Capítulo 14

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-Y ahora canta -dijo Shelley.

-¿Cómo?

-Que cantes.

-¿Qué quieres, que cante?

-Una nana.

-Es que no sé ninguna.

- ¡Ya no quiero ser el niño! -gritó Byron-. ¡Quiero ser el padre!

-Bueno, bueno, lo que tú quieras -suspiró Luke.

De modo que tendría que ser el niño. O la madre. Con aquella familia, no le extrañaría nada. Quería pensar que las cosas no podían empeorar, pero tenía la horrible impresión de que sí.

-Qué mono -sonrió Donna-. A Warren se le dan bien los niños, ¿no?

Donna estaba ciega. El pobre Luke tenía cara de horror, sentado en aquella sillita con la taza en la mano...

Por un segundo _____ lo imaginó jugando con sus propios hijos. Seguramente sería un buen padre, les leería muchos cuentos y les enseñaría a ser niños modelo. Entonces se sintió culpable. Debería haberlo preparado para todo aquello mucho antes de llegar a casa, pero no tuvo tiempo. Tendría que compensarlo de algún modo.

-Parece que has elegido uno bueno -dijo Donna entonces-. No tendrá un problema con la bebida, ¿no? Le huele el aliento a cerveza y son las cuatro de la tarde.

-Le hice tomar un par de ellas antes de venir... para calmar los nervios, ya sabes. ¿Por qué esperabas lo peor?

-Lo siento, hermanita. Me alegro muchísimo de que todo te vaya bien en la vida, pero ya sabes que siempre me he preocupado por ti.

Era comprensible. Le había dado a su. familia muchos dolores de cabeza en el pasado.

-Papá no parece tan enfermo como yo esperaba.

-Lo está escondiendo. Ya sabes cómo es, la roca de Gibraltar. Pero teniéndote aquí ya se siente mejor.

El timbre sonó en ese momento y _____ no pudo seguir pidiendo explicaciones.

-¿Te importa abrir, cariño? -preguntó su madre desde la cocina-. Donna, ¿puedes sacar la cubertería?

Antes de abrir, _____ se detuvo un momento en la puerta del salón para observar al pobre y angustiado Luke.

-Ahora tienes que entrar en la casita -estaba diciendo Shelley.

Levantando los ojos al cielo, su «marido» se puso de rodillas, ofreciendo una buena panorámica de su trasero.

«Vaya, vaya», pensó _____. Además de trabajar como dentista, debía de ir a algún gimnasio.

Con una última mirada a aquel trasero prohibido, se dirigió a la puerta.

-. ¡_____! -gritó Jenna, echándole los brazos al cuello.

- ¡Jenna!

Se apartaron un momento para hacer el saludo de las chicas rebeldes y después volvieron a abrazarse, emocionadas.

-Pero bueno... ¿de qué vas vestida?

-De Miss Copper Corners.

-Desde luego. No pareces tú -rió Jenna-. ¿Dónde está? -preguntó en voz baja. _____ le contó el plan y la reacción de Luke. -Se siente muy incómodo. A lo mejor tú podrías convencerlo de que no es para tanto. 

-Lo intentaré. Voy a saludar a tu madre - sonrió Jenna, entrando en la cocina. -¡Jenna!

-Hola, señora Miller.

-Espero que no lleves a mi ______ por el mal camino.

-No se preocupe, nuestros días de rebeldía han terminado.

Cuando entraron en el salón, Luke estaba sacando la cabeza por la diminuta ventana de la casita.

-Por favor, sacadme de aquí.

-Voy a presentarte a mi mejor amiga, Warren. Shelley, tenemos que llevarnos al tío Warren un momento.

-Bueno, está bien. De todas formas, ocupaba mucho espacio -suspiró la niña.

-Encantada de conocerte, Warren -sonrió Jenna-. Por cierto, no te preocupes, yo conozco toda la historia -le-dijo en voz baja.

-No sabes cómo me alegro.

-Ya verás cuando te vea Brian Collier. 

-¿Quién es Brian Collier?

-El antiguo novio de _____. La dejó por Heather Haver, la jefa de animadoras, pero ahora está divorciado.

-Ya veo... O sea, que además de impresionar a tu familia, quieres poner celoso a tu antiguo novio, ¿no?

_____ se encogió de hombros. 

-Exactamente -dijo Jenna por ella. 

-Esto es ridículo -suspiró Luke.

-Qué va. Vamos a pasarlo estupendamente.

-Te presentaré a mi marido, Nathan. Te caerá bien. Antes era como tú, serio, aburrido... hasta que lo cacé, claro.

-Mira, yo no quiero...

-Pero lo más importante es que le estás haciendo un favor a _____. Esto significa mucho para ella.

-De todas formas...

-¡Ah, por fin te encuentro! -los interrumpió Nadine -. ¿Te importa ayudamos a poner la mesa, Warren? Es tan agradable tener otro hombre en la casa...

-¿Ves a qué me refiero? -sonrió Jenna. Luke levantó, los ojos al cielo, pero siguió a su «suegra» hasta el comedor.

Una farsa de amor [Luke Hemmings] (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora