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Nueve días han pasado desde el accidente y ella no despierta, nueve días en los que me planteado millones de cosas, en los que he sufrido como nunca antes, nueve días sin sus ojitos mirándome, nueve días vacía. A veces perdía la esperanza de que ella volviera en sí, pero trataba de aferrarme a las pocas fuerzas que nos quedaban.

Nos turnábamos para verla, para cuidarla y para que nunca estuviera sola, queríamos que despertara y estuviera alguien a su lado. La habitación estaba llena de vida, la teníamos repleta de fotos, de regalos, de globos, realmente estábamos preparando su llegada, todos nos aferrábamos a la idea de volver a verla bien como niños esperando la navidad y quizás yo era la única que tenía pensamientos negativos en la cabeza, pero es que yo jamás podré perdonarme esto. También creo que han sido días muy reflexivos y cada vez tengo más clara la idea de que tengo que irme.
Estuve buscando opciones, hay al menos tres que son soluciones factibles, porque hay sedes de mi universidad en otras ciudades, por lo que perfectamente podría seguir la carrera y la verdad no me queda tanto, así que podría ser algo concreto. Solo quiero que Madelaine tenga una vida feliz, sin mí que tanto daño le he hecho, está claro que yo no sirvo para ser feliz, es algo que me ha perseguido toda la vida y no quiero arrastrarla a mi desgracia y a ver, no es que sea malagradecida de la vida, digo, lo tengo todo, realmente todo lo que podría desear una persona de mi edad, soy muy artista y destaco en muchísimas cosas, aparte estudio una buena carrera, que me gusta y no me es imposible, entonces creo que la vida me regaló buenas oportunidades y cualidades que no cualquiera tiene, pero con ello, también me llenó de amarguras y penas, desde muy niña conocí la soledad, el rechazo, el tener que mentir, el abandono de mis padres cuando les conté que me gustaban las niñas de la misma forma que los niños, solo tengo su aporte económico y prácticamente es por obligación, en definitiva nunca me faltó nada material pero sí todo lo demás.

Estos días le he leído cuentos, le he cantado, la he dibujado, a veces simplemente la he contemplado pero de verdad, todo lo he hecho en cierto tono de despedida y aunque quiero que despierte, me da miedo que ese sea el momento en que tenga que irme.

Hoy me toca pasar la noche con ella, es mi horario favorito porque me imagino que solo está dormida como antes, cuando la contemplaba por horas descansar en mis brazos. A pesar de estar todavía en coma, ella estaba respondiendo bien, ya le quitaron el cuello ortopédico incluso, todo nos daba esperanzas de un buen presagio, pero la verdad nunca estás listo para ese momento, nos dieron a todos una "charla" de como actuar cuando despertara pero yo definitivamente no seguí el protocolo.

La cosa es así, estaba leyendo a Mads Romeo y Julieta, obviamente agregando mis siempre inoportunos comentarios críticos a la historia y es que es una obra tan poética y profunda, que para dos reinas del drama como nosotras era simplemente embriagante.

_: "En mi favor está el manto de la noche, que me sustrae de su vista; y con tal que me ames, poco me importa que me hallen en este sitio. Vale más que mi vida sea víctima de su odio que el que se retarde la muerte sin tu amor" – leía de manera exagerada mientras me paseaba por la habitación distraída

Madelaine: esa es una de mis frases favoritas – dijo con su voz adormilada mientras veía todo alrededor con una cara de no entender qué estaba sucediendo

_: des-despertaste – solté sin moverme mientras dejaba caer el libro al piso

Madelaine: ¿qué hago acá? – preguntó comenzando a alterarse al no entender que sucedía – Dios, como me duele la cabeza – ella me quedó mirando con los ojos entreabiertos y entonces corrí a su lado saliendo de mi shock

_: cielo, tranquila, respira, iré por ayuda, todo está bien, ¿sí? - solté hiperventilada a mil

Madelaine: yo estaba por irme y él me tomó del pelo y – dijo comenzando a alterarse – no paraba de golpearme

_: shh, no pasa nada, luego me cuentas, solo calma

Y salí de la puerta sin ningún autocontrol y comencé a gritar por ayuda, porque por lo que me explicaron había que realizarle estudios, ver como su cuerpo respondía, explicarle la situación y ante mis gritos enseguida se acercaron enfermeras, una entró a la habitación y trataba de tranquilizar a Mads y la otra salió por el pasillo para luego volver con el mismo doctor que la operó

Le hicieron los controles que correspondían, la monitorearon y gracias a Dios, todo estaba bien, solo su cuerpo seguía resentido por los golpes y la operación así que debía permanecer por unos días en el lugar. Le explicaron que estuvo dormida casi diez días y ella no podía creerlo, estaba bastante conmocionada por lo que el doctor me recomendó avisar a los familiares y amigos, pero que vinieran a verla mañana porque necesitaba comprender la situación.

Ya eran las tres de la mañana y le habían administrado un medicamento para el dolor, que era bastante agudo todavía, en todo momento ella me miraba pero no decía nada y yo bueno, nada que decir, lloré como una niña durante toda la evaluación y celebraba cada revisión como si se tratara de un premio, pero no sabía qué hacer cuando nos dejaran solas y trataba de no pensar en ello, porque me afectaba al nivel de querer salir corriendo, pero ese momento llegó y fui yo quien rompió el silencio

_: Mads, sé que quizás no es el momento para hablar de esto pero lo siento, todo esto que te pasó, es mi culpa

Madelaine: esto no es tu culpa, yo sabía que él podría perder el control, no para dejarme en este punto pero era una opción y yo corrí el riesgo – dijo mientras movía un poco su cuerpo incómoda

_: yo no te creí – dije en un susurro

Madelaine: luego lo hablamos Aldrich – dijo seria, para luego relajarse y mirar dulcemente a su alrededor - este lugar está completamente ambientado para mi eh, ¿esperaban que durmiera más días? – soltó intentando cambiar el tema

_: no realmente, todos los días soñaba con verte abrir los ojos Madelaine y cada día era una estaca en mi pecho, si tú no volvías, yo – la miré mientras lágrimas comenzaban a caer por mi rostro – yo no lo hubiera soportado y Dios, me he dado cuenta de cuanto de te amo, de cuanto significas para mí y eso es todo, lo eres todo. Me siento una idiota ahora mismo y quizás ni debería decirte estas cosas en el estado que estás

Madelaine: a ver, si bien no te culpo por lo que me ocurrió, sabes que lo hice para demostrarte que yo no te mentía. Sí, yo nunca fui fiel con nadie, siempre mentí y siempre fui deshonesta con todos – suspiró – con todos, menos contigo, yo te amo pedazo de idiota – dijo tomando mi mano

_: por lo mismo siento que pasé los límites, que fui cruel, despectiva y que te falté el respeto, siento que no merezco tu amor, realmente siento que no lo merezco – solté su mano y me paré comenzando a caminar en círculos por la habitación – digo, sí, es que mierda, tienes tanta razón, nunca me has mentido, yo fui una idiota, en realidad no sirvo para nada, todo lo que toco lo arruino siempre, si sabes como soy ¿para qué me sacas de la friendzone?

Madelaine: Dios, cállate Aldrich – dijo haciendo que frenara en seco – la verdad me encantaría interrumpirte con un beso como acostumbro cuando empiezas a hablar sin parar y me estresas pero como vez muy ágil no estoy así que si te acercas puedo hacerlo

_: ¿qué? – dije confundida, se supone que debería dejarme o al menos eso esperaba

Madelaine: guapa no me hagas mover la cabeza tanto, solo ven

Y la besé.

ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora