CHICA MALA (starco) (Pausada)

capítulo 32

Había mucho ruido en el piso de abajo. No sabía cómo estaban las cosas en esa parte de esta lugar, pero sabiendo el tipo de gente con la que estoy lidiando deben estar atrapando a cuánto chico puedan.

La organización de Jackie solo busca que nada se filtre sobre su trabajo, sobre su organización. Al estar yo aquí involucra a todos los que están en esta lugar.  Lo más seguro es que planean eliminar a todo aquel que haya tenido contacto conmigo. Lily y Óscar se les ha sumado un nivel más de dificultad para su tarea.

—no lo entiendo... ¿Por qué tú eres más fuerte que en ese entonces? —jackie volvió a preguntarme lo mismo que hace unos momentos.

—¿El poder del amor ? —respondí bromeando. —aunque, obtuve un poco de "energía" de marco, si me entiendes.

—tsk— gruñó, apretando los dientes y los puños. —solo buscas que pierda los estribos y no me concentre en mis ataques.

—¿Piensas eso? No tenía ese plan en mente, pero parece que tiene efecto. Me preguntó por qué será.

Jackie suspiro y me miró más concentrada que hace unos momentos. Vaya, veo que a logrado calmarse un poco. Es admirable de su parte. En unos segundos note como los ojos de Jackie se dirigían atrás de mi, entonces unos brazos me sujetaron por la espalda. Era uno de sus aliados que logró colarse del grupo que estaba tirado en el suelo, escondiéndose para buscar la oportunida perfecta para neutralizarme.

—estoy atrapada.

—eso te pasa por bajar la guardia. ¿Pensaste que esto iba a ser una pelea uno contra uno? Por favor, No tengo el tiempo suficiente para detenerte por mi cuenta. —jackie dijo. —voy a proteger a mi amigo de ti, bruja.

—¿Bruja? Veo que ya no tienes insultos más buenos. —sonrei.

En eso, escuché como algo rompió una de las paredes del piso inferior. Seguido de eso un ruido de un motor razono debajo de nosotros. Sonreí mostrando mis dientes.

—¿Que ha Sido eso? —jackie me miró.

—mi boleto de salida. Mira , pienso lo mismo que tú. Puedo acabarte ahora mismo pero tengo planes también. Aunque no lo parezca estoy preocupada por mi novio. No sé en dónde está y no tenerlo controlado me irrita.

—el no es un objeto que tú puedas controlar cuando quieras. Y ni pienses que te voy a dajar ir, estás acorralada.

—oh, te equivocas Jackie. Marco es mi lindo cachorro, y yo soy su dueña. Es el deber de una dueña cuidar de sus cachorros. Marco puede estar ahora mismo con alguien más revolcándose en la cama. —mire el suelo. —se que no pasara algo así por qué marco es fiel a su ama. Pero, imagínarme eso me pone de mal humor, me enfurece. —la mire a los ojos y ella noto el ligero brillo púrpura en ellos. —marco es mío, solo mío. Y tú estás evitando que me reuna con él.

—¿Que te pasa...? —. Retrocedió unos pasos mirándome desconcertada.

Lance mi cabeza hacia atrás para golpear el rostro de mi captor, luego, cuando sus brazos aflojaron su agarre safe mis brazos y gire alrededor de su cuerpo. Enrede mis brazos alrededor de su cuello, estire mis piernas en al aire y lo deje caer al suelo rompiéndole el cuello con un llave de lucha. Termine sentada en el suelo mirando a Jackie fríamente. Me levanté soltando el cuello del hombre y dando una voltereta en el piso.

—te lo digo en serio. Quítate de en medio o te mataré.

—lo haz... Matado...

Continue mirándola fijamente. "¿Vas acabar con ella?" Mi otra yo pregunto.

—apártate. —le ordene.

—tu, lo mataste... ¿Haz perdido ya la razón? ¿Sabes lo que significa un asesinato? No solo mi organización estará tras de ti, si no también la policía.

—ellos no sabrán de esto ya que es de tu organización. La cual por cierto no quieren que el mundo sepa de ellos. ¿Le dirás a la policía que un agente de una organización secreta murió en mis manos? Eso hará que los descubran y no quieres eso.

Caminé lentamente hacia ella. Jackie me miraba sin perder de vista mis movimientos. Llegué hasta colocarme a un paso. Su nariz y la mía casi se tocaban. Estaba completamente inmóvil, sin mover un párpado. Para ella todo este cambio que hubo en mi la está afectando, y eso es lo que buscaba.

—no quiero volver a verte. Si veo alguien más de tu organización o incluso a ti misma, no tendré piedad. —dije mirándola fijamente a los ojos. Jackie me observaba con  temor. Sonreí, disfrutando de su sufrimiento. —dices que protejeras a marco tú misma. Pero ni siquiera puedes protejerte a ti misma. Eres un fracaso para tu grupo. Eres débil, eres tonta e inservible. Desde el momento en que viste a marco te haz metido en un problema conmigo. Lo amo, lo amo de manera enfermiza. Es lo más importante para mí. Y si personas como tú se interponen los mataré.

La tomé de el cuello con mi mano y la levanté del suelo. Jackie llevo sus manos agarrando mi brazo. Pero era inútil, ahora era más fuerte que nadie. Con mi sonrisa Jackie sentís pánico y desesperación.

—¿Que se siente tener miedo? Que se siente saber qué vas a morir.... Me preguntó yo.

solté un ligera risa. Jackie abrió sus ojos desesperada. Estaba por aplastarle el cuello cuando una imagen de marco mirándome con temor, con miedo hizo que la soltará. No, no quiero que él me mire de esa manera. Mire a Jackie quien respiraba y tosia en el suelo. Creo que al menos ya aprendió la lección.

—eres... Un mounstro.—susurro observando me con miedo.

—si Jackie tienes razón. —susurre, mirándola con ojos oscuros y fríos.—soy un mounstro que está enferma de amor.

Luego, le di una patada en la cara que la mando volando en el aire hasta estrellarse con la pared al final del pasillo, quedando inconsiente. Mis manos estaban manchadas de sangre ahora. Que pensaría marco de mi. No debe saber lo que soy.. lo que es mi familia .

"Tú naturaleza y la maldición de tu familia. ¿Cuánto tiempo podrás ocultarse lo? "Dijo ella riendo.

Abrí los ojos. Bajé al piso inferior y ya no había nadie ahí, todos habían huido ya que los cuerpos inconscientes de los agentes estaban por todas partes. Subí las escaleras al exterior y ahí estaba una furgoneta gris. Las paredes de la entrada y salida estaba derruidas y el frente del vehículo magullado.

—ya voy marco. Solo espérame. —me dije a mi misma mientras caminaba hacia la furgoneta, mientras el viento golpeaba mi rostro.

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