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Fue un beso sumamente emotivo sinceramente, hasta que me empujó y pegó una cachetada. La quedé mirando sorprendida y me enojé bastante, la tomé del brazo y la entré a mi departamento.

_: ¿qué mierda fue eso Madelaine? – dije furiosa

Madelaine: no puedo creer que me besaras, luego de tirar toda la noche con la rubia – dijo aún más enojada

_: ¡para con eso, no me acosté con ella! – grité

Madelaine: claro – dijo suspirando con las manos en las caderas y mirando hacía el techo

_: no sé con qué cara me juzgas así, cuando ayer de lo más bien estabas con Travis y quizás que cosas hicieron – dije notablemente celosa

Madelaine: ¿qué me viste hacer? – dijo mirándome seriamente

_: te vi Petsch subiéndote a su carro – suspiré sentándome en el sillón

Madelaine: lo estaba dejando grandísima idiota

_: ¿esperas que te crea eso? – dije enojada

Madelaine: por Dios, nunca te he mentido en mi vida, no sé cómo por este estúpido sentimiento automáticamente paso a ser una persona poco confiable para ti

_: pues yo no me acosté con Lili y tampoco me crees – dije parándome del sofá y acercándome a ella

Madelaine: ella quiere comerte siempre

_: y yo solo quiero comerte a ti – dije acercándome

Madelaine: no, Aldrich, no des un paso más, porque vamos a acostarnos y necesito que hablemos de esto

_: podemos hablar luego no crees – dije susurrando contra sus labios

Madelaine: no podemos arreglar todo con sexo – dijo apenas sin abrir los ojos

_: oh sí que podemos, no es mi culpa que estés tan buena – dije agarrándola fuerte por el cabello para estampar sus labios contra los míos

Como siempre, nos estábamos literalmente comiendo y tocando desesperadamente, ya se me estaba haciendo costumbre arrancar la ropa de Mads con violencia. La tomé y ella saltó sobre mí como si se tratara de una pluma, la subí a la encimera y empecé a besar su cuello lentamente

Madelaine: tú si que sabes cómo ponerme caliente – dijo para luego ronronearme al oído

_: ten por seguro Madelaine Petsch que nadie podrá tocarte como yo – dije comenzando a tocarla por encima de su ropa interior, Mads solo estaba usando una faldita, que por supuesto ya tenía en la cintura. Le quité la blusa que llevaba para centrarme en sus pechos y para mi sorpresa llevaba un conjunto sumamente sexy, color rojo, como siempre.

Madelaine: ya quítame todo – dijo jadeando

_: parece que alguien venía con la idea sucia en la cabeza, porque este conjuntito es de otro planeta, no pienso quitártelo – dije mientras apartaba un poco la tela de su tanga para introducir un dedo en ella, pero éste resbaló rápidamente e introduje otro

Madelaine: sí cielo, muévelos más rápido – dijo entre gemidos fuertes

Su cara se torna tan jodidamente preciosa al follar, su boca entreabierta, sus ojos cerrados, su respiración pesada, el sudor de su cuerpo y lo mojada que está, Madelaine es la única persona en el mundo que puede hacerme sentir al cien con solo una mirada

_: ¿te gusta? – susurre a su oído

Madelaine: me gusta, me gusta – dijo jadeando

_: oh cielo, eso no me convence – dije introduciendo mis dedos de forma brusca e intensa, enterrándolos lo más posible

Madelaine: sa-sabes que me encanta – dijo aumentando deliberadamente sus gemidos, sabía que estaba cerca así que intensifiqué el ritmo de mis dedos

_: abre los ojos Mads, quiero que me mires mientras te corres

Madelaine intentaba mantener su mirada sobre la mía, hasta que sentí sus paredes contraerse contra mis dedos, cerró sus ojos y se aferró a mi cuerpo, dejándose caer delicadamente sobre mí.

Madelaine: ¿quién mierda te enseñó a follar así? – dijo volviendo en sí, con su respiración agitada

_: ¿qué puedo decir Madi? sabes que yo siempre hago todo bien

De pronto Madelaine me empujó delicadamente y me dijo que tomara asiento en el sofá, bajó su falda, quedando solo en su conjunto rojo

Madeleine: desnúdate

_: aquí las órdenes las doy yo – dije mirándola intensamente – pero supongo que puedo hacer una excepción - dije pensativa - solo haz que valga la pena.

Me desnude bajó su intensa mirada y ella caminó hacía mi como si se tratara de una pantera que está por comer a su presa, se agachó de manera sensual para luego abrir mis piernas y lamer delicadamente mi centro, sujeté fuerte su cabeza para que no parara ni un segundo de succionar.

_: Dios santo Mads – dije totalmente ida

Madelaine: ¿qué quieres que te haga? Tú das la órdenes, como te gusta – dijo mirándome con su rostro hacía arriba, mientras jugueteaba con un dedo en mi entrada

_: fóllame – dije y entró dos dedos, los cuales empezó a mover en mí mientras con su lengua estimulaba mi clítoris frenéticamente

Madelaine: córrete en mi boca, vamos bebé – dijo para luego volver a chupar fuerte, haciendo que me viniera minutos más tarde y me desplomara en el sillón.

_: Dios, debes hacerme sexo oral más seguido – susurré mientras abría mis ojos y veía a Madelaine limpiarse la boca con la mano, ya que estaba bañada en mis fluidos, lo que me pareció demasiado sexy

Madelaine: mm, sabes tan bien – dijo para luego relamerse los labios

_: eres una chica mala – dije riendo

Madelaine: que hace cosas muy buenas – dijo levantándose y acurrucándose sobre mí en el sofá

_: eres preciosa – dije sincera

Madelaine: tengo miedo – dijo levantando su mirada para chocarla con la mía

_: también yo – dije besando su frente

Definitivamente yo estaba enamorada, pero no sabía cómo decírselo, o sea ella sabía que me gustaba y todo, pero nunca había sido tan directa y la verdad me da miedo que piense que estoy yendo demasiado rápido, no quiero que piense que estoy loca, pero la verdad llevo años muerta por ella así que tampoco es muy raro pensarlo, ya me estoy comiendo la cabeza en vez de disfrutar el momento, necesitamos hablar, realmente lo necesitamos, esto parece solo sexo cuando no es así, al menos por mi parte, o sea, sí quiero acostarme con ella siempre, porque Dios, es tan exquisita, pero también quiero abrazarla, quiero besar su nariz, quiero llevarla a cenar, quiero tomar su mano y sé que soy cursi, pero no puedo evitar sentir la necesidad de que sea mía no solo sexualmente sino de manera emocional, la quiero en cuerpo y alma.

_: Madi – dije insegura

Madelaine: mon coeur

_: creo que necesitamos hablar sobre esto pero así no, tomemos una ducha, ordenemos nuestros pensamientos, pedimos algo para comer y charlamos, te parece

Madelaine: siempre cuadrando todo ojitos oscuros – dijo riendo

_: ya sabes como soy

Madelaine: yo usaré tu ducha y lo haré sola señorita porque tenemos una conversación pendiente que no quiero seguir retrasando por sexo – dijo para levantarse y caminar hacia mi habitación mientras yo usaría el otro baño, ni modo, la reina manda.

ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora