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Luego de que Vanessa, discutiera fuerte en la calle con mi ex mejor amigo frente a una versión destruida de mí y claro después de que le diera una gran bofetada en la cara porque ella no es de muchas palabras pero sí de hechos (esa fue su estúpida justificación), simplemente me tomó de la mano y  me sacó de ahí.

Lloré toda la tarde.

Por primera vez estaba viendo las consecuencias de lo que sabía que ocurriría, pero esperaba que no me afectara a tal nivel, es que simplemente no había recordado que era el lugar donde trabajaba el padre de Cole, el que por años también fue como el mío. Supongo que entendía que para ellos fuera una malagradecida, una zorra, una tonta a la que le importó más el dinero, la egoísta que abandonó a sus amigos y a su novia que se recuperaba de una grave golpiza que por lo demás había sido ocasionada por mí.

En síntesis y con mucho dolor puedo decir que desde que me fui de esta ciudad de mierda, estuve años tratando de reconstruirme y que Cole me volvió a derrumbar en un segundo. Tal vez nunca debí haberme ido. Tal vez, él solo soltó en mi cara todo aquello que piensan los demás. Todo aquello que piensa Madelaine. Esa noche dormí fatal.

Llegó el día viernes y yo la verdad no quería ir a la celebración de compromiso de Camila y Lili, me asustaba enfrentarme a todos, lo único que quería era dormir y acurrucarme en el pecho de Nessa toda la tarde y toda la noche, porque solo ahí me sentía segura. De cierta forma a veces creía que la utilizaba, me daba miedo que ella estuviera enamorada de mí, otras creía imposible la posibilidad de que tuviera los sentimientos revueltos conmigo, siempre hemos sido claras respecto a eso. Lo cierto es que Nessa es la persona que más me cuida y me quiere actualmente y si bien no la veo como a una hermana, porque claramente vivimos en una constante tensión sexual, tampoco la podría ver más allá de una amistad preciosa con ciertos beneficios. Nunca me podría enamorar de Vanessa, de hecho y lamentablemente, nunca me podría enamorar de nadie que no sea Madelaine.

Vanessa: deberías levantarte, no eres la persona más veloz para alistarte – soltó saliendo del baño envuelta en una toalla mientras levantaba una ceja 

_: no iré a ninguna parte – dije mientras cerraba el libro que leía y lo dejaba sobre el velador

Vanessa: ya hablamos de esto

_: y ya te dije que no tenía ninguna intención de volver a ser humillada

Vanessa: escucha por vez mil – se acercó a mi lado y tomó mi mano – creo que la razón por la que debes ir es porque no hiciste nada malo y no haces nada malo, es tu trabajo, por lo demás no sabías que era contra ellos, no hubo mala intención en ti

_: de hecho si sabía Vanessa, incluso para convencer a Parodi, utilicé como principal argumento que conocía a esta gente

Vanessa: - suspiró – pues, sigue siendo tu trabajo

_: no entiendes Nessa, yo me fui, los dejé, quizás me necesitaron, parece que Cole es hasta padre, las chicas se van a casar, Madelaine se casará y no tengo ni la menor idea qué es de KJ

Vanessa: bueno entonces tienes que ir para reivindicarte – la miré con extrañeza – no me mires así, piénsalo, lo arruinaste, sí, te fuiste, aunque para mí no haya sido un error si lo consideras así, la vida te está dando la posibilidad de hacer las cosas bien y la doctora guapa con su futura mujer, que espero que esté tan buena como la rubia – su mente se fue por un segundo y luego prosiguió – ellas no te cerraron la puerta de su vida, no lo arruines, no te puedes permitir ese lujo

TOUCHÉ NESSA.

Me hice la enojada, pero me arreglé para el evento de todas formas, Vanessa solo reía, sabe que jamás aceptaré que me ganó una discusión y prometo que nunca permitiré que eso ocurra otra vez.

Llegamos al salón del evento y nuevamente me transformé en la perra segura que debo ser, porque sé que mi presencia daría que hablar y no quería que alguno de estos me hiciera daño, sé que estoy tomando una postura a la defensiva, pero que tengo eso o desmoronarme frente a todos y la verdad, no me apetece la última.

Sentí los ojos sobre mí y dediqué una sonrisa cínica al aire, mientras caminaba por el centro junto con Vanessa, que se veía realmente impresionante y claro, estaba en mi papel, no quería titubear y mostrarme débil, pero al ver a Camila y Lili simplemente me relajé y literal, casi corriendo fui a darles un abrazo.

Camila: eso de las entradas simples no te toma ahora

Lili: luces preciosa – dijo mientras me guiñaba el ojo – bueno ambas –

Camila: ah no – dijo fingiendo molestia - llevas un minuto aquí y ya quieres robarte a mi novia

_: par de desquiciadas, las extrañé muchísimo – suspiré – y estoy muy feliz de que estén juntas, siempre supe que Camila había caído ante los encantos de la dulce Lili

Lili: nosotras también estamos feliz de verte otra vez – dijo mientras era sujetada de la cintura por Camila

Vanessa: la que no está feliz de verte es tu ex, porque desde que llegaste no te quita los ojos de encima y sinceramente no sé si quiere matarte o quitarte el vestido

Volteé buscándola con la mirada y frené cuando mis ojos se posaron sobre los de Madelaine quien me miraba fijamente mientras acababa una copa de lo que parecía champagne. Vestido rojo, hija de puta, parecía diosa griega, opacaba a cualquiera y a su lado estaba el estúpido de su prometido ignorando completamente el contacto que surgía entre nosotras. Me preguntaba si su lencería sería del mismo color que su vestido así que bajé mi mirada por su cuerpo y sentí mis mejillas arder recordando todas las cosas sucias que solíamos hacer, mi boca se secó y corté el contacto porque me sentía como una pantera que vigila a su presa. Claramente el idiota de su novio estaba demasiado ocupado hablando con otras personas para notar lo que acababa de suceder pero las chicas de tontas no tenían un pelo.

Me giré y tomé una bocanada de aire, mientras la mirada atónita de Camila me exigía respuestas y Lili miraba a Vanessa frustrada probablemente tratando de entender por qué ella no me hacía una escena de celos y solo se reía de la situación.

_: ¿qué? – pregunté cínicamente

Vanessa: te está devorando con la mirada

Camila: Madelaine ha tomado mucho Vanessa no debes preocuparte, ella normalmente no es así – las chicas realmente pensaban que Vanessa era mi novia –

Vanessa: ¿preocuparme? – preguntó ladeando su cabeza

_: no somos pareja – dije riendo

Lili, Camila: ¿no?

Vanessa: somos mejores amigas – soltó casi ahogada en risa

Camila: Diosss, entonces puedo decir con libertad que Madelaine ha estado vuelta loca desde que llegaste – tragué saliva

Lili: Cariño – regañó a su futura mujer – se supone que no debes decir esas cosas

Camila: ya lo dije y también diré que acaba de salir por esa puerta y que deberías seguirla

Miré a Camila fijamente y ella me miraba con una sonrisa desafiante, Lili parecía preocupada y Vanessa prácticamente me estaba empujando para ir tras ella. Lo siguiente ocurrió muy rápido un mesero pasó a mi lado, tomé una copa, la bebí al seco y fui tras Madelaine.

Corrí tras el pasillo porque la había perdido de vista, iba pasando entre la gente soltando disculpas a cada paso, parecía que avanzaba lento, como si me pesaran las piernas, no estaba pensando en absolutamente nada. Por fin mis ojos chocaron con su espalda y mientras ella tomaba otra copa de la bandeja del mesero, vi como su cuerpo se perdía tras una puerta, a la cual llegué y por primera vez en esos 5 minutos que parecieron eternos titubeé. Mire lentamente, era un balcón, Madelaine miraba su copa afirmada en el borde la baranda, se veía preciosa y no sé de donde saqué fuerzas pero pasé.

_: ¿qué haces escapando tan temprano, cenicienta?

ALMA MÍA - Madelaine Petsch EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora