Dulce y Lindo pecado ➳ Yang JeongIn

41.

-Yang JeongIn

¿Por qué por mi mente nunca pasó que lo que estaba pasando iba a pasar?

Conocía a mi padre, sabía lo horrible persona que podía llegar a ser, conocía la bestia que podía ser, era un maldito que merecía estar toda su vida bajo las rejas, lo odiaba, bastante, no quería saber nada de él.

Estaba muy concentrado en mi madre, pensando en el grado de heridas que podría tener, las dudas carcomían mi alma y me sentía lleno de ira, quería justicia y lucharía porque eso pasara. Misuk conducía lo más rápido que podía, pero había un maldito tráfico que me ponía más alterado.

-Estoy pensando en salir de este auto e irme corriendo, quizás logré llegar rápido. – hablé en voz baja, mientras sentía mi corazón latir fuerte.

-Ten paciencia, llegaremos en diez minutos, debes estar sereno por tu madre, harás mejor las cosas y no cometerás ninguna locura. – ella siempre mostraba su lado más calmado mientras estaba algo frenético, quería ser como ella en ese aspecto, pero no, no podía.

-No sé sí logre hacerlo, Suk... mamá me dijo que lo iba a dejar ¿Por qué no deduje que se podría poner histérico y violentar en contra de ella?, quizás sí yo hubiese estado en ese momento, yo quizás hubiese estado en su lugar y eso sería mucho mejor. – ella se quedó callada y solo siguió conduciendo, solo se escuchaba el ruido desde afuera, los autos.

En unos quince minutos ya estábamos en el hospital, ni siquiera habíamos llegado al estacionamiento y solo salí del auto y empecé a correr hacia la entrada, estaba desesperado, quería saber cómo estaba, sí había mejorado.

- ¿Podría decirme donde está Kim Yangmi? ­– la mujer empezó a rebuscar en la computadora, yo estaba moviendo mi pie frenéticamente, mientras esperaba a que ella me dijera, estaba tardando mucho.

- ¿Qué es de la señora Yang? – rodé los ojos, quería que no la volviesen a llamar de esa manera.

- Mi madre, me llamaron porque es una emergencia y quiero saber cómo está. ­– apoye mis manos en el escritorio, mientras ella parecía observar el expediente.

- Está en el piso diez, habitación 925, espere a que vaya el doctor sobre la gravedad de salud de su madre, sea fuerte. – solo asentí y me dirigí al elevador en donde entré de inmediato se abrió y entré, oprimí el número diez y otras personas entraron hasta que se cerró y logré llegar hasta el piso deseado, me senté en uno de los asientos cerca de la habitación.

"Por favor, no te vuelvas a olvidar de mí y ayuda a que mi madre pueda salir de está"

Se sentaron justo a mí lado, miré a Misuk quien permanecía seria y tenía do vasos de café en sus manos.

-Toma. – extendió el vaso hacia mí. – Podría ayudarte un poco a estar más despierto. – lo tomé y le di un sorbo, estaba bueno.

-Créeme, hasta no saber sobre el estado de mí madre, no descansaré ni un poco. – ella recargó su cabeza en mi hombro, nuestras miradas chocaron, en estos momentos sabía cuán importante era para ella, me lo mostraba que estaría conmigo en las buenas y malas, yo la amaba mucho y con sus acciones hacia mí mostraba que también sentía lo mismo por mí.

-Ella logrará salir de esto. – habló segura, mientras alzaba un poco las comisuras de sus labios. – Es fuerte, pude verlo cuando hablaba con ella. – ahora lo que más necesitaba era un comentario optimista que subiera por completo mi negativismo.

-Familia de la señora Kim Yangmi. – ambos dejamos la posición en la que estábamos y nos levantamos, no solo estaba el doctor sí no que otra persona. – ¿Qué son de la señora?

- Soy su hijo y ella es mí novia. - hablé mientras miraba a los mayores.

-Su madre fue hospitalizada al mediodía, con golpes severos y con una hemorragia interna, debido a un fuerte impacto que recibió, también tenía marcas de manos en su cuello, estaban realizando una fuerte opresión en el cuello, logramos reprimir la hemorragia y ya está bien, sus heridas duraran en sanar y no podrá verla está mañana. – me aliviaba saber que estaba bien, pero no me gustaba saber que no podría verla, que no podríamos hablar, aunque sea un poco.

-Debemos hablar a solas. – habló el otro hombre. – Fui yo quién lo contacto y tengo que darles más detalles y que me aclare algunas dudas para contribuir con el caso, ¿está de acuerdo? – asentí y ambos nos sentamos en un lugar donde no había muchas personas, sacó su libreta. - ¿Cómo era su relación con su padre?

- Nunca fue buena. – dijo sincero, diría toda la verdad, porque el demonio que tenía como padre merecía un buen castigo y esa era la prisión.

- ¿Por qué se fue de casa? – hice una mueca recordando cada una de las palabras, de los hechos, de los golpes de ese día, un sabor amargo pasó por mi garganta.

- Ese día llegué y lo encontré siéndole infiel y empezamos a pelear, me dio una de sus tantas golpizas hasta dejarme muy herido, mi madre logró parar la pelea y mi padre me echó como una basura, mamá me dejó ir prometiéndome que volvería, que lograría que estuviera de vuelta. – me quedé callado, serio.

- Eso será suficiente... Su madre al parecer quería dejar a su padre... - lo interrumpí.

- Me lo dijo hace unos días. – asintió un poco con su cabeza.

- Gracias a sus vecinos su madre no está muerta, llamaron desde que se dieron cuenta al 911, puede ser que su caso entre a juicio, así que les recomiendo que contraten un abogado o se les pondrá uno de oficio. – mi madre apenas podía mantener la casa y yo no trabajaba, así que no tendríamos un buen abogado, pero mi padre tampoco tendría uno bueno, sentí miedo al escuchar la palabra juicio, pero sí lográbamos sacarlo de nuestras vidas sería un éxito.

...

Siento haber durado tanto sin publicar, pero he tenido semanas pesadas. 

Se acerca cada vez más  el final. 

Estaré trabajando en Letter de Woojin en está misma cuenta. 

Los amo, no sé olviden de mí.