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¿Acaba de decir lo que creo que dijo? La verdad ni yo sabía la respuesta de eso, me quedé helada y la miré con una expresión de pánico

_: ¿pero qué dices? – dije haciéndome la enojada

Madelaine: te he visto, te conozco, sé cómo te tensas cuando algo te incómoda y no te pusiste muy contenta con lo que dijo Camila, así que no me mientas

_: Madi, te juro que no entiendo mi reacción, debe ser de caprichosa – dije en un intento por entenderme, ya que, realmente no quería mentirle

Madelaine: o quizás ahora que me tienes ya no me quieres – dijo suspirando

_: ¿podemos hablar en casa? sabes que no me gusta discutir en el auto, no quiero que nada malo te ocurra

Madelaine: como quieras – dijo mirando por la ventana en dirección opuesta a mi

La verdad solo quería tener unos momentos para aclarar mi mente, porque al final, todo este tiempo he rechazado a Lili, la he tenido en mis brazos y la he desechado, la he besado deseando que sea Madi, no puede simplemente empezar a gustarme desde que Camila mostró interés en ella, por eso sé que es un capricho y muy típico de mí. Me gusta sentir el deseo en los ojos de los demás, me gusta ser la única aunque no puedan tenerme y es la cosa más estúpida y egoísta que puedo hacer. No soy una persona mala, pero tampoco perfecta y claramente este es mi gran defecto, soy coqueta por naturaleza, ella lo sabe. El punto es que no quiero perderla por esto, o sea estoy dispuesta a cambiar mi forma de ser por Madelaine, porque creo que lo merece, porque confío en ella aunque ha sido difícil hacerlo, ella no merece que cuestione sus sentimientos y mucho menos merece sentirse una opción, porque Madi es todo, es mucho más que cualquiera para mí, nunca ha sido una opción, no quiero que piense que lo es, uf ya empecé a hiperventilarme con tantos pensamiento en la cabeza.
Llegó un punto en donde me empecé a desesperar y no se ocurrió otra cosa que manejar hacía otro lugar, un lugar que ambas conocíamos muy bien, no quedaba lejos y a pesar de ello no era nada transitado

_: no siento nada emocional romántico por ella, es de caprichosa – dije todavía con las manos en el volante

Madelaine: lo sé – dijo tranquila

_: ¿qué? – pregunté frenando el auto de golpe

Madelaine: te conozco más de lo que tú a ti misma – dijo poniendo sus ojos en blanco- sólo estaba tratando de hacer que te dieras cuenta sin que lo dijera, porque si no te dabas cuenta podías llegar a confundirte realmente con ella, bueno, de hecho todavía puedes, porque bien lo dijiste eres caprichosa

_: ¿qué? – pregunté otra vez como tonta

Madelaine: sé que ella puede llegar a gustarte enserio, pero yo – dijo mirándome – yo ya le gusto a más de alguno, así que espero que en vez de preocuparte por los rollos de Camila y la rubia, te preocupes de mi

Estaba tan en shock, por una parte sentía que todo lo que decía era verdad y por otra sentía que me estaba manipulando, necesitaba pensar y un poco de espacio, así que no se me ocurrió otra cosa, que darle de su propio chocolate

_: bueno, si tienes tantos atrás, puedes dejarme e irte con uno de todos tus miles pretendientes

Madelaine no dijo nada, solo me miró, apagó el motor del auto, puso el freno de mano y se subió sobre mí, me miró intensamente y susurró sobre mis labios

Madelaine: eso no va a pasar, porque yo a diferencia de ti, siempre tengo claro lo que quiero – dijo para dejar un suave beso sobre mis labios

_: no creo que esta sea la forma de arreglar las cosas – dije mientras sentía sus labios recorrer mi cuello

Madelaine: no creo que me hayas traído a este lugar abandonado por nada – dijo mirándome de manera coqueta

Tiré el asiento para atrás para darnos un poco de espacio y comenzamos a besarnos más duro, sentía ya como la excitación se hacía presente en mi cuerpo, realmente necesitaba follarla porque nadie en este planeta sabe encenderme tanto como Madelaine, pero no así, no apretadas, no incómodas, así que decidí que el plan de visitar el lugar había concluido por hoy, que ahora habían cosas más urgentes por solucionar

_: Madi, vamos a casa – dije agitada cortando el beso

Madelaine: ¿qué? – preguntó tipo en shock

_: no me permito tocarte en estas condiciones – dije mirando el interior de mi auto – pero te juro que en unos minutos, te vas a estar corriendo

Madelaine solo me sonrió coquetamente y real, volé al departamento, apenas subimos al ascensor nos empezamos a comer la boca, la subí sobre mí, y comencé a besar su cuello, no nos despegamos en ningún momento al bajar de éste, realmente no sé cómo llegamos a mi puerta

_: Madi, las llaves – dije tratando de despegarme de sus labios pero ella no me estaba ayudando, de hecho, me estaba intentado quitar la blusa

Madelaine: mm – dijo completamente ida

_: MADELAINE – solté fuerte y ella pareció asustarse

Madelaine: eh si, la llave, la-la llave, si te escuché bebé – dijo acomodando su falda

Abrí la puerta y apenas la volví a cerrar, Madelaine se volvió a lanzar sobre mí y me lanzó en la alfombra, mierda, la alfombra nueva. Pensé en dirigirnos a la habitación pero mi naranjita tenía otros planes en mente y yo ya estaba perdiendo mi poca fuerza de voluntad

Madelaine: Diosss, estoy tan caliente – dijo mientras comenzaba a desnudarse

_: eres una boquisucia – dije mientras la agarraba fuerte del cabello, jalando de él suavemente para que me diera espacio a su cuello mientras ella comenzaba a moverse sobre mí, buscando fricción

En un rápido movimiento me subí sobre ella, dejándola a mi merced, me encantaba que se dejara hacer cualquier cosa, me encanta que actúe como mi sumisa. Bajé por su cuerpo lentamente para torturarla, aunque ambas sabíamos bien en donde frenaría mis besos. Separé un poco más sus piernas mientras mi lengua iba bajando a su centro, entonces vi frente a mí su ropa interior oscurecida por la humedad que soltaba su cuerpo e incluso podía ver como la misma se escurría por sus muslos, demasiado erótico para mi vista, demasiado apetecible para una depredadora como yo. Retiré sus bragas de encaje rojas como de costumbre mientras ella me miraba con sus ojos llenos de lujuria, me acomodé entre sus piernas y lamí de manera lenta, mientras con mis manos separaba sus pliegues, mi cara estaba empapada de sus fluidos, mientras sus sonoros gemidos hacían eco en toda la sala.

Madelaine: mete tu lengua dentro, sabes cómo me gusta – dijo entre cortado, mientras con mi lengua trataba de entrar lo más dentro de ella posible – sí, bebé, así

Mientras estaba en eso, comencé a estimular su clítoris haciendo círculos sobre él y sabiendo que pronto se vendría, apresuré mis movimientos

_: me vuelves loca, di que eres mía cuando te corras, quiero escucharlo – dije mirando su rostro ido

Entonces sentí como su cuerpo se azotaba en la alfombra mientras al mismo tiempo sus preciosos labios soltaban un <soy tuya> entrecortado.

Apenas se corrió, aproveché que estaba sensible para volver a introducir mis dedos en ellas y hacer que se corriera otra vez, porque sinceramente no había cosa más preciosa y erótica ver a Madelaine gritando por más.

ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora