31.

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Tenía mucho tiempo sin ver a mi madre y cada día me preocupaba por ella.

¿Cómo estará?, ¿Mi padre le ha hecho algo en este tiempo que no estoy en casa?

Surgían muchas cuestiones en mi cabeza y eso me volvía literalmente loco.

Así que al terminar mi fatal día de estudios, me encaminé a la floristería en la que trabajaba mi mamá, con ese trabajo a pesar de lo poco que ganaba tenía que pagar casi por completo todos los gastos, mi hermano le enviaba un poco de dinero, pero desde hace años no sé de él.

Llegué a la floristería y la dueña me atendió de inmediato me dejo pasar a ver a mi madre, quien estaba haciendo un arreglo floral, que se veía bastante hermoso.

–Mamá. – dejo de hacer lo que estaba haciendo y de inmediato fue a abrazarme y besar mi mejilla, sonreí. Mi madre era la persona más cariñosa y dulce que conocía, era tan buena que muchas personas se aprovechaban de eso y la pisoteaban y eso me enfurece. Saliendo del tema, la extrañaba mucho.

–Te extrañaba mucho JeongIn, ¿por qué no me dijiste que vendrías?, habría traído algo para que comieras. – reí y negué con la cabeza divertido.

–No era necesario. – dije simple, mientras ella me apretaba más fuerte.

– La casa es diferente sin ti, estoy a punto de convencer a tu papá para que vuelvas. – hice una mueca, ella soltó su agarre y se sentó en una silla.

–Yo no quiero volver hasta que mi papá se vaya. – me sente en la otra silla, sabía que mi madre quería a mi papá con toda su alma, pero él no lo hacía y llegaba a ser molesta esta situación, si tan solo ella escuchara y no solo oyera pero ella, solo hace lo último, lo demás no y llega a ser frustrante.

–Tampoco la chica te dejara ir hasta que él no se vaya. – ¿eso le había dicho a mi mamá?, mi madre le tuvo que desagradar. – Ella es muy buena y escucha, te quiere mucho ¿verdad? – asentí. – Pero, ¿por qué no quieres volver? – tomé una bocanada de aire.

–Arriesgo muchas cosas dejándote sola con él, pero madre estoy cansado de esta situación, de los maltratos hacia nosotros, del daño que nos hace, siempre he entendido porque mi hermano se fue. – ella frunció el ceño, teníamos años sin verlo y sabiendo muy poco de él, pero a pesar de todo aquello ella no tomaba cabeza sobre el tema. Levanté las mangas de su camiseta y vi esos moretones que no quería ver. – Sé que él te hizo eso, lo odio.

–No puedes odiar a tu padre. – dijo elevando la voz, la miré y negué.

–Lo odio desde la primera vez que vi que te golpeo, desde la primera vez que me golpeo... Desde que lo vi en tu cama con otra mujer. – sus ojos casi se caen del suelo, nunca quisé lastimarla, pero debía mostrarle la verdad por dolorosa que fuera para que en futuro ella fuera feliz. – Sí crees que miento okey, pero no lo hago, por eso fue la pelea, por eso me echó como un perro pulgoso... Te amo madre y quiero que usted sea feliz, feliz después de tantos años. – ella estaba sorprendida, solo besé su mejilla y me fui.

Ojalá y mi madre abra los ojos, antes de que algo peor suceda, mi madre no era capaz de enfrentarlo porque le tenía miedo a mi padre, no como yo. Abrí la puerta de la casa de Misuk, al parecer no había nadie y cerré la puerta.

Cerré la puerta y tomé mi celular revisé el mensaje de la señorita Choon.

Choon Misuk:

Por sí no sabías tengo que ir hoy a la Universidad y todos los martes.

Llegaré a las nueve, cocina algo o llama a un lugar de comida para que comas.

Dulce y Lindo pecado ➳ Yang JeongInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora