Prófugos

Capítulo IX: Ojo por M

Michael escuchó cada palabra atentamente, no me quitaba la vista de encima, era como si sintiera por lo que yo pasé en el último año, cuando acabé el limpio una pequeña lágrima que se escurrió por mí mejilla, se arrodilló y colocó sus manos en mi rostro, yo las tome suavemente y el se dispuso a hablar:
-No puedo imaginarme toda la ira y el dolor que has sentido, has sido independiente desde pequeña y has aprendido a cuidar tus espaldas tú sola, por suerte para ambos no somos tan diferentes... Yo perdí a mis padres a muy temprana edad, pero Lincoln fue mi apoyo en esa situacion, siempre estuvo cuando lo necesite y ahora es mi turno, pero descubrí a otra persona que también necesita apoyó y que incluso puede estar más quebrada que mi hermano... Tú... Déjame ayudarte a superar esos tragos amargos, déjame estar contigo durante y después de esta prisión... Déjame ser tu compañero.
No supe cómo reaccionar. Nadie absolutamente nadie se había interesado tanto en la mujer detrás de la criminal, era un sentimiento nuevo, después de Mahone no quise confiar en nadie más, pero Michael tenía esa chispa que te impulsa a intentar otra vez y sin pensarlo más le dije que si.
Se levantó el primero y me ayudó después, luego, salimos al patio para el descanso, me estuvo contando anécdotas de cuando eran pequeños el y Lincoln, algunas eran divertidas mientras que otras eran difíciles, yo escuchaba atentamente, guardando cada gesto que hacía al recordar esos momentos, me encantaba cuando arrugaba su nariz al sonreír, me perdía en sus ojos azules y después bajaba hasta la bella curva de su sonrisa...
Fue el receso más corto que haya tenido; regresamos a nuestras celdas y antes de que nos separamos el me dio una grulla de origami y me susurró:
-La grulla es símbolo de protección hacia seres queridos, yo soy tu grulla Alex, y tú eres la mía...
Enseguida de que el terminara esas palabras me lanze hacia el y lo besé disfrutando todas la sensaciones que su boca podía darme.
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Al día siguiente no nos hablaron para ir a M, y cuando vimos que otros reos entraron a la sala de guardias nos juntamos para deducir ¿cómo? y ¿por qué?
Estando ahí Abruzzi dijo que no le había llegado su paga a Bellick y que lo amenazó con quitarle privilegios, además de que al reo que le había sacado el ojo era el nuevo jefe y por supuesto que no nos incluiría al equipo, y para acabar T-bag se había interesado en otro reo adolescente...
Trabajé con John para poder tener el dinero del jefe y que volviéramos a trabajar mientras que Mike protegería a Tweener de Bagwell.
Cuando Abruzzi terminó la llamada pregunté:
-Cómo es que a un mafioso tan temido como tú se le puede acabar la plata?
-Cómo puede ser que una mujer como tú esté aquí? Sin ofender pero pareces princesa de papi
-Tal vez no lo sabes pero ni siquiera conocí a mis padres, y mucho menos sería una princesa, no soy inútil aprendí con golpes y fuertes caídas.
-Sabes, quería disculparme por lo del otro día, no quería incomodarte solo ponte en los zapatos de todo hombre que te ve.
-Bueno ya que no tengo derecho a llamadas para pedir mi propio avión... Acepto las disculpas
-Además de linda, misteriosa, por eso traes a Fish comiendo de tu mano
-Una debe aprovechar sus virtudes ¿no?
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Durante la noche, T-bag empezo a cantarle al nuevo reo, el estaba aterrorizado, al parecer Michael no le había ido muy bien evitando que Theodore lo trajera prensado todo el tiempo; Michael también estaba en la reja viéndolo, saque mi mano para tomar la suya y le hice una caricia para indicar que se relajara, salvaríamos a ese chico del imbécil de T-bag.