Billy Hargrove ¿Eres Tu?

¿Mormones?

El día había arrancado mejor de lo que esperaba, su madrastra y padre, si así se le podía decir, se habían retirado de la casa antes que de costumbre, y por suerte la mocosa seguía dormida. Hoy podría relajarse, sería un buen día, y lo cerraría con una cita con Lucila. Se sentó a desayunar, en silencio, pensando ¿Qué eran con esa chica? Osea, no eran nada serio, aunque daba como para, nunca se había sentido así. Pero no podía arruinar su reputación, ni su lugar en el grupo... Convengamos que una relación no le vendría bien y menos si la chica no es muy bien vista.
La pelirroja salió de la habitación en pijama y toda despeinada, refregaba sus ojos mientras arrastraba sus pantuflas hacia la cocina.

-Buenos días, ¿Quieres desayunar algo?- La chica lo miró e ignoró y agarró un vaso y sirvió agua de una jarra de la heladera- Genial- Presionó sus labios. Para qué gastarse en ser bueno con esa pendeja, sí ya le representa a todo lo que no quería. Para qué ser bueno si cuando lo era lo ignoraba o contestaba mal. Se levantó de la mesa, y fue a cambiarse, hoy se ejercitaría.
Comenzó a acomodar todo, agarró el equipo de pesas y comenzó a pasarlo a la sala, llenó una botella con agua y comenzó el circuito con abdominales. Prosiguió con sentadillas y luego flexiones.
Estaba cansado por lo que sé tomó un mini descanso, porque quería mantener su espectacular figura, Maxine tomó su patineta rota y se dirigió a su cuarto. Él, comenzó a pensar, mejor dicho recordar y esas cosas que realmente lo lastimaba, subió el volumen de la música y se prendió un pucho, y siguió entrenando, no tenía mucho más que hacer, ya iba por la número 19. Sonó el timbre. Giró la cabeza sobre su hombro "veintiuno" dijo. El timbre volvió a sonar mientras seguía levantando las pesas sobre sus hombros nuevamente sonó.

-Veintidós- Soltó las pesas- Max, ¿Vas a abrir o qué?- La chica no hacía nada, u el estaba entrenando, que se ocupara.

-¡Está bien!- El timbre sonó por vez número 1500000000.

-¡Por Dios Max!- Allí apareció la chica. Listo, podía seguir, de lo contrario abriría él. Siguió ejecutándose con su musculosa blanco que dejaba ver su trabajado cuerpo, mojado por el sudor. La pelirroja cerró ruidosamente la puerta. Listo, llegó a las treinta. Se acomodó sin dejar de trabajar sus brazos hasta dejar por completo las pesas donde corresponden, Se sacó el cigarrillo. Que raro que la chica saliera para ver quien tocaba, y más que tardara, la intriga, iría a ver quien era, o eso creyó mientras abría una lata y bebía si interior harta que Max entró apenas si abriendo la puerta, con rapidez y nerviosismo, oh, esperaba que no fuera ese niño. Ella iba a seguir su camino cuando la frenó al interrumpir el paso.

-¿Con quién demonios hablabas?- La chica tardó.

- Mormones- Oh, mentía, hizo ese gesto, apretó la cara, además de que ella no saldría a escucharlos.

-¿Mormones?- Dijo suspirando y ocultando una risa, tenía que no era verdad.

- Conversadores- Terminó y se fue, ¿De verdad esperaba que se tragara eso?, ¿Quién diablos había tocado la puerta? La abrió y notó que no había nadie, quien fuera que sea te se había ido. Seguro era ese maldito con el que dijo que no se niñata. Volvió a enterar.

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Eran las cuatro de la tarde cuando recién despertamos Lucila. Anne ya había despertado hace horas, y en ese momento se encontraba en la cocina. El sueño aún estaba presente tanto en su cara, notándose en su gesto adormecido y pinos enterrados con mil lagañas, en su cuero que daba torpes movimientos como en su momentáneamente su ronca voz. Sr dirigió hacia el comedor, no había nadie (Sus tutores dormían la siesta, luego tendrían que ir a una reunión de parte del padre) y fue al baño.
Luego se dirigió a la cocina e busca de comida, sí panza rígida mucho a su parecer, y ya había perdido tanto el desayuno como el almuerzo.

-Hola bella durmiente, ¿Cómo amaneciste?- La chica solo emitió un leve sonido mentes se refregaba lía ocurra.

-Hola, bien, ¿Cita ya te sentís mejor?

-Que bueno, y si, creo que sólo necesitaba descansar.

-Genial. Tengo hambre. - Acotó sentándose al desayunador.

-Te pondré una porción de pizza al microondas y luego puedes comer una paleta helada, hay varias en el freezer.

-Gracias bebé.

-Eres una vaga.

-Lo sé.

Pasaron la tarde haciendo nada, hablando, comiendo, jugando y volviendo a comer. Planearon la ropa para la fiesta del lunes y Anne confesó que ese mismo sábado tenía una cita con Clay en el cine por lo que ambas decidieron preparar qué ponerse para sus salidas, la rubia adecuándose al contexto del cine y la morocha con algo lindo, ya que no sabía dónde iría.
Una vez lista, y una vez las 7.00pm Anne se fue para ver a Clay, mientras Lucila comenzaba a vestirse: Se pondría unas zapatillas, unas cancan para no tener frío ya que usaría una pollera corta pero con vuelo y de color negro con un top de musculosa rosa ajustado al cuerpo y una campera de cuero negro. 7.50pm ya estaba lista, con la ropa y su largo y ondulado pelo suelto, dos argollas en sus orejas y un leve color rojizo en los labios y Rimel, cuando él teléfono sonó.

-¿Hola?

- Hola nena- Era Billy, ¿Por qué llamaba? Ya se verían ¿O no?- Lo de hoy se tendrá que cancelar- ¿Qué?

-¿Qué?

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《《Buenoo espero que les haya gustado aunque creo que este estuvo un poquito aburrido, perdón. Eu gracias por todo. Cualquier preg sobre la historia o los personajes porfa díganmela. 26/06/19》》