting LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora