Con la respiración agitada esperaba la punzada de dolor que acabaría con su vida. Pero al alzar la mirada descubrió a su hermano frente a él, entonces se sorbió la nariz y soltó en llanto, su hermano se arrodilló y lo acogió entre sus brazos mientras el menor de los Jonhson permitió que las lágrimas fluyeran como la lluvia.
—Cálmate Charles —confortó su hermano—. ¿Por qué lloras?
— ¿Dónde están los demás? —preguntó Anna saliendo de entre los árboles y mirándolo zarrapastroso.
Charles tomó una bocanada de aire y entre jadeos respondió:
—Han muerto.
— ¡No es verdad! —jadeó sorprendida se llevó las manos a la boca mientras se inundaban sus pupilas.
— ¡Todos han muerto! —masculló el chico levantándose del suelo y soltando a su hermano—. ¡No pude salvarlos! Los radioactivos nos atraparon en la estación de gas; el señor disparó a un tanque de combustible provocando una explosión en el lugar donde los gemelos estaban dentro de una tienda y francamente no creo que hayan sobrevivido, aunque no estoy seguro—bajó la vista al sentirse incómodo por las miradas que le lanzaban y aprovechó para tomar otra bocanada de aire—. Por favor, no me culpen por ello. No supe qué hacer. ¡NO REACCIONÉ! ¡Hice lo que mi instinto me dijo! —continuó con su llanto—. Lo siento.
Luego, un silencio le prosiguió. Anna lloraba, Rafa consolaba su hermano. Winnie solamente se mantuvo de pie, existiendo. Billy, con una herida en la pierna, una en el cuello y otra en las costillas apenas podía moverse de su lugar y se dedicaba a lamentarse y lanzar gemidos de dolor. Aimee suspiró y se puso de pie para hablar:
—Cada vez somos menos... —comentó a un costado del asfalto—... y seremos menos dentro de unos días, hasta que no quede ninguno de nosotros. No podemos quedarnos a llorar por todos. Duele, sí, pero que ese coraje nos motive a seguir. A sobrevivir.
—Puede que los gemelos sigan con vida —auguró Charles entre sollozos.
— ¡Debemos ir a por ellos! —mencionó Anna de inmediato.
— ¿Para qué? —Preguntó Aimee arrugando la frente—. Si vamos moriremos.
—Podemos idear un plan—intervino Winnie lavando la herida de Billy mientras colocaba una gaza sobre ella, el chico se limitaba a emitir gemidos de dolor.
— ¿De dónde obtuviste eso? —Preguntó Charles frunciendo el ceño—. No recuerdo haber tomado medicamentos, seguro fue Nathan.
—Es por eso que debemos ir por ellos —defendió Anna.
— ¡No! —Refutó Tommison—. No puedo arriesgarme en las condiciones en las que estoy —le dijo en voz baja.
—Son nuestros amigos —masculló Anna irritada.
—¿Tus amigos? —vaciló la chica—, apenas y los conoces Anna, ni siquiera sabemos si ellos arriesgarían sus vidas por alguno de nosotros. Únicamente sabemos sus nombres —alzó la voz—. Ni siquiera sus apellidos, ¿o acaso tú lo sabes? —confrontó. El resto la miraba con aprobación—. Si estás dispuesta a dar tu vida por ellos, pues adelante. Ve a morir por ellos —expuso dando media vuelta y comenzando a caminar hacia el bosque.
—Raphael, Charles no podemos hacer eso —intentó convencer Anna.
—Debemos seguir —afirmó Charles cabizbajo secándose las lágrimas con las yemas de los dedos.
—No estoy de acuerdo —se opuso Anna.
—Yo tampoco —apoyó Winnie dejando a Billy sentado en el asfalto—, tan pronto dejaste de llorar por ellos —reclamó tomando una de las bolsas.
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Radioactivos III: Radiación.
Gizem / GerilimLa era radioactiva se extiende y los sobrevivientes deben resistir a la Pripyat postapocalíptica enfrentándose a cualquier adversidad y a los radioactivos que han ido ganando terreno, se han fortalecido y han formado un ejército con el fin de proteg...