ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDO

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Cuando observé a Madelaine entrar por mi habitación juro que en realidad la vi soltar chispas de la cabeza. Generalmente cuando pasan estas cosas solo me hago a un lado o espero que ella decida contarme algo o acercarse a mi, no me gusta presionarla, sé que aveces no sabe como soltar las cosas, así que, simplemente me levanté de mi cómoda cama y decidí que era mejor dejarla sola. Sí, saldría de mi propia habitación para darle espacio pero quizás no fue la mejor decisión porque cuando estaba por desaparecer su chillona voz me detuvo de manera demandante.

: a ver espera - dijo rodando su cuerpo para mirarme confundida - ¿no vas a preguntar mis razones para entrar en tu casa así?

: la verdad no - respondí directa - la última vez te dije que eras una exagerada y casi me cortas la cabeza - dije mostrando un rostro alarmado para luego relajarlo- ah y por lo de entrar a mi casa sin permiso, ya lo tengo asumido, no sé en qué momento pensé en que guardaras mi llave de emergencia.

Madelaine: sí, eso fue un poco intenso - hizo una pausa y me miró - y no te pongas pesada, sabes que soy la mejor guardando cosas - dijo para luego sonreír y acercarse a mi un poco, aunque no lo suficiente, como si esperara que yo le permitía más proximidad

: ya, ven aquí - solté finalmente para tomarla de la mano, sentarla a mi lado y mirarla dulcemente, entonces ella cediendo a los deseos de sus dulces ojos, afirmó su cabeza en mi hombro como un gatito esperando ser mimado, así que la abracé para acariciar su cabello y por minutos solo me dediqué a eso, respirando el aroma de su dulce perfume.

: ¿está mejor la bebé? - pregunté casi derritiéndome por la agradable sensación de tenerla tan cerca

: sí - dijo en un tono casi triste levantando su cabeza para quedar frente a mi - lo siento mucho, es solo que cuando estoy así y quiero matarlos a todos, solo tú consigues calmarme, de verdad, solo pienso en venir a acurrucarme en tu pecho por horas, para - para tratar de arreglar el mundo - interrumpí y reímos suavemente. El momento había mutado tan rápidamente que era gracioso, ella podía pasar de ser una pantera a un gatito bebé y por segundos todo se sentía cálido y melodioso, hasta que claro, ella soltó aquella frase que atormentaba mis días, "eres la mejor amiga que puede existir". Y puta mierda, cada vez que decía eso, me sentía como la persona más patética y ridícula del planeta; aunque tengo que aclarar que sí somos amigas y lo hemos sido desde que tengo uso de razón, pero vaya que somos amigas raritas, porque cualquier persona pensaría que somos algo más, de hecho es como un rumor excesivamente fuerte que nos ha acompañado toda nuestra "amistad", pero tan rumor no es, si incluso nos hemos besado y mierda, hasta nos acostamos una vez, pero obvio para ella probablemente fue "cosas del alcohol", "cosas que pasan cuando tienes 20 años y una mejor amiga que está buenísima" en realidad, ni sé si se acuerda, pero para mí significó algo, ¡mucho más que algo! y es que, en realidad he estado enamorada de ella hace un tiempo, quizás lo he estado toda la vida, pero me di cuenta hace un año quizás o algo más, da igual, la cosa es que me gusta, y en realidad le gusta a todo el mundo, si está más buena que un panqueque con manjar y helado.

Ahora bien, contextualicemos, tengo 21 años, estudio leyes, estoy en una academia de teatro musical, también juego futbol y hago cuestionar la sexualidad de las chicas por deporte. A ver soy guapa sí, si es lo que se preguntan, pero lo que me hace atractiva, es mi actitud o eso dicen las buenas lenguas, en realidad no sé como debería sentirme con eso, ¿quizás no estoy tan buena como pienso? bueno, esas son interrogantes para otro día, hoy andamos modo babosas por la mejor amiga.

Por otro lado tenemos a la inalcanzable Madelaine, que mujer por Dios, es embriagante hasta su forma de caminar, mentiría si dijera que no me pone de los nervios cuando pasa por el campus de la universidad con su uniforme de porrista, ese cabello anaranjado, esos labios gruesos y siempre perfectamente maquillados color sangre, sus manos, su cuerpo, su bendecido cuerpo. Honestamente yo sé que Dios existe porque estoy segura de que veo ángeles cuando la miro y además, ¿de dónde podría salir tamaña perfección? y si Dios nos hizo a su semejanza, Dios es mujer y se sacó fotocopia en ella, o quizás, la teoría griega existe, ahí definitivamente salió de Afrodita. Y no, no estoy exagerando porque estoy enamorada.