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Cuando escuché esa voz frené en seco y comencé a sudar frío, por hacer lo correcto estaba perjudicando a mi otra familia, a quienes me educaron y aceptaron como una más.

: puedo explicarlo Edgar - dije al borde un ataque de pánico

: te eduqué, te hice ser la mejor, te di el lugar que le correspondía por sangre a alguno de mis sobrinos, te tomé como a una hija y, ¿me traicionas de esta forma? - soltó Edgar notablemente exaltado

: Dios, lo siento mucho, de verdad lo lamento, yo no pensé - dije a punto de romperme a llorar

: exacto niña, no pensaste - hizo una pausa y prosiguió- te escogí y confié en ti el honor de Fritz, dame una razón que valga todo lo que nos hiciste, todo lo que te hiciste

: Edgar primero que todo es lo correcto! ambos sabemos que este juicio no es justo y que saldrían perjudicadas personas inocentes y trabajadoras, personas que solo buscaban justicia y también es que, Dios como te digo esto - mi respiración se hizo pesada y finalmente solté - estoy completamente enamorada de la abogada de Eyzaguirre

Hubo un silencio dramático, casi podía sentir que Edgar atravesaría el celular para ahorcarme hasta producir mi muerte y mis pensamientos estaban en eso hasta que escuché una voz femenina decir "Aldrich estás fuera del caso y de la compañía" era Cristina.

: ¿qué? - dije sollozando - Edgar tú no, Edgar no me hagas esto - dije desesperada pero ya era  demasiado tarde, colgaron.

Las lágrimas comenzaron a agolparse en mis ojos y un profundo sentimiento de abandono volvió a mi, otra vez no tenía familia, otra vez estaba sola, había arruinado todo y no conseguí nada, ni a Madelaine.

Pasaron los días y apenas comía, solo me levantaba a tomar una ducha y luego volvía a la cama, a penas intercambiaba algunas palabras con Vanessa, que prácticamente vigilaba que no terminara con mi vida cada una hora.
Esa mañana desperté con una desesperada morena hablando por teléfono mientras hacía una maleta, me giré y tapé mi cabeza con la almohada mientras trataba de no levantarme a golpear a la única familia que me quedaba,  pero Nessa es exageradamente ruidosa y yo excesivamente impaciente, así que me senté en la cama tal como una niña de 5 años con los brazos cruzados y con cara de exigir una explicación a tal alboroto. Ella me miró y sonrió ante mi actitud, cortó el teléfono y tomó mi mano dulcemente.

: tengo que viajar pero volveré pronto, no quiero que hagas tonterías y por favor come algo - dijo Vanessa suplicante - hazlo por mí

: bueno mamá - dije irónicamente

: mamasita me gusta más mi amor, lo sabes - dijo la morena para luego guiñarme el ojo, tomar la maleta, lanzar un beso al aire y esfumarse. Solo escuché un lejano adiós y luego el sonido de la puerta. Ahora definitivamente si estaba sola.

Me levanté a duras penas para no morir de depresión y tomé una ducha, ducha que no pude disfrutar porque alguien comenzó a tocar el timbre desesperadamente y tuve que salir, tomar una bata y amablemente despachar a cualquier idiota que viniera a interrumpir mi soledad. Sin embargo cuando abrí la puerta el corazón casi se me sale del pecho, era ella.

: hoy llegó esto a casa - dijo Madelaine extendiéndome un sobre - es la notificación de que ya no estás en el caso

Yo solo la miré y no sabía que decir, sabía que cualquier cosa en ese momento me haría romper en llanto y no quería seguir haciendo el papel de patética porque ya bastante tenía con su rechazo  y el de Edgar.

: ¿te echaron, verdad? - dijo ella clavando sus preciosos ojos en los míos  - Dios Aldrich sigues siendo igual de impulsiva

: dime que entiendes mis razones y habrá valido la pena arruinar mi carrera - dije dando un paso más cerca de ella

De pronto éramos solo Madelaine y yo en nuestro mundo de electricidad, mirándonos como si fuéramos la última gota de agua del desierto y juro que me moría por besarla pero francamente estaba demasiado asustada, no sé si podría soportar otro rechazo de ella así que rompí el silencio con una muy mala invitación

: ¿te quedas a cenar? - solté de pronto

: son las 12 de día - dijo ella mirándome divertida - pero te acepto un almuerzo

Sí, fue la peor proposición del mundo, así soy yo, desastrosa. Gracias a Dios que me dió esta carita que me saca de apuros en mis momentos de estupidez... ¿qué?, la verdad siempre por delante.

Desde que Madelaine había entrado yo estaba exageradamente acalorada y no era solo por su espectacular cuerpo y su rostro angelical, también era porque no tenía ni la menor idea que cocinar porque quizás ella cambió sus gustos y bueno, quería impresionarla obvio, pero odio cortar las verduras y esas mierdas onda realmente para cocinar necesito un asistente que haga ese trabajo por mi. Yo hago las mezclas y condimento pero, ¿cortar? eso no, eso si que no, sin embargo, aquí estoy picando cebolla para mi estofado en potencia, llorando obvio, porque es como la mejor forma de soltar tus tensiones, cualquier cosa lloras por la cebolla, no porque tu vida sea una mierda. En fin, estaba como siempre sumergida en mis pensamientos innecesariamente irrelevantes cuando ¡auch!, dedo cortado y grito de adolescente.
Madelaine entró corriendo a la cocina y me
vió llorando con mi dedito ensangrentado, me miró con ternura y fue por el botiquín.

: no puedo creer que estés llorando por esto - dijo ella mientras limpiaba la herida

: eh, obvio es por la cebolla, realmente no sentí el corte - dije tratando de sonar despreocupada

: ah claro y el grito también fue por la cebolla - dijo riendo

: nunca te molestaron mis gritos Madelaine, ¿qué pasó? que yo recuerde me pedías gritar más - susurré en su oído y una corriente eléctrica atravesó mi espalda

Ella me miró, no sonrió, me miró seria y se acercó más a mi cuerpo, mi corazón latiendo a mil no sería capaz de soportar un segundo más sin tocarla.
Me besó, la besé y nos fundimos en un beso desesperado. Chocamos con el refrigerador y juro que ojalá hubiera estado abierto para que me bajara un poco la temperatura, creo que éramos prácticamente como una pelota de pinball recorriendo la cocina con los ojos cerrados, tratando de encontrar un lugar para poder arrancarnos la ropa

La respiración de Madelaine se hacía pesada y el calor se presentaba en mi cuerpo a un nivel que no podía controlar, pero tampoco podía dejar besar su boca, estaba extasiada.

: necesitamos ir a tu habitación - dijo entrecortadamente Madelaine - y yo la tomé de la mano para llevarla al paraíso

Lancé a Madelaine a la cama mientras quitaba su blusa color fuego y la miré fijamente mientras trataba de acercar su cuerpo, pero de pronto todo era como antes y eso hizo click en mi. Arreglábamos todo con sexo, nunca hablábamos y entonces hice lo impensado, paré, porque aunque me moría de ganas de ella, no estaba dispuesta a caer en los mismos errores del pasado, había que hablar y había que ser claras.

: debemos parar - dije sin más y el rostro de Madelaine palideció más aún de lo que era

: ¿esto es una broma? - dijo afirmándose en sus codos mirándome enojadamente y yo negué con la cabeza tímidamente- ok, no es una broma, genial, necesito cambiar mi ropa interior

ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora