~Tony Stark~

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~LIGHT~
~Público: Masculino~

*NARRADOR: T/N*

Anduve hasta el taller de Tony.
Desde hace tiempo que trabajaba como su secretario. Es algo extraño ya que todas las secretarias que tuvo fueron mujeres, se me hizo extraño que me escogiera a mí para ser el nuevo.

Me adentré en el espacio sin antes introducir la clave que mi jefe me había dado.
Me lo encontré haciendo sus cosas que usualmente hace. Probablemente haciendo mejoras en su traje o lo que sea. Soy un genio incomprendido, pero no ese tipo de genio.

- Señor Stark.- dije al darme cuenta que no había notado mi presencia.

- Ah... T/N dime, ¿sucede algo?

- Se podría decir que sí.- me acerqué un poco más y él giró a verme.

Sus orbes penetraron con los míos haciendo que levemente me quedará mudo. Esa es una técnica que Tony suele utilizar para escuchar lo que quiere escuchar o simplemente para conquistar a alguien.
Lo que probablemente no sepa es que la segunda opción también funciona con hombres.

- ¿Que sucede?- preguntó el moreno al ver que no hablaba.

- Creo... creo que es hora de que sala del taller. Llevas casi dos días aquí, necesitas descansar...- comencé la oración con un tono firme pero conforme seguía noté lo patético que sonaba y fui bajando el tono de voz hasta terminar tartamudeando y desviando la vista de mi jefe.

- Tranquilo T/N, si temes que no te vaya a pagar por estar aquí no te preocupes, JARVIS me avisa.- dijo mientras se giraba de nuevo y comenzaba otra vez a hacer lo que fuese que estuviera haciendo.

- No, no es eso Señor Stark. Solo que realmente me preocupa que algo le pueda pasar.

Él giró su cabeza hacia mí para volver a incrustar esos, sin duda, preciosos ojos marrones.
Lo vi intentando decir algo pero realmente no sabía como o qué hacer.
Decidí seguir yo.

- No es por el sueldo o lo que sea. Solo que realmente me preocupa que le pase algo aquí. No sé cuánto tiempo llevas aquí, pero puedo deducir por esas ojeras que realmente llevas bastantes horas sin pegar ojo. Tampoco sé si te has estado alimentando correctamente, pero tanto según el historial que me ha ofrecido JARVIS solo has salido de aquí para coger donas y hacer café. Y sin contar las veces que me has llamado para que yo te los traiga por tí para que no tengas que salir del taller. Así que por favor de lo estoy pidiendo, vaya a descansar y a comer en condiciones.

La sala quedó en un silencio sepulcral. Él mirándome a mí a los ojos, yo devolviéndole la mirada. Aunque me notaba como mis mejillas ardían.

- Vaya...- dijo Tony por fin.- Nunca nadie se había preocupado tanto por mí.

- Yo... creo que es lo menos que puedo hacer después de que me haya aceptado como su secretario. ¿Ninguna de las anteriores lo había hecho?

- Realmente no, solo se preocupaban cuando realmente olvidaba que tenía una vida fuera del taller.- él suspiró.- De acuerdo, iré a dormir un rato. Después de esa siesta que te parece si cenamos los dos.

Yo me sonreí. No pensé que realmente pudiera convencerlo, pero lo hice.
"Me parece bien", eso fue lo que salió de mi boca.

Después de eso, él ando hasta la puerta. Y yo me quedé pensando un poco en lo que pasó. ¿Realmente me ha pedido que cene con él? ¿Cuando lo ha hecho y porque me doy cuenta ahora?

Salí de mi mente con las mejillas rojas cuando la voz de Tony resonó de nuevo desde la puerta del taller.

- Esos pantalones te hacen un muy buen culo.

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