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Caminé hasta la cocina para preparar un té y la verdad también necesitaba prepararme mentalmente para lo que se venía, me sentí en el pasado otra vez, ya habíamos vivido una situación así y tenía miedo porque esta vez, había demasiadas cosas que arreglar, demasiadas cosas que ordenar.

Madelaine, entró en la cocina vistiendo una polera ancha que apenas tapaba su cola, me miró profundamente y sonrió. Sentí que algo comenzaba a quemar en mi pecho, sin duda alguna, ella es quien calienta mi corazón.

: no sé que estamos haciendo - dijo suspirando mientras me pasaba una taza con clara intenciones de que también le preparara un té

_: estoy asustada - solté sin más, pero al ver la expresión de nerviosismo de Madelaine traté de arreglarlo - pero no significa que no esté dispuesta a todo, esta vez no es como la anterior - sujeté sus manos y las puse en mi pecho - mi corazón galopa desesperado cuando estás cerca, cada día sin ti agonizaba, alma mía, me has devuelto las ganas de vivir.

Ella suspiró aliviada, sus ojos se achinaron y una leve sonrisa se implantó en su rostro mientras mordía suavemente su labio inferior, entre nosotras había una atmosfera llena de esperanza, llena de esperanza de un futuro feliz.

: te quiero, nunca he dejado de quererte y odio que me derritas de esta manera cada vez que me dices cosas cursis, te juro que es insoportable que seas tan dulce y tan desesperante a la vez, ¿Qué no podías dejar las cosas como estaban?, ¿no podías simplemente hacer tu trabajo e irte? - dijo la pelinaranja mientras ponía sus manos en sus caderas y resoplaba levemente desesperada - es que odio que tengas tanto control sobre mi

_: si te consuela, podrías decirme que me tire por el balcón y lo haría sin pensarlo - dije riendo - tú tienes el control absoluto de mi

: ¿y ahora qué? - dijo tomando una actitud más distante - esperas que todo se solucione, que te haga el amor sin peros, que solo seamos felices y nos olvidemos del mundo, pero Aldrich, le romperé el corazón a un hombre que lo ha dado todo por mi y que me ama

_: él te trata como una cosa, ¡es machista!, no entiendo tus razones para fingir que podrías ser feliz con ese tipo - solté fría, levantando un poco la voz

: él no me abandonaría jamás - susurró suavemente, casi de manera imperceptible

_: ¿eso es?, ¿tienes miedo que vuelva a irme? - dije acercándome suavemente a su lado

: me partí la espalda tratando de olvidarte, sufrí como condenada por años, no sabía como estabas, donde estabas, ¡si estabas viva siquiera!, casi pierdo la carrera por la depresión que me dejó tu partida, no comía, no dormía, dejé el equipo de porristas y el club musical, el último año de universidad estuve en terapia porque no podía dejar de pensar en ti y cuando dormía solo veía tu rostro, por años no dejé que nadie me tocara, porque incluso al tener sexo con alguien más quería que fueras tú, mi miedo al abandono es horrible, mis inseguridades son gigantes y luego cuando todo estaba por superarse, llegas, luego de cuatro años, desarmas mis planes de compromiso y esperas que simplemente corra a tus brazos - dijo para luego lanzarse a llorar

Mi cuerpo se congeló y por más que quería hablar o moverme no podía, sentía que todo a mi alrededor era aire, estaba flotando del dolor, es que, yo nunca pensé en lo que tuvo que pasar, siempre imaginé que había sido para mejor, que Madelaine sin mi sería feliz, pero por lo que veo, la destruí y la dejé con heridas en el alma que difícilmente podría sanar.

Me acerqué suavemente a ella y la abracé, comenzamos a llorar débilmente mientras mi boca soltaba miles de perdones desesperados, pues era lo único que me atrevía a decir. Tener a la mujer de mi vida en mis brazos, llorando desconsolada mientras me contaba todas las consecuencias negativas de mis errores, era demasiado, era demasiado para cualquiera.

_: La verdad no sé que decir - dije débilmente - nunca debí haber vuelto

: ¿esa mierda dirás? - gritó - ¿ESA PUTA MIERDA ES LO ÚNICO QUE DIRÁS?

_: ¿QUÉ QUIERES QUE HAGA? - grité llorando desconsolada

Ella se paró y fue por su ropa, luego me miró llena de rabia y salió, me quedé mirando a la nada por unos minutos, pero entonces reaccioné, ¿qué mierda estaba haciendo?, ¿la iba a perder otra vez?, ¿realmente con todo lo que nos costó llegar a este punto simplemente iba a rendirme?

Fui a su casa, siguiéndola sin que se diera cuenta, esperé que entrara y toqué la puerta. La verdad me sentía una acosadora, pero nada que hacer, era esto o la perdía.

: no - dije segura, secando mis lágrimas y mirándola desde el umbral de la puerta

_: ¿disculpa? - soltó una descolocada Madelaine mirándome de pies a cabeza

: que no me iré Madelaine - dije volteando mi cuerpo en su dirección - puedes insultarme o llamar a la fuerza policial, pero yo de aquí no me voy sin saber que lo di todo por recuperarte - hice una pausa y proseguí - sé que tienes miedo, rencor, rabia y odio, pero también sé que estamos aquí por algo, por alguna extraña razón el destino nos volvió a unir, por alguna razón seguimos sintiendo lo mismo, así que no, Madelaine, no me voy, ni de aquí, ni de ninguna parte sin ti y sé que ahora se vendrá mi mundo abajo, perdí a mi familia por destruir este caso y quizás mi futuro como abogada, así que no estoy dispuesta a perderte a ti, porque acepto que me falte todo, Madelaine, todo, pero si me faltas tú, no puedo y no quiero

_: Las cosas no son tan simples - dijo sentándose en su sofá, mirando hacía la pared, con la vista en un punto fijo, mientras yo la seguía y cerraba la puerta.

: no te pido que las cosas sean perfectas enseguida, no te pido que me perdones siquiera, te pido una oportunidad - me miró - no te cases maldita sea, dame una oportunidad de remediar mi error, te juro que esos 4 años, no serán nada comparado a los años preciosos que vendrán, te haré la mujer más feliz del mundo

Nos miramos por unos segundos que parecían eternos y ella sonrió para luego acercarse a besarme pero el sonido de una llave nos hizo alejarnos rápidamente, mi corazón comenzó a acelerarse y Madelaine salió eyectada a la habitación, dejándome sola y sin idea de qué hacer, miré en dirección a la puerta y le vi, era él, su prometido.

_: hola - respondí algo confundida

: abogada, dichosos los ojos que la ven - soltó el hombre haciéndose el divertido para luego estirar su mano y estrechármela - supongo que está de visita por lo que pasó, Madelaine me contó todo, lamento mucho que te despidieran pero quizá era un caso muy grande para alguien como tú

_: ¿alguien como yo? - dije ladeando mi cabeza con clara expresión de desagrado

: ya sabes, una mujer - soltó despreocupado

_: Sabes que Madelaine era mi contraparte y que también es mujer, ¿verdad? - dije parándome con claras intenciones de iniciar una discusión

: Madelaine, no hace nada, todos sus movimientos son hechos por mi, solo está ahí por esa estúpida competencia entre compañías, deberías saberlo bien tú

_: ella es capaz, cualquier mujer es capaz de hacer lo mismo que un hombre e incluso mejor - solté desafiante pero en eso llegó Mads y vestida completamente diferente a como estaba hace unos minutos, ¿realmente hasta tenía que vestirse diferente para él? ¿qué mierda ocurre aquí?

Ella le saludó y le preguntó por sus motivos para llegar tan temprano a casa, a lo que él respondió que habían llamado por los preparativos de la boda.

Boda, boda, boda.

Mi alma se descolocó y sentí que las lágrimas se agolpaban en mis ojos.

ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora