7

5.3K 366 37
                                    

Desperté a las siete de la mañana y ya son las nueve, no he querido moverme porque en primer lugar Madi me está abrazando y en segundo lugar no sé cómo enfrentar lo que pasó anoche. Me volteo por fin, gruñe un poco pero sigue dormida, sus labios rosados, su cabello despeinado, estamos tan cerca, quisiera poder besarla con libertad, sin que haya alcohol o penitencias de por medio, pero sé que no me corresponde.

Quizás debería salir silenciosamente como la rata que he estado siendo o quizás podría actuar como la adulta responsable que suelo ser y enfrentar las consecuencias de mis actos, como sea, mientras pensaba que hacer y cuando ya tenía casi tomada como decisión la primera opción, despierta y solo me queda mirando.

: buenos días querida – dijo sentándose en la cama – debo decir que has hecho algunas cosas idiotas desde que te conozco, pero lo de ayer pasó tus límites, tú no actúas tan irresponsablemente, así que dime, ¿qué te pasa?

: no sé qué decir, lo siento mucho, yo no quería ser tan estúpida – dije mientras me ahogaba con uno de los cojines

: ayer dijiste muchas cosas

: lo sé, las recuerdo – dije quitándome el cojín de la cara y mirándola con ojos de perrito triste

: oh no, no me pongas esa cara señorita, mejor ordena tus pensamientos y explícame lo que te pasa - soltó seria mientras se acomodaba en la cama

: no sé porque al escucharte hablar siento que ya lo sabes, digo, siempre sabes que pienso Mads, hasta eliges mis almuerzos cuando vamos a comer – dije poniendo los ojos en blanco

: bueno cariño, yo puedo imaginarme mil cosas, pero hasta que no me digas que está pasando no encontraremos una solución - dijo posando su mano suavente en mi mejilla derecha y fijando su ojos sobre los míos de manera fuerte

: no quiero perderte – dije y aunque quería evitarlo, me puse a llorar – pero siento que esto ya no lo puedo controlar, que esto me está asfixiando y aunque pensaba guardármelo hasta la tumba, al parecer como siempre, no quieres que haya secretos entre nosotras y te juro cabecita de zanahorias, que yo nunca te he mentido en nada aparte de esto y por favor, sé que estás acostumbrada a interrumpirme y a completar las frases pero cielo – dije mientras me levantaba de la cama – esta vez déjame terminar de hablar. Y – respiré para luego mirarla firmemente, era ahora o nunca- lo siento mucho, pero estoy completamente enamorada de ti y claramente me cuestiono si me quieres de la misma forma porque a veces siento que sí, pero otras siento que soy una lunática pensando tonterías y lo siento, enserio lo siento, porque sé que esto significa alejarnos probablemente, arruinar años de amistad, no compartir más las fiestas juntas, también descartar el plan de vivir juntas, o sea, este estúpido sentimiento nos arruinó, sé que nos arruinó.
Todo lo dije sin frenar y caminado de un lado a otro de la habitación, como una loca de patio. Seguí en mi monólogo dramático y estaba tan sumergida en él que ni me percaté que Mads se había levantado de la cama y caminaba firme en mi dirección y solo me di cuenta que estaba junto a mí, cuando sujetó mi rostro para besarme.

Le seguí el beso mientras lloraba porque estaba asustada, tenía tanto miedo de no volver a verla, de que este beso fuera de despedida y no pudiera controlar su partida, la besaba y lloraba como una niña pequeña, nunca antes había sentido que lo estaba perdiendo todo, definitivamente era un sabor dulce amargo. Madelaine se alejó de mí y también caían lágrimitas por su precioso rostro.

: lo siento pero si no te paraba, seguirías hablando todo el día y enserio pensé que nunca me lo dirías.

: ya lo sabías – dije mirando al piso avergonzada

: ¿no quieres saber qué es lo que siento yo?

: no, ¿para qué? para que me rechaces y yo me quede más destruída que nunca, ya sé que te vas a alejar, quizás debí haberme quedado callada, yo y mi estúpida bocota, es que no me puedo quedar callada, siempre jodiendola, es que respiro y – no pude seguir hablando porque me volvió a besar –

: ¿es que nunca te callas?

: eh no – dije confundida

: yo te quiero

: vamos dilo, "como amiga", "como familia", "como hermanas" – dije frustrada sentándome en la cama

: PUEDES CALLARTE IDIOTA NÚMERO UNO DEL UNIVERSO - gritó para luego recuperar la compostura.

Yo solo me callé y la miré con los ojos bien abiertos, mientras me acomodaba en la cama como temiendo cualquier movimiento.

: creo que para cualquier persona del mundo ha sido claro, que te he querido como más que amigas desde que nos conocemos, pero tú –suspiró-, tú nunca te diste cuenta, de hecho puedo apostar que cuando pasaron todas esas cosas de las que me hablaste ayer, no te habías dado cuenta de lo que sentías por mí, porque así de despistada eres tú, yo podría tener en la frente escrito que estoy enamorada, pero jamás lo notarías. - Yo la miraba con la boca abierta, mi cara era casi de terror, nunca en la vida me había sentido tan tonta y yo generalmente me siento torpe – ahora bien, esto no significa que vamos a ponernos en una relación y todo, porque se nota que ambas estamos aterradas, tiempo al tiempo supongo – dijo sentándose a mi lado y mirando al frente, tal como yo miraba a la pared

: sí, creo que lo mejor que podemos hacer es irnos lento por las piedras

: sí, sin besos

: sin sexo

: a propósito, recuerdo esa noche

: y yo pensando que me había aprovechado de ti – dije ida, mirando la pared

: fue el mejor sexo de mi vida – soltó

: y el mío – tragué saliva

: pero hay que ir lento

: sí, lento

Y obviamente no fuimos lento, solo se subió sobre mi y me comenzó a besar.

ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora