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Salí de la sala enojadisima, estaba claramente muy celosa pero no solo eso, también estaba triste, quería llorar, en ese instante me di cuenta que Mads no solo me gustaba, que no solo me atraía, que no solo me traía loca su cuerpo, sino de que estaba media enamorada, de que realmente daría todo por ser yo quién la hubiera besado.
Fui a los baños a llorar, porque me puse en modo patética y estuve una hora ahí, sentada mirando a la nada, hasta que ya me cansé de estar dando pena y me fui a casa, a la mierda los ramos del resto del día, necesitaba dormir o morir, cualquiera era opción en este momento.

Iba de camino, cuando recibí una llamada de Lili y no sabía si contestar o no, la verdad no tenía ánimos de verla, bueno ni a ella ni a nadie, así que la ignoré.

Llegué al departamento, lancé mi bolso al sofá y me serví una copa de vino y luego otra y luego otra y luego otra y las suficientes para perder el control de mis actos y subir al piso de Madelaine. Toqué la puerta y me abrió, pero al verme la cerró en mi cara, me di la vuelta y me iba, porque estaba mareada pero no tanto para rogarle, pero entonces escuche otra vez que me abría y al voltearme la vi ahí, afirmada mirándome

: ¿estás borracha? - preguntó sorprendida

: no – dije riendo un poco

Madelaine bufó, me tomó de la mano y literalmente me entró a su departamento, luego me sentó en el sofá y se paró frente a mi afirmada en una pared, solo me miraba y yo a ella, teníamos ambas una cara de desastre, sé que estaba triste y sé que ella sabe que yo también lo estoy

: lo siento, te juro, que hay una razón para todo – dije, tartamudeando un poco

: esperas que te escuche en esas condiciones

: a ver, si no tomé tanto Madimads

: tomaste lo suficiente para venir hasta acá - suspiró

: ay mi cabecita de zanahorias lo que tienes de bella lo tienes de complicada – solté de la nada, pero no estaba tan borracha como para no entender que había dicho y se me llegó a secar la boca

: y ya empezaste a llamarme por esos apodos – puso sus ojos en blanco

: sé que no estoy, sé que no estoy tan bien, pero ¿no sabes Mads que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad? Y yo estoy aquí para decirte la verdad – me levanté para caminar en su dirección

Madelaine al ver que me acercaba así, se enderezo y abrió grandes sus ojos

: eres preciosa, sé que sabes que lo creo con todo mi corazón – dije, colocando un mechón detrás de su oreja

Sé que estoy actuando muy directa, pero no puedo pensar claramente, trato de frenar pero mi cuerpo y mi boca no me obedecen

: eres el sueño de cualquier persona, eres la más guapa de la universidad y y y que digo universidad, del universo, si me pareces más linda que Scarlett Johansson y sabes que estoy enamorada de ella desde que tengo un tres añitos o trece en realidad no recuerdo

: trece – respondió riendo y bajando su rostro para volver a levantarlo y plantar sus ojos en los míos

: debo confesar muchas cosas, primero, ¿recuerdas que te pedí que fuéramos juntas a nuestra fiesta de graduación porque nadie me había invitado? Bueno no fue cierto, me invitaron al menos cinco personas, pero solo quería ir contigo, solo quería compartir ese momento junto a ti

: sé que me mentiste, me pedían consejos a mí para preguntártelo

: ouh – dije de manera graciosa haciéndola reír - y ¿recuerdas el día que terminaste con Marcos y llegaste llorando a mi casa? pues te dije que estaba muy triste por ti, pero fue el mejor puto día del año porque ese idiota no te merecía y y cuando fue el matrimonio de tus padres y me sacaste a bailar el vals, ¿lo recuerdas? pues yo recuerdo hasta el último paso que dieron tus pies y Mads, no sé si estoy siendo demasiado clara o si estoy solo haciéndote sentir incómoda pero debes saber que, que yo, que que yo

: ¿que tú qué? – dijo mirando mis labios y luego mis ojos

Y cuando pensaba que podía decirle, que era el momento, me di cuenta de lo que estaba a punto de hacer y traté de reorganizar mi cabeza en el estado que estaba, pero no pude

: te quiero - dije suplicante

: tú sabes que te quiero también pedazo de idiota - soltó ella riendo

: pero Madelaine yo te quiero como la ardilla de la era del hielo quiere a su bellota

: ¿qué me intentas decir? – dijo riendo, mientras levantaba una ceja, pero entonces yo la reina de la estupidez y hasta me da vergüenza escribirlo porque es una de esas cosas que te humillan tanto, que estés en el estado que estés nunca puedes olvidar.

En simples palabras, no sé cómo pasó pero de la nada sentí mucho mareo, sentí que iba a vomitar, así que no sé, de verdad no sé pero alcancé a girar y vomité toda la pared, juro por Dios que no fue de borracha, no había tomado hasta ese extremo, pero cometí el grave error de mezclar medicamentos de la ansiedad con vino, se me revolvió la panza y simplemente no pude frenarlo.

Madelaine, me miró con los ojos bien abiertos, mientras yo le pedía mil veces perdón, la vi suspirar y mirar hacia el techo, sé que estaba controlándose para no golpearme, porque sabía que no estaba en el mejor estado pero mañana me va a llegar.

: siéntate y espera – dijo entrando a su habitación

Yo solo estaba ahí, incrédula, con vergüenza, quería irme a mi departamento, quería no estar borracha, quería correr pero no atinaba a nada, solo estaba mirando la pared donde hace cinco minutos estaba afirmada Mads. Estaba sumergida en mis pensamientos cuando la oí llamarme, no me paré así que me fue a buscar, me entró al baño y me dejó en ropa interior.

: estoy muy enojada contigo señorita, pero mañana hablaremos de eso, ahora te preparé un baño, voy a salir unos minutos para que termines de desvestirte y entres a la tina, no quiero que mañana digas que me aproveché de ti – dijo entre risas con esto último – entonces salió y yo como pude me quité la ropa y entré al agua, estaba calientita y llena de espuma. Cerré los ojos y la sentí entrar - mereces estar así de relajada, pero siempre eres tú quien me cuida en las borracheras, supongo que te lo debo

: No estoy tan borracha, lo sabes - dije cruzando mis brazos sobre mis pechos, en clara señal de desaprobación

: vomitaste mi pared – dijo poniendo sus ojos en blanco – como sea

Se acercó a mí y comenzó a lavar mi cabello, mientras tarareaba una canción. Luego de una hora ya me sentía mejor, ya no estaba borracha, solo un poco mareada y con los dedos arrugados por haber estado tanto tiempo en la tina, lo suficiente para ser una idiota controlada. Madi fue a limpiar su pared y me dejó unas toallas para que saliera del agua, así que salí de la tina, sequé mi cuerpo y fui en busca de algo para dormir, tomé una polera de Mads, unas bragas y cuando me senté en la cama a pensar avergonzada de mis actitudes, entró ella con su típica sonrisa de burla

: ahora a secarle el pelo a esta bebé pequeñísima – dijo con voz de niña chiquita

Tomó la secadora, secó mi cabello y lo cepilló, para luego pedirme que me acostara, yo durante todo ese tiempo me mantuve en silencio, porque yo siempre era la que cuidaba a Mads, yo siempre la protegía, yo siempre hacía este tipo de cosas por ella y verla haciéndolo por mí, solo me hacía sentir lo mucho que esta mujer me quería

: gracias - dije mientras me acostaba delicadamente a su lado

: me debes medio millón – dijo riendo y media adormilada

: Madelaine - susurré - ¿me abrazarías? - dije suplicante

Madelaine: sí, pero eso no te salvará mañana – entonces se acercó a mí y escondí mi rostro en su cuello, lo último que recuerdo es que estuvo acariciando mi cabello hasta que me dormí.

ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora