•Capítulo Veintiuno•

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Salí temblando del consultorio de Ofelia, Melody una vez más entró a su consultorio y luego de unos minutos volvió a salir y me dijo un "vámonos" bastante seco.

Ella conducía, seria y sin dirigirme la mirada. Le pregunté por el famoso Lord Sergei y solo me dijo que estaban bien.

Luego estacionamos en el complejo de seguridad.

- ¿Qué hacemos aquí Melody? Primero me llevas con Ofelia y ahora aquí.

- Tienen que hacerte unas preguntas.

- No mames Melody. Me dijiste que me ibas a ayudar, no a meterme a la cárcel.

- Jared....

- ¡Qué mierda estamos haciendo aquí! - le grité.

- Hallaron muerta a tu novia la del bar - me soltó sin piedad. Y tiene tus fluidos dentro de ella. Eres el último que la vio viva

- Pero ella...

- Estaba en su casa...

- No es posible. La llevé al bar antes de ir contigo Melody.

- Jared.

- ¡ESTABA EN EL PUTO BAR, MELODY, ¡CON UNA CHINGADA, ACABO DE DEJARLA EN EL MALDITO BAR!

Un oficial se acercó, al parecer me escuchó gritarle y me abrió la puerta apuntando con su arma. Yo levanté las manos llorando. Me bajó del auto y me puso unas esposas.

- Oficial, está bien...- dijo Mel en voz baja.

- Como si no supiera que este maldito es el principal sospechoso del asesinato de Camelia. Dios tenga en su gloria a esta muchacha.

Me dio un jalón para indicarme que debía caminar, Mel caminó detrás de nosotros a pasos largos.

- ¿Cómo sabías que esto había pasado? Literalmente acababas de levantarte, tengo contigo toda la maldita mañana ¿Cómo sabías que ella está muerta? ¿En qué maldito momento?

Yo estaba muy nervioso, al parecer ella también, estaba más pálida de lo normal. Me metieron a un cuarto y me dejaron caer en una silla. Un detective entró, no se presentó y dejó caer frente a mí las fotos de Camelia.

Solo pude ver que su cuello estaba quebrado como si alguien la hubiera ahorcado hasta quebrar su columna.

- ¿La conoces? - me preguntó.

- Si.

- ¿Cuándo la conociste

- Hace unas semanas, en su bar. Después de eso fuimos a su casa, dormimos juntos.

- ¿Tuvieron relaciones sexuales?

- Si señor

- Te escuche alegar que esta mañana la llevaste a su trabajo.

- Sí señor.

- ¿pasaste la noche con ella?

- Si señor

- ¿eyaculaste dentro de ella?

- No señor - lo miré a los ojos - bueno, no dentro de...

- ¿Lo hiciste en su boca?

- Sí señor.

Inhaló. Yo estaba seguro de estar diciendo la verdad, en mi cabeza se repetía una y otra vez la escena de salir a dejarla, comprarle un café, luego irme con Melody.

¿Cómo murió entonces?

- Tengo entendido que tu esposa murió hace unos meses.

- Hace casi un año.

Helado De Nuez (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora