Capítulo VI: Retraso

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-OH mierda, pero que te paso Alex? -preguntó Whistler mientras trataba de cargarme-.
-Te contaré luego... Ayudame a pararme.
Lo tome de las manos y trate de ponerme de pie, al dar el primer paso las piernas me fallaron y de nuevo caí al piso.
-Mahone! Ven rápido.
Escuche los pasos de Alexander, cada vez se acercaba más.
-Dios, Alexandra, quien te hizo eso?!
-Se los diré si me prometen no decirle a Michael nada de ésto. -dije entre quejidos-.
-Y como sabes que no se dará cuenta mujer? -dijo James mientras me sostenía de un brazo-.
-Porque ustedes me van a curar.
Avanzamos rápidamente hacia la celda Mahone, me recosté boca abajo y le pedí a Mahone que descubriera mi espalda.
Oí como callaba sus gritos de horror.
-Vamos nenas, no debe estar tan mal. -dije entre burlas y quejidos-.
-Dios, esta bien, pero tal vez duela. -dijo Whistler con la mano en la boca-. Traeré agua, ropa y algo de alcohol.
Salió de la habitación y me quedé sola con Alexander.
-Quién te lo hizo? -preguntó con mucha seriedad-.
-Gretchen Morgan, la perra que secuestró a Lj y quiere a Whistler fuera.
Se quedó en silencio el resto del tiempo hasta que llegó James.
-Necesitamos quitarte la playera, con esa te limpiaremos las heridas.
Asentí, levante mi cuerpo lo más que pude para que ellos pudieran sacarla. Cuando lo lograron, me desplomé sobre mi abdomen.
Con cuidado, Mahone empezó a lavar mi espalda para quitar toda la sangre que se había acumulado, después, Whistler vacío el alcohol sobre mi, esa fue la peor parte de todo, comprendí que había otras formas más extrañas de embriagarse.
-Cómo piensas cubrirlas para que no se te infecten? -preguntó James-.
-Podría ir con Lechero y distraerlo, luego... MICHAEL!
-Michael no debe saber Alexander, ya te lo había dicho.
Todo se quedó en silencio, no quería voltear porque sabría lo que vería.
-Hola cariño, como va todo? -dije finalmente con una falsa sonrisa-.
-Alex?! Cuando llegaste? Que te pasó? .
-Hace unos treinta minutos tal vez? .
-Y por qué no tienes playera? No es que no me guste, pero hay demasiadas personas aquí.
-Oh! Tuvimos un accidente de auto y jo autorizaron que me llevarán al hospital así que... Me estaban curando.
-Dejame ver.
-Ya estoy mejor, sabes, pronto sanarán.
Suspiro y se acerco a mi, con poca fuerza me tiro boca abajo y delicadamente recorrió mi espalda con sus dedos.
-Esto no fue de un choque Alexandra, dime que te pasó!
-Me cayeron los vidrios cuando estaba acostada en el carro, solo los quitaron y la abogada me curo antes del juicio que se tuve que posponer y por eso apenas llegue. -mentí-.
Se acerco a mi cara, me vio a los ojos tratando de descifrar si decía la verdad o no.
-Estaré bien cariño, puedo con esto.
-Lo sé, te amo. -me dio un beso en la frente y se levantó-.
-Iré por gazas y medicina, cuiden la mientras no estoy. Y Mahone, consigue una escalera.
-Qué hay del plan? -preguntó James-.
-Sigue en pie, ella lo logrará.
Michael y Mahone salieron al mismo tiempo, me quedé sola con Whistler.
-Podemos llegar a un acuerdo mujer. No quieres que se entere que Gretchen te hizo eso o si no cargará con culpa y mucha, mucha responsabilidad y yo tampoco lo quiero pues, sería hombre muerto.
-Nuestro trato consiste en no decir nada sobre tu otra novia y su obsecion por lastimar?
-No es mi novia y si. Tu decides, romper a Michael con culpa o cerrar la boca. -me sorprendío como formuló tan bien su amenaza-.
-Lo hare, y no por ti imbécil.
Me voltee y tome una siesta de diez minutos hasta que Michael regresó.
-Toma ésto.
Me dio una pastilla y un poco de agua, luego, me untó algo cremoso en la espalda y me cubrió con las vendas.
Me puse con cuidado la playera que James había traído y me senté levante para estirar las piernas.
Salí con Michael para tomar un poco de aire.
-Michael, si hoy no pudiera salir, tu... solo preocupate por Lj, puedp cuidarme, solo, aléjate lo más que puedas de aquí.
-No vuelvas a decir eso, si tu no vas con nosotros, yo tampoco saldré, no te dejaré.
-Es mejor que pase un par de años a que Lincoln pierda para siempre a su hijo.
Me tomo del rostro y me acerco a él, nos quedamos un par de minutos en silencio hasta que asintió.
Cuándo regresamos, Mahone ya tenía el material.
-Conseguí cuerdas, les toca el resto.
Tome una parte de las cuerdas y junto con Whistler y Mike, las trenzamos.
-Si no sobreviví al salir de aquí, dale esto a mi novia. -le entregó una carta a Michael-. Podría hacer lo mismo por ti.
-Solo concentrate en cumplir tu parte del trato.
-Y bien... A que hora saldremos?
-A las 3:13, en la celda de Samy, debemos estar ahí a las dos para quitar la reja y colgar la escalera.
-Por que a las dos? -preguntó James-.
-Porque a esa hora todos bajan a jugar fútbol.
-Estas seguro que no esta sucediendo ya?
Al mismo tiempo que pregunte, los dos salieron del cuarto y bajamos a ver que ocurría.
Había un hombre muerto, apuñalado en la yugular, no lo reconocía pero Michael, Whistler y Mahone sí.
-Alguien violo nuestras reglas, y quien lo haya hecho, sufrirá las consecuencias,. -dijo Lechero-.
Subimos de nuevo a la celda, mientras ellos discutían sobre lo que había sucedido, yo me dispuse a terminar de trenza las cuerdas, hasta que los hombres de Lechero llegaron.
-Lechero te quiere ver. -señalaron a Whistler-.
-Por qué?
-Porque exige una confesión.
-El no ha hecho nada, sueltenlo. -exigí-.
-Callate mujer o tu también declararás.
Se lo llevaron casi cargando, si lo mataba, estábamos jodidos.
Michael y yo empezamos a hacer teorías, nuestro segundo sospechoso fue Bellick, así que decidimos hacerle una linda visita.
-Qué hay panson? -dije cuando entramos en su celda-.
-Escucha, no te aprecio, ni te respeto, pero si me dices porque mataste a ese sujeto te ignoraré menos.
-Vamos, yo no lo maté.
-Se de lo que eres capaz Bellick, -dije-.
-Muchas veces tuve ganas de jalar el gatillo cuando les apuntaba pero... Qué te pasa? -me volteó a ver-.
Estaba sudando mucho, tenía los labios secos y me dolía el estómago.
-Solo tengo calor -disimule-.
Michael volteo con una mirada preocupada, nos fuimos de ahí y me dijo que me quedara a descansar en la celda, no me negué, me recoste, tome agua y por esa estupidez casi muero ahogada, escupi el agua y lo que salío fue un pequeño chorro de sangre.
La boca me supo a metal, tenía escalofríos y una horrible sensación me recorría el cuerpo, tome mi pulso, tenia fiebre y probablemente una hemorragia interna.
Con leves respiraciones logré calmarme y reducir la fiebre, tome otra pastilla para el dolor de abdomen y limpie las gotas de sudor de mi frente.
Perdí conciencia.
Unos pasos me alarmaron, era Michael, se sentó en la cama y contempló un anillo.
-Para que es eso? -dije débilmente-.
-Para nada, -lo escondió en su palma-. Como sigues? -tocó mi frente-. Sigues caliente bonita.
-Me siento algo mejor -falsa sonrisa de nuevo-.
Bajo la mirada y vio una gota de sangre en la cama.
-Qué carajo?
Apreté los labios, por suerte, había una cuchillo ensangrentado debajo del colchón de arriba... HABÍA UN CUCHILLO EN LA CAMA DE MAHONE!
-Por Lucifer, el lo hizo?
-Tal parece, tendremos una amigable platica, ahora regreso.
-Michael, espera...
Empecé a toser de nuevo, el líquido rojo salió disparado a mi antebrazo. Me doble del dolor, pero tenía que ver que sucedía, seguí a Michael de lejos, Mahone parecía no haberlo hecho, pero si tienes un cuchillo ensangrentado debajo del colchón y darías todo por salir de esta posilga, no había dudas; después, lo intersecte cuando subía hacia la habitación de Lechero.
-Bien Watson, tenemos al asesino -dije mientras tomaba su brazo-.
-Debería ser Sherlock, yo descubrí la evidencia.
-Solo por hoy, te cederé mi lugar.
Sonreímos al mismo tiempo.
-Quiero ver a Lechero, se quien lo mató.
-Ni lo sueñes. -dijo Samy bloqueandonos la entrada-.
-LECHERO! -grite con las escasas fuerzas que conservaba-.
Michael le entregó el cuchillo y volteamos al patio a buscar a Mahone, y... Sorpresa! Estaba siendo extraditado a su juicio.
-Mierda. -agache la cabeza y di un fuerte suspiro-.
-NO, creeme, encontré el cuchillo bajo su colchón. Whistler no lo hizo, es suficiente evidencia.
-Un testigo lo vio subir por esas escaleras merece su castigo!
-Eso no es castigo es asesinato!
-Tienes razón, lo es...
Tome el cuchillo y lo encajo, pero no en Whistler, si no en uno de sus hombres.
La presión se me bajo y al igual que ésta, caí al suelo.
Cuándo recobre la conciencia, estaba Whistler a mi lado.
-Y Mike?
-Tenía una visita.
-Oh. Oye, necesito orinar, podrías ayudarme a bajar?
-Claro. Nunca había escuchado a una dama decir orinar.
-Orinar. -dije sonriendo-.
Rió un poco y luego me levantó.
Hice lo que tenía que hacer y salí casi inmediato.
-Toma, te traje agua.
Agredeci y tome un gran sorbo.
Un ataque de toz me invadió al mismo tiempo que aparecía Michael.
MIERDA, VA A DESCUBRIRLO. -pense-.
Cubrí mi boca con un pedazo de papel, después lo hice bolita y lo apreté en el puño.
-Enséñame tu mano Alex. -dijo Michael-.
-Solo es un papel.
-Dámelo Alex.
Lo entregué, apretó los labios y varios segundos después jalo a Whistler.
-POR TU CULPA ELLA ESTA MURIENDO, TU MALDITA JEFA LE HIZO ESO, LA TORTURÓ Y AHORA LA ESTÁ MATANDO!
-Oye cálmate Michael, relajate.
-No Whistler, no hasta que te mate.
Lanzó una pata de pollo hacia el suelo, incrédula me asomé para confirmar lo que había visto. Era real.
Mixahel salió de la bola de reos y me cargo en brazos hasta su celda.
-Oye, oye! Qué fue eso?
-Una distracción, en parte.
-En parte?
-Si.
-Bien, estas molesto porque no te dije la verdad, pero, fue para no darte más cargas, no me gusta que pongas a todo el mundo sobre tus hombros.
-Alex, tu eres mi mundo, y ahora se está desmoronando, debo cargarte en mis hombros para salvarte, porque si te pasa algo...
-Shh... Soy fuerte recuerdas? Nada me pasará. Al final del día todo estará bien.
Unimos nuestros labios unos segundos, eso lo hizo sonreír y yo amaba cuando lo hacía.
.
Whistler se recargo en la reja, Michael tocó su hombro y luego le propinó un puñetazo.
-No te mataré, pero eso, eso te lo merecías.
-Y para que me retaste? -dijo mientras se tocaba la nariz-.
-Necesitábamos una distracción.
-Y a ellos? Los dejaras libres?
-No, a ellos si los mataré. Pero eso será después, necesito almohadas, cinco o seis. Ahora.
Me levante para ayudarle pero Michael me sentó de nuevo.
-Tu guarda tus fuerzas, lo tenemos cubierto, si?
-Bien.
Whistler regresó con las almohadas, y las puso en una cama, después, la movía hacia donde estaba Michael.
Michael se quito la sudadera y sus brazos quedaron descubiertos, tomó un garrote y lo safo.
-Será raro si digo que eso me excito? -dije mientras me mordía mi labio-.
-No me tienes Lucifer, porque sabes que lo haría en éste momento -dijo Michael con una mirada pícara-.
-Qué bueno que no has perdido tu sentido del humor Alex.
Mike quitó los demás barrotes de prisa y luego sujeto la escalera al último.
-Qué pasa si nos atrapan? -preguntó Whistler-.
-Sólo te quedas quieto y te tiras.
Michael reflexionó un momento y luego comentó:
-Al primero que salgavean es al que dispararan, y no puede ser tú y menos ella. Yo iré primero.
-No es buen momento para hacerte el heroe Scofield.
-Te dije que haría lo que fuera para sacarte.
-Saldremos todos vivitos y coleando. Punto.
-Y aquí viene, tres... Dos... Uno... Ahora. -decía Whistler-.
Empezamos a quitar la reja, pero a lo lejos oímos unos pasos.
Me escondí debajo de la cama con Michael, era Samy el que estaba en el cuarto, cuando se fue, salimos de nuestro polvoso escondite y abrimos la ventana.
-Suerte, te amo.
-Y yo a ti.
Michael bajo primero, le siguió Whistler y cuando estaba por hacerlo el resplandor se empezaba a apagar.
-Regresen! Regresen!
Con todo y el dolor me deje caer en la pila de almohadas y ayude a Whistler a hacer lo mismo.
-Vamos Michael toma mi mano, ya casi...
En el último momento subimos a Michael y la escalera.
-Casi me da diabetes. -dije con el brazo en la frente-.
Cuándo estábamos arreglando todo, escuchamos qué Samy buscaba al los chicos del club de la pelea.
-Arreglenlo rápido, no pueden encontrarnos aquí.
En menos de treinta segundos acabamos y nos separamos a distintas partes.
Yo baje al patio, ellos hablaban con Lechero para cancelar la pelea pero no fue posible, bajaron a la arena y el imbécil de Whistler lanzó el primer golpe.
Michael lo siguió, durante unos minutos paraban, pero se veían forzados a seguir la pela. Whistler golpeó a Mike en la tráquea y luego remató con un golpe en la mejilla, él se quedó arrodillado, yo solo me llevé las manos a la boca.
Whistler tomó una piedra y la alzó sobre la cabeza de Michael, el miedo me controló, salí corriendo hacia ellos y de una patada le arrebate la piedra de la mano, lo derribe y justo después de eso, una horrible alarma empezó a sonar.
Todos nos pusimos de rodillas con las manos en la cabeza, un hombre empezó a pasearse mientras nos decía que había sucedido.
-Alguien intentó escapar de la celda 213, que si no mal recuerdo, pertenece a uno de tus hombres, no? -se dirigió a Lechero-. Tu! Levántate.
Señaló a un hombre que estaba junto a mi.
-Eres un de los hombres de Lechero?
No respondió, los nervios lo invadieron y una bala le atravesó el estómago.
No hice ningún gesto, me mantenía calmada.
-Te doy todo lo que me pides y así me lo pagas, tal vez tenga que buscarte un remplazo -dijo antes de irse-.
Todos nos levantamos, fui al baño a mojarme la cara, me empezaba a sentir mal de nuevo y no era un buen momento.
Alguien me toco el hombre, lo acorrale contra la pared y me di cuenta que era James.
-Lo siento, no quería asustarte.
Lo solté y me volví a recargar en el lavabo. Segundos después llegó Michael.
-Oye, lamento lo que pasó allá afuera, no quería...
-Ya pasó.
-No lo hubiera soportado.
-Qué suerte que no lo descubrimos -dije con la mirada baja-.
Samy y otro hombre también llegaron al baño.
-Oye, Scofield, sabe por qué estamos aquí?
-Tu madre se emborracho y cojio con un vagabundo. -dije burlonamente-.
-Enserio! Dónde conseguiste a tu perra? Es muy divertida.
-Dile perra una vez más y te sacaré los dientes -amenazó Whistler-.
Lo acorraló con un cuchillo y ordenó que se llevaran a Michael.
-Cuida lo que dices imbecil. -lo golpeó y luego se fue-.
-Gracias. No tenias que.
-Casi mató a tu novio, estamos a mano.
-No, no es cierto. -sonreí y seguí a los hombre de negro-.
Me dirigí a nuestra celda, revise que tal iban los latigazos y mi abdomen, el dolor iba cediendo un poco, una voz me resultó familiar, me acerque a la ventana y mis demonios se esfumaron de sus cadenas, me quedé sin habla, Michael me vio y se acerco a mi.
-Todo bien hermosa?
-E-es ella. E-lla es Gretchen.








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