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  - ¡NO! -Se escucho que alguien grito detrás de él.

Volteo rápido a ver que pasaba detrás de él y deseo nunca haberlo hecho.

Ahí estaba, su pequeño hermano en el suelo, un charco rojo salía de su pequeño cuerpo y su pecho subía y bajaba lentamente.

NaEun soltó el arma y miro sus manos para luego dejarse caer de rodillas al suelo.

Los demás presentes solo escucharon como la policía entraba en la casa y se dirigía a la ala contraria.

No llegarían.

  - JongIn... ¿Por qué?... -Dijo TaeMin sosteniendo delicadamente la cabeza de su hermano.

JongIn sonrió.

  - No llores TaeMin Hyung, los hermanos hacen eso no?, la familia hace eso, proteger a quienes quieres incluso si tienes que arriesgarlo todo, quiero que sea feliz junto con MinHo Hyung, y su bebé. -Acabo el menor.

Sonrió y una traicionera lágrima salió de sus ojos casi cerrados.

Hasta aquí, oficialmente Lee JongIn iba a morir.

El estaba seguro de eso.

Y no se arrepentía, el quería a su hermano mayor a pesar de llevar muy poco de convivencia, desde que nació quería un hermano, siempre pidió un hermano al cielo, cuando sus padres le dijeron que si que tenía uno el salto de alegría y se puso a buscar fotos de el, preguntar a los del servicio, las fotos que encontró fueron tomadas por los de servicio y la historia de su hermano le dolió.

Cuando su mamá llegó un día a la casa con una sonrisa tétrica en el rostro y un cuchillo lleno de sangre supo que lo que le dijeron acerca de ella era cierto, su madre estaba loca.

Ese día se excusó con que tenía sueño y escapo a su habitación.

Luego escucho como llegaba su padre y se iba a su despacho a un lado de su cuarto.

El sabía todo, no era ciego, ni idiota, el había visto la pancita que se asomaba en su Hyung cuando llegó, también noto su apetito, pero no le resultó repulsivo, al contrario era tierno.

Y el quería que su Hyung y el bebé que cargaba vivieran.

Cuando vio a su madre volver a apuntar hacia su Hyung no dudó ni un segundo, se lanzó, corrió tanto como pudo, ni DongHae ni HyukJae fueron capaces de detenerlo, y mucho menos MinHo.

Salto y recibió la bala.

Y aunque pierda la vida, si su Hyung vivía, el iba a irse feliz.

  -Hyung, por favor-Hablo con dificultad. -Prometame que será feliz aunque yo no esté.

TaeMin sonrió mientras lágrimas bajaban de sus ojos.

  - No seas tonto, vas a vivir, vas a ver a tu sobrino, vas a jugar con él o ella, vas a enamorarte, a vivir tu vida, conmigo y MinHo, incluso papá. -Dijo el mayor de los dos intentando ser positivo.

Su hermano tenía que vivir, no, no tenía, debía vivir.

JongIn sonrió.

  -Hyung, ya no aguanto, no siento nada en el cuerpo, sea feliz, sonría. -
TaeMin pego su cabeza al pecho del menor.

  - JongIn, perdóname, por favor, perdona a este idiota por no haberte conocido antes, te quiero, siempre lo hice desde que supe de tu existencia hace seis o siete años, tu no tienes la culpa de lo que me pasó, te quiero demasiado. -Dijo y levanto la cabeza.

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