Prófugos

Capítulo IV: Ring, ring

-Linda, no quiero exaltarte pero tenemos cuatro días para escapar y tu novio está ahí parado desde hace mucho
-Qué notas de raro en ese sujeto? -pregunté sin responderle-.
Se quedó analizándolo, y luego empezó a decir lo que esperaba, estupideces.
-Su color de piel, gran trasero, tiene un hombre sin una mano, más negros que blancos? No lo se Alex. Dímelo tu.
-Es por esa razón que estoy con Michael. -sonreí burlonamente-. Tiene un teléfono James!
-Oh! Cierto.
-Si se lo quitamos podemos ganar ventaja para planear el escape.
-Y exactamente como planeas hace eso linda? -preguntó-.
-Me sorprende que no hayas escuchado de mí, pero en fin, te tocara verme en acción.
Le guiñé un ojo y me volví hacia Mike.
Cuándo llegué, estaba con McGrady.
-Hola Lexa. Cómo va todo? -saludo el chico-.
Esboce una sonrisa, me recordó a Margot.
-Hola niño, aún seguimos aquí aso que no tan bien.
-Bueno los dejo chicos, nos vemos luego.
Se alejo unos cuantos metros y Michael comenzó.
-Bien cariño, espero que lo que hayas estado observando sea el teléfono y no a Bagwell.
-Me descubriste, admito que me gustan los mancos.
Reímos, era bueno saber que a pesar del lugar, aún teníamos nuestra química incomprendida.
-La batería del teléfono puede durar de tres a ocho horas. Es muy utilizado por él, así que por el exceso de carga solo retiene cinco horas de uso. Siempre se lo da a "Samy", mano derecha al parecer. El cargador debe estar cerca de la entrada, no tarda mucho entrar y en salir, además es un lugar más cercano para establece los cables de electricidad.
-Sorprendente. Una vez más pruebas que la belleza y la inteligencia pueden ir de la mano.
Me sonroje pero me gusto el comentario, cursi pero divertido.
-Cómo descubriste eso si tan sólo observaste menos de veinte minutos? -continuó-.
-Puede que conozcas cada rincón de mi cuerpo, pero aún te falta saber algo de mi cabeza.
-Ilustrame.
-Ciencia de la deducción. Tal como mi querido Sherlock Holmes, me interesé por esa maravilla y al final dió frutos.
-Entonces puedes adivinar lo que estoy sintiendo o pensando?
-Algo así.
-Inténtalo bonita.
Me pare frente a él, lo examine antes de hablar y empecé.
-A pesar de estar en la cárcel de nuevo no te sientes tan abrumado, estás feliz de que éste contigo y no como Lj, tu ropa te incomoda pero prefieres quedarte la antes que quitársela a un muerto, te comes las uñas cuando estas muy concentrado y eso fue hace unos minutos mientras probaba girar esa cerradura, lo que hago te excita, por eso esa pequeña sonrisa que aperce en ti cara mientras hablo además de que tu amigo esta a punto de asomarce.
-Eres muy observadora. -rodeó con sus brazos mi cadera y me acerco a él-. Crees que yo pueda intentarlo?
-Dame lo mejor Scofield.
-Bien, te gusta mostraré inalcanzable para algunas personas, puedes ser egocéntrica por fuera pero tienes un enorme corazón dentro. Te llevas mejor con hombres que con mujeres pues son los más interesados en ti. Siempre que te pones nerviosa juegas con tus uñas provocando un tic.
-Nada mal ingeniero estructural.
-Nada mal gatita.
-Alexandra Varay! Tienes visita. -se oyó por el altavoz-.
-Me encargaré del teléfono, ve con calma.
Le di un beso y me dirigí a la sala de visitas.
Como lo supuse ahí estaba Susan, la abogada. Después de unos papeleos, al final dijo lo siguiente:
-Bueno Alex, si las cosas ahí dentro siguen igual, mañana tendrás que acompañarnos a declarar y a visitar al juez.
-A que se refiere si las cosas siguen igual? -pregunté-.
-Tu sabes linda. Te veo mañana.
-NO, no se!
Dió media vuelta y se alejó con su corto vestido negro, raro para una abogada.
Regrese a la prisión y mientas cruzaba me tope con Michael en el camino.
-Vino Lincoln, espero que traiga noticias.
Le mostré mis dedos cruzados y seguí avanzando.
Entre a la celda de Mike y me recoste un rato, el calor estaba infernal. Bebí un poco de agua y espere a Michael.
De pronto, apareció.
-Ey! Voy a hablar con McGrady, me acompañas?
-Será más divertido que ver por la ventana.
Bajamos hasta el patio, estaba jugando con una canasta pegada a la pared.
-Puedes conseguirne in teléfono? -preguntó Michael-.
-No viejo, están prohibidos cuando se enteraron que aún hacían negocios aquí dentro. Solo queda el de Lechero y no me gustaría meterme con él.
-Haces lo correcto chico. -le dió unas palmadas en la espalda y nos introducimos a las celdas de nuevo-.
-Oye! Americano. En que puedo ayudar? -grito Whistler-.
-Por ahora, no estorbes.
-Vamos. Tu me sacaras confío en ti, puedo ser útil.
-Hasta que no me digas quién eres y porque te quieren fuera no abandonaremos éste lugar.
-Soy un pescador.
-Enserio? Y yo soy Mata Hari reencarnada. -respondí volteando los ojos-.
Michael me hizo un ademán de que enfrente de nosotros T-Bag estaba bajando, y yo le señale que no había nadie en el cuarto de Lechero.
-Tu ve por el manco y yo investigate del móvil.
-Ten cuidado.
Dejamos a James hablando solo y nos separamos por un fin común.
Una vez ahí, revise que no estuviera nadie, me asome para ver si el teléfono estaba conectado, no lo estaba. Debía traerlo Lechero o... SAMY!
Apareció detrás de mi.
-Qué andas husmeando mujer?
-Yo... Solo quería algo para pasar el rato -señale mi nariz para que supiera a que me refería-.
-Tienes dinero?
Le mostré el pequeño fajo que traía.
-Ve a artículos extraviados ellos te abastecerán.
Me iba a dirigir a la salida pero me tomo del brazo.
-Si te vuelo a ver aquí, serás la nueva perra y no de Lechero. Mía.
No pude con la ira y le solté un rodillazo en la entre pierna.
-No soy perra de nadie y no te tengo miedo negro.
Me aleje, busque a Michael y le pregunté como le había ído.
-Conseguí al infiltrado. Tú que tal?
-Se donde esta el cargador pero alguien se ganó un rodillazo.
-Ahora quién?
-Samy.
-Bastardo.
Iba a agregar algo más pero llegó James a interrumpirnos.
-Oye Scofield! Se ésto hasta ahora: Tú hermano ha estado siguiendo a mi novia y le quito un libro que es mío. Lo quito de vuelta!
-Tienes novia? -preguntó poco asombrada-. Vaya perros que son.
Michael arqueo una ceja.
-Alguna vez lo fuiste cariño.
-Entonces cuando tendré mi libro? -exigió Whistler-.
-Qué contiene?
-Nada que te importe.
-Cuando salgamos lo recuperarás.
-Y cuando será eso, eh? Hasta ahora no he visto ningún avance.
-Dejame decirte algo James -contestó Michael enojado-, personas malas tienen a mi sobrino y casi atrapan a Alex, lo que me importa es sacar a mi novia de aquí y arrebatarles a mi sobrino de sus garras, no tú. Solo ellos.
Lo esquivamos y nos sentamos en una banca, mirando hacia T-Bag, él se dio cuenta y nos hizo un gesto de esperar.
Tardó caso una hora en darnos el teléfono.
-Solo tienes treinta minutos bonito, si no todos nuestros traseros caerán juntos.
Nos metimos a la celda y Bagwell se quedó vigilando.
Le llamó a Lincoln.
Al parecer habían acordado una llamada con Lj para saber que estaba bien y averiguar donde lo tenían.
-Tengo que llevarmelo bonito, ya esta saliendo! -se asomó Theodore-.
-Necesito dos minutos. Distraelo.
-Te doy quince segundos.
Salio y poco después Michael colgó.
-Yo lo llevo.
-No Alex, te descubrirán.
-Oye! Yo puedo, dámelo. No perdamos tiempo.
-Vuelve intacta.
Me lo entregó y subí corriendo hacia su cuarto, estaban en el pasillo cuando entré, después conecte el teléfono y escuche que ya habían llegado junto con T-Bag.
-Oiga patrón, tengo que decirle algo. -dijo Bagwell-.
-Qué sucede?
-Creo... Creo que lo cortaron.
Aproveche eso y salí por una de las habitaciones esperando que nadie lo haya notado.
Saliendo me dirigí a la celda con Michael, pero escuche que Mahone estaba hablando con nuestro amigo en común: James Whistler.
-Entonces, puedo confiar en Scofield?
-Depende de para que.
-Quiero saber si es peligroso o algo así.
-Lo es si alguien a quien ama esta en peligro.
-Qué hay de la chica?
-Alexandra es una mujer muy inteligente, puede hacer que tu solo te mates sin ponerte un dedo encima, ella es peligrosa, y si la tocas Michael irá sobre ti.
Me alejé del lugar, pronto terminaría su conversación y no quería que me vieran.
Cuando llegue, Michael estaba sentado en la ventana, observando las torres.
-Hay noticias? -pregunté mientras subía a la cama-.
-Lo encontró pero lograron escapar. Me dió ésta.
Me mostró una fotografía de su sobrino, era como un Lincoln pequeño y delgado.
-Pronto saldremos de aquí, los encontraremos y...
-Puedo hablar contigo -interrumpió Whistler-.
Hizo un ademán con la cabeza para que iniciara.
-Tenemos algo en común, tu sobrino y mi novia Sofía, lo retendrán hasta que me saques de aquí y yo estoy aquí por Sofía.
-A menos que a Sofía le apunten con un arma no tenemos nada en común.
-Estoy agotada, pueden llevar su pelea afuera? Gracias.
Se voltearon a ver y salieron al mismo tiempo, yo me reviste y no tarde mucho en dormirme.
.
Al día siguiente, traté de peinar mi cabello y limpiar un poco mi ropa, iría a ver a la abogada y podría logar algún acuerdo.
Cuando me levante, vi que Michael no estaba, lo busqué por toda la prisión, estaba discutiendo con Mahone.
-Creo que la pregunta es: qué te hará la compañía si sabe que liquidate a su pescador? -comentó Mike antes de que Mahone se fuera-.
-Pero que duró Scofield, la prisión te hace daño. -dije risueña-.
-Te ves hermosa. -dijo con sonrisa boba-.
-Vamos, no me he bañado y traigo la misma ropa de hace dos días.
-Tu siempre te ves hermosa Alex, siempre.
-Alexandra! Tu abogada llegó. -gritaron por el altavoz-.
-Suerte linda.
Me despedí de él con un beso y baje, los guardias me esperaron, pusieron unas esposas y me llevaron con Susan.
-Hola querida! Si me prometes que no harás algo estúpido dejare que te las quiten.
-Bien, bien no te mataré ni intentaré escapar.
Hizo un gesto para que las quitaran y luego subíamos a un carro negro. Había dos hombres adelante y Susan y yo estábamos en la parte de atrás.
De pronto le llamaron.
-Hola. Si la tengo, en donde la quieres? Con el chico? Vale.
Mi corazón empezó a latir muy rápido, eso fue suficiente para dar cuenta que no era una cita de abogado-cliente.
-Apuesto a que eres Gretchen y no será una linda charla lo que haremos hoy. -dije sin verla-.
-Estas en lo correcto Alex.
Me dio una descarga eléctrica en el abdomen, lo último que recuerdo fue la sensación de electricidad corriendo por mi cuerpo.
Iba a ser una muy divertida entrevista.