Billy Hargrove ¿Eres Tu?

A las cuatro

En aquel lugar Lucila les contó todo lo que recordó de la discusión:

-Entonces me dijo eso... Pensó que yo había jugado con él, y los demás, sus amigos, tampoco le sacaban esa idea de la cabeza con lo que le decían. Aparte somos mejores amigos- Miró a Steve para confirmar la veracidad de lo dicho, quien le confirmó asintiendo con la cabeza- Y bueno, al estar juntos siempre, hablar, abrazarnos y eso, pensaba estar en lo correcto.

-Eso no le da derecho a hacer lo que hizo- Dijo Anne.

-No, y se lo dije, ya les conté. No confundan, seré tímida, pero a mi no me maltratan más porque sí, y se lo dejé bien en claro.

-Sí, Sí, y después te besó y te pidió perdón- Dijo seria. Steve abrió lo boca después de un tiempo.

-Y varias veces, hasta te pidió de verse está tarde para arreglar las cosas e Irás, ¿O no?, porque, Vamos Lucila, ya sabemos que te encanta, ni te sale disimularlo. Y ya te pidió perdón, aunque me gustaría que me lo pidiera a mi también por lo menos una vez, pero no pido imposibles- Lucila ya venía medio colorada desde lo que dijo su hermana del corazón, y negando con la cabeza intentó hablar, pero Harrington no se lo permitió para poder proseguir- Pero eso Sí, tirate a la pileta de una, que ya sabés que está llena- Lu entendió a lo que se refería, y trataría, trataría de abrirse, de perdonarle del todo lo más rápido que pudiera a Billy, le costaría y lo sabía, pero tampoco era cosa de hacerse la inalcanzable, si a ella él le gustaba- Ahora, si te llega a lastimar o volver a hacer una de las suyas lo agarro, y ni vos, ni vos- Señaló a las chicas- Me frena, ¿Okey?

- Okey- Rió Lucila.

-A mi no me cierra- Finalizó Anne con cara de pocos amigos. Ambos la miraron- ¿Qué?, la estoy cuidando.

-¡Anne Smith!- La miró Steve con cara de ¡¿En serio?!

-¡Steve Harrington!- Respondió con una risita.

-¡No seas amargada, confundís a la pobre chica!- Dijo en un tono incrédulo.

-Agh, tranquilo Steve. Y vos, salí con el pibe, yo te arreglo, ¿A qué hora es?- La chica se dio cuenta de que no podía prohibirle a su amiga salir con el rubio.

-A las cuatro.

-¡¿A las cuatro?!, ¡Lucila!, ¡Son las tres!- Steve se pega en la frente con la mano.

-¿Qué?

-¡Terminá de comer!, ¡Santo Dios!, eres idiota eh, ¡Dale que no llegamos!- Ríe suspirando, el morocho hace los mismo, y Lucila se apura a terminar, también riendo, provocando que Anne la vuelva a apurar.
  En treinta minutos ya estaban todos en sus respectivas casas, Steve en la suya, y las otras dos, juntas. Lucila se lavaba los dientes mientras que Anne revisaba el armario.

-¿Estás segura que quedará bien si voy con otra ropa?- Grita desde el baño enjuagando ahora su cepillo.

-¡Sí!, ¡Obvio!- La chica se encontraba ahora decidiendo que prendas quedarían bien, entre el desastre que hizo, en una de las montañitas de ropa. Lucila salió del baño y dirigiose a la habitación.

-¡Anne!, ¡¿Qué hiciste?!- Gritó con los ojos bien abiertos.

-¿Qué?, estoy preparando lo que te pondrás- Agarró un vestido, dos remeras, un Jean y una pollera y pateó dos pares de calzado- Elegí.

-Ay Anne, cómo ordenarás esto...- Todavía, después de un año, no se acostumbraba a sus formas, se seguía sorprendiendo. Su amiga parecía estar más entusiasmada que ella.

-Con tu ayuda- La chica abrió grandes sus ojos.

- No, no, no, no, no... Estas muuuy confundida, ¡Mirá el desastre que hiciste!, ¿Y yo te tengo que...? Nanana, vos estas loca.

-Shhh, no es momento de discutir esto. Luego peleamos y terminas ayudándome.

-¿Qué?- Levantó sus dos cejas.

-¡Qué elijas!- Le sonrió mostrándole las prendas.

  La chica tardó, pero se decidió por una musculosa negra con una pollera tiró alto azul francia, y unas zapatillas. Terminose de prepararse y salió caminando hacia el encuentro. Tarde.

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Ya era tarde. Cuatro y media. Seguro no iría. Se lo tendría que haber imaginado. Mierda, ¿Tan basura había sido? Seguro. Se pasó las manos por la cara.

-Ah- Se quejó. Había olvidado aquél Moretón en su pómulo. Sacó su mano con rapidez. Ya está, ella no iría. Levantó del Banco una bolsita que había llevado y levantantose él también, decidido a irse, pero al alzar su cabeza la vió parada frente a él. Estaba preciosa.

-Hola- Dijo rápida y tímidamente ella.

-Hola- Dijo alivianado sonriéndole.

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Espero que, como siempre, les haya gustado y si tienen algo que decir, siempre pueden comentarlo. 18/04/19》》》