11

4.7K 320 1
                                    

Llegué a casa y no paraba de pensar en mi cabecita de zanahorias, la verdad, hace rato ya las cosas están tensas, no nos tratamos de la misma forma y ¿cómo? si nos queremos como algo más, aunque ni sé, a Madelaine no le quiero creer nada después de verla con Travis, realmente tenía la esperanza de que le dejara las cosas claras, pero si la fue a buscar debe ser por algo, en fin, estoy sumamente agotada de despertar con esto en la cabeza y de dormirme con lo mismo, quizás Lili realmente sea la solución, porque definitivamente me gusta o al menos eso creo, es que en ocasiones me creo mis propias mentiras, tampoco la idea es lastimarla, no lo sé, corren muchas cosas por mi mente.

Me duché, tomé solo una camisa mediadamente larga para usar y fui a la cocina por un vaso de té helado, mientras hacía eso tocaron la puerta, ya eran las 10, definitivamente debía ser ella, ¿quién más aparecía a esta hora en mi departamento? aparte no me avisaron por el citófono la llegada de otra persona, así que no quería abrir, pero la insistencia del timbre me llegó a irritar y abrí la puerta pero sorpresivamente no era Madelaine, era Lili, sinceramente me impresionó bastante y no supe como reaccionar

_: Lili, ¿qué haces aquí? – dije con los los bien abiertos

Lili: ¿mi visita no es grata? – dijo fingiendo hacerse la ofendida

_: mi casa es tu casa rubia, adelante – dije riendo, la verdad su visita podría hacerme bien, al menos por un rato olvidar la imagen de Madelaine y Travis en mi cabeza

Lili: te traje esto – dijo entregándome unos chocolates

_: ¿y esto? – dije riendo

Lili: son para ti – dijo achinando sus preciosos ojos verdes y ladeando su cabeza dulcemente, realmente Lili es de las chicas más lindas y buenas que he conocido

_: eres una preciosura, lo sabías – dije abrazándola

Lili: pensaba que podíamos poner una película y no verla – me susurró al oído

_: mira tú, ¿qué película quieres no ver? – dije siguiéndole el juego

Lili: no quiero perder tiempo en pensar eso en realidad – dijo para luego besarme fuertemente, me tiró sobre el sofá y comenzó rápidamente a descender por mi cuello, pero yo estaba en otra, quería concentrarme en tirar con ella pero es que Madelaine Petsch no salía de mi mente, cerraba los ojos y pensaba en ella, sentía la boca de Lili sobre mi pecho y quería que fueran los labios de Mads, de verdad lo intentaba pero no pude.

_: Lili para – dije para alejarla y abrochar mi camisa, ella paró, me miró dulcemente y asintió con su cabeza

Lili: es por la neurótica naranjita

_: ¿tan evidente es? – dije suspirando

Lili: desde el primer día lo supe – dijo sonriendo y levantando sus hombros

_: ¿por qué estás aquí entonces? – pregunté intrigada

Lili: me gustas y sé que ella no sabe querer, hay que solo mirarla, actúa como un niña consentida de cinco años... creí que podía sacártela de la cabeza, bueno todavía lo creo, es que eres una mujer increíble, eres tan independiente, talentosa, inteligente, no sé, eres cautivadora.

_: no soy tan buena como crees – dije levantándome del sofá para tomar un trago de mi té, que había dejado sobre la mesa.

Lili: lo eres, solo que ella te hace sentir menos o dime que no crees que Madelaine no tiene idea de como querer a una mujer

_: te mentiría, pero es que Mads es buena, te lo juro, soy su mejor amiga de toda la vida, la conozco, ella ha tenido una vida difícil Lili – dije mirando al piso

Lili: ¿me lo dices enserio? – preguntó

_: enserio Lili, ella tiene un alma preciosa, es solo que no sabe amar, no sabe respetar – dije levantando el rostro y fijando mis ojos en ella, quien permanecía en el sillón

Lili: ven aquí – dijo apuntando un lado del sofá. Yo me acerqué sin preguntar nada y apenas me senté a su lado me abrazó para luego soltar con su dulce voz – sé que es lo que sientes y no quiero que creas que estoy tratando de aprovecharme de tu tristeza para seducirte – dijo riendo – la verdad es que creo que podemos ser amigas, no quiero que sientas presión linda, solo descansa en mi brazos por unos minutos, sé que estas cansada de esta situación.

Me sentí muy bien en los brazos de Lili, ella es tan buena, realmente me gustaría quererla como quiero a Madi, pero no y me siento feliz de que lo entienda y de que me otorgue espacio y comprensión, a veces lo único que necesitamos es un amigo a nuestro lado.

_: estoy enamorada de ella Lili, hasta los huesos – dije para luego comenzar a llorar

Lili: Suéltalo cariño – dijo abrazándome más fuerte todavía y besando mi frente – estoy aquí para escucharte

_: me dijo que me quería como yo a ella, pero luego la veo con alguien más y no puedo Lili, te juro que no puedo creerle – dije entre sollozos

Lili: ella está loca por ti – dijo sin más

_: ¿pero qué dices? – dije entre llanto y risa

Lili: ¿no te das cuenta?, ella no tiene idea como amar, eso es verdad, pero no significa que no se muera por ti, significa que tú debes decidir si estás dispuesta a dejarlo todo por ella aunque las consecuencias sean caóticas o quedarte así como están

_: no quiero perderla Lili, es prácticamente mi única familia – dije mirándola a los ojos

Lili: lo entiendo cielito, pero quien no arriesga no gana

Cuando por fin dejé de llorar, pusimos una película e invité a Lili a quedarse, ya que era tarde y sabía que no pasaría nada, sin embargo nos dormimos abrazadas.  Lili tenía clases a las 10 y yo a las 11 así que decidí despertar un poco antes para hacer el desayuno, pronto ella despertó y luego de comer, ya se iba, la dejé en la puerta, le dije adiós y cuando estaba por entrarme vi a Mads con un ramo de girasoles mirándome fijamente. En esos segundos me planteé un millón de hipótesis sobre que hacía con ese ramo y si venía en dirección a mi departamento o no y solo había una forma de descubrirlo.

_: hola - dije con una cara de idiota increíble

Madelaine: hola – respondió secamente

_: ¿para dónde vas con esos preciosos girasoles? – pregunté

Madelaine: si quieres que sea sincera, iba para dártelos, pero al parecer anoche te dieron un mejor regalo – dijo seria, mientras sus ojos se aguaban

_: hey no, Mads no es lo que crees – dije sujetando sus brazos y mirándola preocupada

Madelaine: la vi salir de tu departamento, con tu blusa azul – dijo apenas en un susurro

_: Lili pasó la noche aquí, sí – iba a seguir pero ella me interrumpió

Madelaine: lo sabía, yo solo espero que ella te haga feliz, como yo nunca te podré hacer – dijo mientras las lágrimas brotaban por su rostro, pero sin gesticular, haciendo un esfuerzo enorme por aguantarlas

_: no, Mads yo no me acosté con ella, yo no podría tocar a otra persona que no seas tú – dije sincera

Madelaine: no me debes explicaciones, en realidad, hacen linda pareja – dijo bajando su rostro al piso

En la vida había visto a Madelaine así de poco empoderada, estaba destrozada, no tenía esa típica chispa en sus ojos, estaba complemente apagada y me sentía responsable por ello. Es de esos momento en donde no sabes qué hacer porque todo podría salir mal, entonces solo atiné a hacer una cosa y en realidad era la única cosa que deseaba hacer. La besé.

ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora