Capítulo 34

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Pov Camila

_Es mejor si espera afuera, tiene que dejarnos hacer nuestro trabajo_ cuando escuché la alarma, temí lo peor. Me levanté lo más rápido que pude, busqué a los guardaespaldas que estaban en mi casa y les dije que llamaran a los de Juliana, pero ninguno contestaban. No me quedó de otra que salir con ellos, a ver que sucedía. No me dio tiempo de llamar a la policía ni a Lauren, después lo haría_ no quiero que hagan ningún ruido_ dijo Jacobo caminando en puntillas con una MA16 en la manos, eran al rededor de ocho hombres; armados hasta los dientes. Dispuestos a lo que fuera.

_Encontramos un cuerpo_ dijo uno de ellos, saliendo del jardín_ es uno de los muestros_ sentí que el alma me volvía al cuerpo. Estaba en la acera de la calle, intentando estar calmada. Sabía que había alguien dentro de la casa, puesto que había un auto viejo afuera el cual desconocía. Maldita sea la hora en la que le hice caso a Juliana, sabía que debía poner más protección, pero no. A la niña nunca le ha gustado tener niñera.

La casa estaba rodeada por todas partes, no había manera de que alguien pudiera escapar de ahí o eso esperaba. Vi como Jacobo le hacía señas a uno de ellos para que se esperara, estaban intentando abrir la puerta sin hacer ruido. ¿Por qué tardaban tanto? Acaso no ven que están en peligro, ¿Por qué dentro de la casa no se escuchaba nada? Tenía tantas preguntas sin respuestas, la ansiedad me estaba matando y el frío también, así que acomodé mi bata de dormir. Tratando de abrigarme más, es lo único que había podido agarrar antes de salir de la casa. Nota mental "nunca duermas desnuda" eso siempre lo tendría presente de ahora en adelante.

Suspiré aliviada cuando vi que lograron abrir la puerta, después de que fueron entrando no pude ver más nada. Pasaron como tres minutos los cuales parecían horas, no se escuchaba nada. Hasta que escuché el primer disparó, corrí hasta la camioneta y me adentré a ella bajando la cabeza. Luego escuché el segundo, entonces decidí bajar. No era una persona que se andaba escondiendo, todo mi cuerpo estaba temblando. Suplicando porque las chicas estuvieran bien, esperando con ansias noticias. Pero nada, nadie salía. Ni los vecinos se asomaban, ¿Quién lo haría? Nadie en su sano juicio se atrevería a hacerlo.

Estaba en un constante dilema en si entrar o no, cuando por fin decidí hacerlo. Uno de ellos salía_¿Qué pasó? ¿Dónde está mi hija?_

_Necesitamos una ambulanc---

No dejé que terminara de hablar, corrí hasta la habitación de Juliana y ahí estaba, postrada en el piso. Cubierta de sangre, luego vi a Valentina desnuda sobre la cama. Estaba estática, no podía ni moverme. Me fallaban las piernas, podía escuchar los latidos de mi corazón perfectamente, y nadie decía nada. Miré a Jacobo y estaba sujetando al que creo que había sido el responsable de todo.

_¡Tienen pulso!_ entonces salí del trance en el que estaba, ahora no podía entrar en shock. No ahora, no cuando necesitaban mi ayuda. No sabía a cual de las dos acudir primero, las amaba por igual, consideraba a Valentina como una hija, se había ganado mi amor y mi respeto, era una chica fuerte, decidida y llena de sueños. Pero Juliana era de mi sangre, la vi nacer, dar sus primeros pasos. La vi llamarme mamá causando que llorara todo el día, la vi llorar cuando se caía y sonreír cuando se levantaba, la vi luchar por su amor con Valentina aún teniendo un agujero en el estómago, eso no lo hacía cualquiera. Eso lo haces cuando amas de verdad.

Tenía claro que tenía que ir primero a donde Juliana, me arrodillé a su lado. Tenía la cara llena de moretones, estaba irreconocible, me dolía tanto ver a mi pequeña así. Juré protegerla toda la vida y le había fallado, juré que nadie nunca le haría daño. Y la han lastimado de todas las maneras posible, era la peor madre del mundo.

_Es preferible que no la mueva, puede tener fracturas_ dijo Juan Carlos cuando miró que iba a besar la frente de Juliana, él que había tomando el pulso de las chicas.

Debo olvidarte pero no (Juliantina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora