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Cuatro años después.

La alarma lleva sonando diez minutos y yo no hacía ni el esfuerzo por apagarla, estaba exhausta y tenía una buena razón para estarlo. Comencé a abrir los ojos lentamente cuando sentí unos cálidos besos en el cuello y me subí en un rápido movimiento sobre el cuerpo de aquella preciosa morena con la que estaba compartiendo cama.

Vanessa: bueno al parecer es la única forma de despertarte – levantó una ceja

:¿por qué no apagaste la alarma? – dije frunciendo el ceño

Vanessa: tenía esperanza de que por una puta vez en tu vida actuaras como la adulta responsable que se supone que eres

: pero, ¿qué dices? si soy una bebé - gruñí fingiendo tener cinco años

Vanessa: supieran en el bufete que la abogada favorita del gran Edgar tiene este complejo

:no soy la favorita, solo le agrado porque hago bien mi trabajo - solté con una sonrisa autosuficiente

Vanessa: no, eres brillante y por eso te eligió para trabajar codo a codo con él – dijo besando mi frente – o tal vez solo quiere llevarte a la cama, al menos yo haría eso

: qué graciosa Nessa – dije con una mueca de disgusto - a propósito de Edgar, dijo que hoy tenía una gran noticia para mí

Vanessa: espero que sea una televisión en tu aburrida oficina

Yo y Vanessa, éramos amigas, sí, solo amigas, pero nos acostábamos regularmente porque nos llevábamos extremadamente bien la cama y aparte, ambas éramos lo bastantes frías emocionalmente para disfrutar de tirar sin arruinarlo con amor.

La cosa fue así, antes de cambiarme de ciudad, me contacté con ella por el asunto de mi teléfono y porque una cosa lleva a la otra terminamos hablando de la vida en un café, resultaba que ella no era de la ciudad, no vivía con su padre hace años, solo venía de visita y de hecho coincidió que residía en el mismo lugar donde pensaba irme, bueno en realidad era solo una opción pero Nessa es muy convincente y nada, aquí estoy, de hecho fue ella quien me consiguió trabajo y no en cualquier parte.

Trabajo en el prestigioso bufete de abogados Fritz, ¿cómo llegué ahí? con un poco de ayuda de la morena pero ¿cómo llegué a ser la aprendiz y mano derecha del jefe? con dedicación y un innegable talento en el arte de persuadir.

Llegué al edificio y sentí la mirada de todos sobre mí, solo me reí supongo que ya todos saben que pasa menos yo, a Edgar le encanta hacer eso, dice que le da suspenso a la noticia, que todos hablen de ella y que ninguno pueda contarle a la persona implicada. A pesar de las miradas de alegría y de otras de envidia yo no estaba para nada nerviosa, pero si me estaba dando ansiedad así que simplemente aceleré el paso y entré a la oficina de Fritz.

Edgar: señorita Aldrich, dichosos los ojos que la ven – sonrió

_: ¿qué es todo es alboroto afuera, Edgar? – dije riendo

Edgar: ¿no te imaginas qué puede ser?

_: una televisión con netflix en mi oficina sería buena opción

Edgar: tenemos a nuestro cargo la defensa de la familia Parodi

_: ¿qué? – dije bastante sorprendida

Edgar: y el caso el tuyo

_: ¿pero qué me estás diciendo? – corrí a abrazarlo, saliéndome completamente del protocolo, no tenía idea de qué trataba el caso, pero la familia Parodi era exageradamente rica y eso significaba que podría alcanzar prestigio y poder con mi nombre en su defensa – él sonrió un poco y luego se puso serio otra vez, claro, él no puede romper mucho su barrera de líder duro pero conmigo se ablandaba

Edgar: este es un juicio largo y tendrás que estar viajando regularmente o bueno, puedo conseguirte un buen hotel para que te quedes, eso lo eliges tú. El gran problema de esto, tú ya lo sabes, en este caso frente a los ojos de todos seremos los malos y no te pido que faltes a tu ética

_: no faltaría a ella aunque me lo pidiera – respondí sincera y él solo levantó una ceja

Edgar: pero si sabes que necesitamos conseguir el menor daño patrimonial a la familia

_: lo voy a conseguir

Edgar: no tengo dudas Aldrich, confío en ti

_: y bien, ¿contra quién nos enfrentamos?

Edgar: Eyzaguirre

Bien, ya me empecé a sentir mal, dijo ¿Eyzaguirre?

_: oh – dije un poco anonadada

Edgar: no quiero que te preocupes por eso, si bien el caso es tuyo, estaremos todos contigo, apoyándote y aconsejándote

_: quizás soy muy joven para esto, egresé solo hace dos años

Edgar: eres brillante Aldrich – dijo para luego decir un poco más despacio – y te enfrentarás a alguien en tu misma posición

_: ¿cómo? – pregunté mordiendo mi labio inferior

Edgar: esto es – sonrió - como decirlo más que un simple juicio

_: no estoy entendiendo nada Edgar, quizás deberías ser más claro – dije cruzando mis brazos sobre mi pecho

Cristina: es un tonto conflicto por quién es el mejor

Me giré siguiendo aquella voz que nos interrumpió y claro, era la hermana de Edgar, una de las líderes del lugar y no dejaré de mencionar su increíble talento para todo

Edgar: no es un tonto conflicto Cristina, es la forma de demostrar a todos que hay una generación poderosa que está naciendo en Fritz

Cristina se acercó a mí y puso su mano sobre mi hombro

Cristina: escucha lindura, si quieres claridad, yo te la daré

_: la escucho – dije mirando a Edgar confundida y luego a ella, Edgar solo suspiró y se acomodó en su silla mientras observaba a su hermana

Cristina: Fritz y Eyzaguirre tienen conflictos desde antes de que Edgar se sentara en esa silla y comprenderás que las personas no pueden ser eternas así que ambas compañías preparamos a los mejores para sean los líderes del mañana y seguir con el legado, generalmente se espera que sean de la misma sangre, tú entiendes un tema de honra familiar, pero aquí mi hermanito no tuvo hijos o al menos no los reconoció

Edgar: Cristina al punto

Cristina: ellos ya tienen a su estrellita, de hecho la conocí, debe tener tu edad de hecho y bueno, nosotros necesitamos a nuestro representante y – bufó – bueno, Aldrich eres la mejor – dijo en un tono de ¿resignación?

Edgar: mejor que tus hijos de hecho – ahí entendí su reacción

_: ¿por qué cree que me ofendería la oferta? – pregunté mirando a Edgar

Edgar: no creí que te ofendería, pero no quería que pensaras que solo te di el lugar porque me desafiaron y tuve que llenar un lugar rápido, porque no es cierto, tú te ganaste este juicio

Cristina: sentimentalistas – dijo para irse

_: no lo voy a defraudar - y lo miré seria, realmente no estaba jugando, iba a dar lo mejor de mi

Edgar: lo sé, te he preparando para esto desde antes que egresaras, cuando mi sobrina te trajo de practicante eras una niña con los ojos tristes tratando de aprender, me sorprendió lo enfocada y persistente que eras. Al principio solo te deje entrar por lo insistente de Vanessa pero ahora, definitivamente quien debe agradecerle a ella soy yo, no tienes mi sangre Aldrich pero eres la hija que nunca tuve

Para una persona como yo, tan rota, que te digan eso significa algo y algo muy importante, soy parte de esto, realmente pertenezco a esta familia y no puedo defraudarle, él ha creído en mi como nadie y yo por ello pondré el nombre de esta compañía en lo más alto y con ella el mío.

ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora