Capítulo VI: El tren

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Encendí el televisor, en todos los canales estaba el arresto de Michael y Linc, me quedé atónita cuando escuché que regresarían a Fox River y que la ejecución de Lincoln se reprogramaría.
Me tire en la cama y me llegó un olor desagradable, aún traía la chamarra de Kellerman, caí rendida en un profundo sueño hasta que alguien llamó a la puerta.
-Quien es...? -pregunte somnolienta-
-Servicio de limpieza.
-Puede venir en la tarde?
-Son las 3 señorita.
Me levante de un salto, como había dormido tanto? Arregle mi cabello en un chongo y salí de ahí con la chamarra de Kellerman.
Sonreí a la mujer y me subí al auto.
Sincronice el radio para escuchar las noticias, aún trataban sobre la captura de Mike y Lincoln; después de un rato vi que la mujer se fue y decidí darme una ducha, estaba a punto de desnudarme cuando una duda me surgió: -Qué ropa limpia usaría?
Salí del cuarto de nuevo con la chamarra para cubrir la herida y conduje hasta el centro, camine hasta encontrar una tienda de ropa y me adentre a buscar algo que no costara más de 30 dólares.
La gente me mira a raro, no sabía si era por el olor o por mi "impecable" apariencia. Me apresure a encontrar lo que necesitaba, escogí unos jeans negros, dos playeras, una blanca y otra rayada, y una gorra.
La cajera me miro un tanto ansiosa, yo trate de parecer normal mientras hacía su trabajo, una vez que acabo regrese al carro y  cuando encontré otra farmacia compre un bendito desodorante.
.
La mejor ducha.
Nunca había extrañado tanto un baño, me sentía sucia y sentí la necesidad de quemar la anterior ropa, podría asfixiar a un animal con ella.
Me vestí con los jeans y la playera blanca, eran como las siete y media, pedí algo de cenar y me recoste en la cama, encendí el televisor y un video de Michael me hizo pasarme un trozo de hamburguesa sin masticar.
Al parecer habían escapado cuando los trasladaban y había herido a Mahone, después de eso rodaron un video de ellos donde Lincoln declaraba que el no había matado al vicepresidente, según ésto se había suicidado en un hotel cuando ya lo habían contactado, Michael me pidió disculpas por haberme involucrado, memorice todos sus gestos y palabras, cuando acabo busqué el video de nuevo, había algo que me resultaba familiar, en un momento Lincoln giraba los ojos hacia una esquina, y en otro se cubría el torso, mientras, Michael daba pequeños golpes con su mano a su pierna, eso sí parecía código morse, anote en una hoja lo que decía:
~El agua está tibia~
Qué carajos queria decir? Reunión cerca de un lago, presa o algo con agua? Por ahora el agua y yo somos enemigas.
Un momento... Michael no lo dejaría tan fácil, debería saber que el video sería exprimido hasta el límite, se fijarian en todas las acciones, como yo. Es solo una distracción.
Escuche de nuevo el audio y hubo una parte que me sonó familiar...
~Se que no puedo pedirte otra oportunidad~, ~Espero que hayas encontrado un refugio seguro~ y ~Que sería la pesadilla de otro~.
Estaba segura de que lo había escuchado o visto o... LEÍDO!
Corrí hacia el auto y fui en busca de una biblioteca, tarde una hora en encontrarla, todas estaban cerradas, TODAS, pero por suerte tenían el famoso libro de Alcohólicos anónimos, -gracias adicción- -pensé-. Busque rápidamente los capítulos y encontré el nombre de un hospital, era el St Thomas en Ohio.
Mire la hora, eran más de las nueve. No me daría tiempo de llegar hasta allá.
Busque el teléfono del hospital y llamé, dije que buscaba a Michael... Crane.
Tardo un rato, pero contestó.
-Habla Michael Crane.
-Supuse que sería mejor que origami.
-Se que dije que no te causaría más problemas pero necesitaba llamarte.
-Porque sabes que la tengo no?
-Como adivinaste?
Deje pasar un momento.
-Michael, iba a regresar contigo, pero baje por ropa y alguien me tomó y...
-Te lastimo? -me interrumpió-
-N-no, estoy bien pero quiero que esto acabe.
-Pronto acabará. Necesito que me digas que te dio Sara.
-Es solo una llave, no se para que sirve.
-Bien, lo averiguamos juntos.
-Me agrada como suena eso -dije mientras sonreía-
-No más que a mi. Te parece si nos vemos en Evansville?
-Claro, saldré mañana por la mañana.
-De acuerdo hermosa. Te... Amo.
-También te amo.
Y ahí cortamos comunicación, estaba cansada, mañana seria un día largo y necesitaba recobrar fuerzas, me quite los jeans y me lave mis dientes, me quede viendo en el espejo, era tiempo de un cambio. Tomé unas tijeras y empecé a cortar mi cabello, el primer mechón si que dolió pero lo demás fue pan comido, lo deje lo más corta que pude, siempre había querido intentar ese corte pero nunca me había atrevido, hasta hoy.
Sacudi mi cabello y recogí el que se había caído, después me fui a dormir y encendí el despertador con la esperanza de que no me levantará a las 3 de la tarde, de nuevo.
.
Me levanté a las 7, tome una ducha y me vestí con la playera de rayas, mis leggings y los tenis. Guarde la demás ropa en una bolsa y la avente al maletero, entregue las llaves y conduje hasta la estación de ferrocarril, antes de bajar del auto me acomode el cabello y me puse unos lentes oscuros, tome mi chamarra y la bolsa y avente las llaves a un bote de basura.
Compre un boleto, estaba nerviosa, ya no había vuelta atrás, era demasiado tarde para arrepentirse (y además había varios policías vigilando la entrada y salida).
Entre en el vagón, recoste mi cabeza sobre mi bolsa y dormí un par de horas; después mis tripas exigieron alimento y me dirigí a buscar algo que comer, encontré un bar, me senté en un banquillo y me quite los lentes, después el camarero agregó:
-Qué desea?
-Una hamburguesa y un Old fashioned.
-En un momento.
Espere a que llegara la hamburguesa, mientras disfrutaba de mi bebida. Cuando la trajeron, la devoré, no era como las del hotel pero estaba pasable. Acabe mis alimentos y pagué con el último centavo que me quedaba al mesero, después regrese a mi asiento y empecé a alistar me pues escuche que ya nos aproximabamos al destino. Mi estómago se sentía como en una montaña rusa, y eso me agradaba.
Tomé mis cosas y baje del ferrocarril, hice ejercicios de respiración para controlar mis nervios, voltee a todos lados y lo vi, estaba recargado en una viga, sonrió al verme. Me desplace hacia donde el estaba, a su lado estaba Lincoln, pero Michael fue quien robo mi atención. En cuanto estuvimos frente a frente nos abrazamos como si no nos hubiéramos visto en años, después me separo un poco y tomó mi cabeza para acercarme a él y besarme, una vez que el aire nos falto y nos separamos un poco él agregó:
-Me encanta tu nuevo corte.
-Era momento de cambiar, no? -dije un poco sonrojada-
Me gire hacia Lincoln y lo abrace a él también.
-Cómo has estado grandulon?
-Igual que tu gatita, te echamos de menos.
-Yo también. Y bien... Qué sigue?
-Tienes lo que te dio Sara?
-Si -le mostré la llave-. Dice que cayó del bolsillo de su padre cuando lo bajó. Reconoces la insignia?
-No... Pero tenemos a alguien más trabajando con nosotros. -giro su cabeza y yo hice lo mismo para ver de quien se trataba y era mi mejor amigo Kellerman-
-Qué mierda hace el aquí Michael? -dije con un nudo en la garganta-
-Por qué? Que pasa? Lo conoces?
-El fue quien me secuestro cuando baje por la ropa al carro. Me torturó para que le diera la llave.
-Hijo de perra... -dijo mientras caminaba hacia el-
Lincoln y yo lo seguimos hasta la esquina.
-Hola Alex, lo hecho hecho está, no?
Michael lo tomó de la garganta y lo acorralo a la pared. Después Lincoln sujeto sus brazos.
-Por qué no me dijiste que la querías matara imbécil?
-Solo quería asustarla...
-Me ibas a dejar ahogarme, por tu culpa mi fobia al agua regresó! Para que lo queremos, tenemos la llave no es útil!
-Si lo soy, se de donde es y se los puedo decir ahora.
Toque a Michael para decirle que cesará. El obedeció y Kellerman prosiguió:
-Es de un club de cigarrillos, muy exclusivo.
-En donde? -dije amenazante-
-En Chicago
.
Me senté en una banca desocupada, Michael y Paul estaban consiguiendo asientos, yo solo pensaba en posibles futuros, me reencontraria con Mahone? Qué sería de mi y Michael? Esas dudas fueron interrumpidas por Linc.
-Te agradezco que estés aquí, significas mucho para Michael y para mí. -tomó mi mano-
-Digo lo mismo Linc.
-Veras que todo se solucionará.
-Tengo mis dudas -dije mientras me ponía los lentes de nuevo-
Después de unos minutos, Kellerman silbo para indicarnos que pasáramos al vagón, cuando pase al lago suyo sino rápidamente:
-Te queda lindo el corte.
-Cállate.
Camine hasta que encontré a Michael, decidí tomar asiento frente a él, Linc se sentí a un lado de nuestras butacas y Kellerman dos adelante. Empecé a jugar con mi navaja, peor no dejaba de ver a Kellerman, ni el a mi, Michael preguntó si me encontraba bien, asentí solamente.
.
Gire a mi derecha, no podia parar de pensar en lo que había pasado con Kellerman, las mentiras, el beso, la tortura, cada recuerdo era como si de nuevo lo viviera, sentía el agua, la adrenalina y la desesperación, y el estaba ahí, a escaso metro y medio de mi, Lincoln estaba dormido, mi único problema era Michael.
-Oye Mike, sabes donde puedo conseguir un poco de agua?
-Creo que vi un baño, te traeré un poco.
-Gracias.
Se levantó y camino hacia la salida, me quite la chaqueta y me levante después de que salió, luego me dirigí a Kellerman.
-Alex, sabes que no fue nada personal.
-Entiendo...
Saque mi navaja y la clave en su mano. Traté de callar su grito pero logró despertar a Lincoln, de nuevo saque la navaja y la iba a clavar en su otra mano cuando Michael me tomó por la espalda y me llevo hacia atrás, traté de tirar de él pero el movimiento del tren no me lo permitió, Lincoln sostuvo a Kellerman y el agarrando su mano dijo en voz alta:
-Vuelves a hacerlo y no respondo.
-Te dije que me conocerias Paul Kellerman y apenas comenzamos.
Alguien toco la puerta, me escondi debajo de unos asientos, era un chico, hablaba con Paul, al parecer habían escuchado sus gritos. Una vez que se deshizo de el me levante y dije:
-No fue personal.
Y salí de el vagón, me dirigí en busca de una baño y por suerte lo encontré, me encerré ahí, me senté en el lavabo y me concentre en el movimiento de mis pies, después de un rato mis ojos se llenaron de lágrimas y no pude resistir, tuve que desahogarme, tuve que sacra todo lo que me atormento en el último año, desde Mahone hasta Kellerman, aún no empezaba a limpiarme la cara cuando Michael llamó a la puerta:
-Alex?...
-Ahora no.
Escuché sus pasos alejarse, después me asome a revisar que se hubiera ido y en efecto.
Respire hondo y puse mi mente clara, me controlará hasta que llegáramos a Chicago, lo utilizariamos hasta más no poder y luego lo botariamos a la basura. Limpie mi rostro y poco tómelo después Michael tocó de nuevo, ésta vez lo deje entrar.
Pasó con cautela, yo seguía sentada en el lavabo.
-He estado pensando en toda la destrucción que deje a mi paso. Todos los que me quisieron ayudar terminaron heridos y odiandome, provoque la muerte de él gobernador, puse en riesgo a una niña, hice de mi compañero un asesino y drogadicto, casi hago que se desangre un hombre y por poco nos descubren.
-Tú no eres la culpable de todo Alex, ellos eligieron, tenían opciones tanto buena como malas, y eligieron las malas. -se sentó a mi lado-
-Lo único que me anima a seguir este viaje son dos cosas. Encontrar al maldito de Mahone y... -hice una pausa-.
-Y que? -preguntó ansioso-
-Cuando fui a la corte, Alexander me dijo que nunca más podría confiar en nadie, no podría tener una familia, no podrías ser madre ni esposa, no después de lo que me había hecho pasar...
-Y desde cuando te importa lo que te digan?
Sonreí.
-Muy buena pregunta. -contesté-
Tomó mi mejilla lata voltear mi cara y me beso, cada vez más apasionado, yo tome su barbilla y la acaricie, estaba un poco rasposa por la barba que comenzaba a crecer, se levantó y sin dejar de besarme se coloco en frente de mi, me tomó por la espalda y me acerco hacia el, con mis piernas rodee su cintura y con mis brazos su cuello, el acaricio mi espalda mientras me empujaba mas y más, iba a deslizar mis manos bajo su playera pero el tren freno y nos fuimos hacia atrás, soltamos una pequeña risa y salimos del baño, ~eso no se quedará así Alexandra deben hacerlo!~ mi mente jugaba.

Nos encontramos con Lincoln en el camino, al parecer había una barricada.
Seguí a Michael hasta topas con una puerta pero estaba cerrada, Lincoln subió al techo de tren y entró en la zona del maquinista, ahí abrió la puerta y todos pasamos, le ordenó que atravesará la barricada y el lo hizo.
-Y que haremos ahora? -preguntó Lincoln-
-Tendremos que saltar -respondí-
-Y nos escondernos detrás de los arbustos? -dijo Kellerman-
-De hecho si, tenemos que saltar. -me guiño un ojo Michael mientras decía esto-.
Tomamos al encargado del tren y le apunte con el arma, debía decir que habíamos saltado y que debían revisar la siguiente unidad, una vez que lo hizo le coloque la gorra de Lincoln y lo avente, regresamos al vagón y esperamos hasta que llegamos a nuestro destino: Chicago.
-Tenemos que conseguir una auto.
-Que sean dos -dijo Michael-, si uno falla podemos usar el otro.
-Si lo quieren para sus encuentros porque no mejor rentan una habitación? -preguntó Lincoln-
-Mejor calla y cuida de su enorme cabeza -respondí sonriendo-
Encontramos un carro y lo abrí, después safe los cable y lo encendí, manejamos un rato, era un lindo día, nos dirijiamos al club privado, mientras manejaba Michael dijo:
-Entonces seremos como Bonnie y Clyde?
-Ellos mueren al final de la película.
-Pero tendremos el dinero pronto y seremos fugitivos.
-Tal vez solo en eso nos parezcamos.
-Y en que somos de nuevo una pareja?
-Siempre lo fuimos.







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