Maratón 1/?
–Misuk
Después de que Jeongin cancelara nuestra clase por razones que desconocía, puesto a que evadió rápidamente mis preguntas, había quedado para ir a almorzar con Minho.
Siempre almorzábamos en el mismo lugar, era como una de nuestras pequeñas costumbres que hemos desarrollado en nuestros largos años de amistad, siempre íbamos juntos a la cafetería que solía ir con el muchacho que pasó actualmente mayor parte del tiempo, y donde trabajé por años, era uno de los lugares que habían marcado mi vida.
Volví a buscar con la mirada a Minho, lo encontré ya que sacudió un poco su brazo. Con largos pasos me dirigí hacia él y me senté justo enfrente de él, mientras ponía a un lado mis cosas de la escuela.
–Hola Minho. – él soltó una sonrisa ladina, mientras entrelazaba sus dedos.
–Hola Misuk. – la mesera se acercó a nosotros y pedimos las ordenes. – Por fin hiciste un espacio en mí agenda y aceptaste venir a almorzar con el lindo mejor amigo que tienes. – su simulación de puchero era adorable, tal y como siempre lo hacía. Solté una carcajada al ver como mi amigo se veía adorable.
–He estado ocupada. – hablé lo más seria posible, pero el seguía haciéndome pucheros, forzándome a reír. – Además siempre cuando tienes tiempo vas a la casa y pasó tiempo contigo, así que deja de hacerme sentir tan culpable. – me gusto que dejó de hacer pucheros, no era por nada malo, solo que me daba risa y ternura.
– Es que... me siento sólo. – habló afligido, este tonto sabía enternecerme... al igual que Jeongin. Sacudí de manera disimulada mi cabeza, tratando de sacar al menor de mis pensamientos, no estaba bien pensar tanto en esa persona y menos cuando era un tipo de alumno tuyo.
– Deja de ser bobo Minho, sabes que siempre me tendrás ahí para ti, porque cualquier trabajo es momentáneo, pero nuestra amistad no lo es, cuando te sientas solo puedes ir a casa y ahí estaré con los brazos abiertos para hablar contigo y ver películas, claro no de terror porque te dan miedo. – la última parte lo dije burlándome de lo aterrorizado que se pone por cosas tan simples y simples, de sus fobias que eran incontables, y él lo entendió, mirándome mal por unos segundos, para luego cambiar esa mirada intimidante por una dulce.
– Te quiero. – sonreí de lado, de un amigo un te quiero vale muchísimo y más sí ese te quiero provenía de la boca de Minho, quien es mi amigo más valioso.
–Yo también te quiero. – me ponía eufórica con estos momentos, eran felicidad, Minho era una parte de mi felicidad, era mi familia junto a mi padre. La mesera llegó con nuestros pedidos, ambos agradecimos y empezamos a comer con tranquilidad. – ¿Cómo te va en la academia? – hablé mientras jugaba con un poco del pastel de vainilla, esperaba su respuesta.
–Bueno me va bien. – levanté mi mirada mientras observé el lugar y miré como JeongIn entraba al lugar.
¿Sólo puso una excusa para no ir a la clase?, eso me decepcionaba un tanto, ya que para mí significaba muchas cosas y no muy positivas, quizás solo no quería recibir la clase, quizás estaba cansado, o estaba cansado de mí. La ultima clase, se había comportado muy extraño y me dejó muy desconcertada, ya que su cambio de actitud fue en un dos por tres, pero creí que había lidiado muy bien con eso.
– Hey Misuk. – seguí mirándolo como hacía su pedido y como nuestras miradas chocaron, de inmediato quité mis orbes de los suyos y miré el pastel. Sentí como los dedos llenos de crema pastelera pasaba por mi mejilla, quité de inmediato su mano y tomé la servilleta para quitarme la crema, dejándome algo pegajosa. – Hasta que por fin me miras. – habló hastiado, yo solo solté una media sonrisa. – ¿Qué te pasó? – quité mi mirada de él y la dirigí hacia al otro chico, que se sentó en una mesa se veía incómodo. – ¿Por qué no dejas de mirar a ese chiquillo? – mis ojos volvieron a prestarle atención a mi amigo.
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Dulce y Lindo pecado ➳ Yang JeongIn
Fanfiction"Ella no quería aceptar que se estaba enamorando de un dongsaeng" "El haría lo que sea para que ella estuviera con él" -El es un niño comparado conmigo, le falta muchísimo por vivir, yo no puedo robarle la juventud, debe conocer niñas de su edad y...