33.

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–Misuk:

Me sentía cansada, pero trataba de siempre mostrar una sonrisa, sí me sentía agotada con todas mis responsabilidades pero no tenía por qué quejarme a cada rato, así que prefería mostrarme lo más madura de mí misma, y afrontar las cosas con una sonrisa y serenidad.

Así todo me resultaba mucho mejor las cosas, a veces desesperarse hacía que las cosas se volvieran peor de lo que ya eran. Las personas tenemos esa tendencia de volver las cosas más complicadas de lo que son, ya lo hubiera hecho yo varias veces, y también otras personas.

Extrañaba a mi padre y ya anhelaba volverlo a ver, había pasado un largo período de tiempo desde que lo vi en persona por última vez y saber que lo iba a volver a ver después de tan largo tiempo, era una sensación muy linda.

Terminé de dar clases en uno de los salones y salí a la sala de maestro, se me hacía muy normal encontrarme con Chan, así que cuando lo vi ambos sonreímos e hicimos una reverencia para el otro, el salió de la sala.

Este lugar no era muy recurrido por los maestros a decir verdad, se supone que era su lugar de descanso y de inmediato era la hora de receso, ellos traían sus cosas y solo se iban a observar a los alumnos por si había un problema. Decidí quedarme y empezar los trabajos de la universidad que me habían asignado.

Mi celular empezó a sonar, las notificaciones al parecer salían disparadas, lo tomé y lo desbloqueé, eran unos mensajes de Minho diciendo que quería que fuéramos a comer con Jisung, también algunos de Woojin preguntándome por los trabajos y por ultimo un número desconocido.

Abrí la conversación y empecé a leer.

JeongIn es un niño para usted, él necesita a persona de su edad.

No a una mujer como usted.

Él solo va a jugar con usted porque es un inmaduro de diecisiete años.

Fruncí el ceño por los mensajes que me parecían idiotas, pero también por la última parte, era una foto, de JeongIn besándose con una chica, parecía muy reciente y parecía ser esa chica, Rayden, la cual le di como novia una vez.

Me sentí mal mientras analizaba la foto, buscando respuestas cuando no era yo quien debía tenerlas, me sentí algo traicionada y como mi autoestima bajo por unos minutos.

¿Quién había hecho esto?, ¿Por qué?

Otra persona había ido corriendo a hacerle un espectáculo de mala calidad a JeongIn, pero si algo aprendí es que los problemas así se resuelven hablando a solas, yo era una persona ya adulta no me podía comportar como una adolescente prepotente, cuando llegara le preguntaría tranquilamente y esperaba que fuese sincero conmigo.

Hasta el deseo y la concentración para empezar el trabajo se habían esfumado, apagué la computadora y solté un suspiro para cerrarla y guardarla, salí al receso con una sonrisa un poco falsa, mientras juntaba mis manos.

¿JeongIn no me va a mentir? ¿verdad? ¿No va a comenzar a hacerlo?, las relaciones se construyen a base de confianza, pero ahora mismo estaba algo confundida, no estaba pensando con mucha claridad, pero hoy de verdad debía obtener respuestas.

–Hola. – este chico caminó junto a mí, dirigí por unos minutos mi mirada hacia él, tenía una sonrisa en su rostro y eso también me hizo sonreír, no de una manera falsa sino que sincera, era de las personas que disfrutaba ver a los demás felices y que sus sonrisas se me contagiaban muy fácil.

–Hola Lee Felix. – hablé con cordialidad, no me gustaba hacerlo y cuando diera tutorías dejaría de hacerlo por completo.

–Gracias por ir anoche a mi casa. – asentí, es una larga historia, solo diré que fui después de la universidad a hablar con él y su padre. – Mi padre está más sereno y se ve más feliz desde ayer, se lo agradezco mucho. – pasé mi mano rápido por su hombro y también dándole un pequeño apretón.

–Siempre, desde ahora Lee Felix somos amigos y los amigos están para ayudarse mutuamente. – él asintió. – Además tu padre es un buen tipo, sabes a mi papá le pasó algo parecido, algo que te contaré luego ¿sí? – volvió a asentir. JeongIn pasó enfrente de nosotros y nos dio una mirada de reojo, noté como fulminó a Felix y yo rodé los ojos, quien a estas alturas debería estar celosa y molesta sería yo, no él.

–Ah le traje algo. – sacó una caja de chocolates de su mochila, me sentí incomoda porque todos estaban mirando como tontos. – Me dijo que eran sus favoritos, mi padre y yo los compramos para usted. – negué con la cabeza y seguí caminando.

–Quizás en otro momento Lee Felix, no los puedo aceptar, pero muchas gracias a ti y a tu padre. – él sonrió.

–¿Se recuerda la carta que le di? – asentí con la cabeza, y mordí mi labio inferior. – ¿usted pensó que era una carta de confesión de amor? ¿Verdad? – dude unos segundos y asentí un poco, él soltó una risilla y negó. – No lo era, era una carta de agradecimiento por lo de la vez de mis alergias y también donde confesaba la admiración que tenía y el problema que tenía, que quería hablar con usted. – Solo dije "ah" – No importa en verdad, sabía que no la iba a leer.

–Y lo siento. – tocaron el timbre, él me abrazó delante de todas esas personas, era demasiado demostrativo para mi gusto, yo lo aparte.

–Está bien, gracias por todo... ya debo irme a clases. – y se fue corriendo, a veces estos chicos actúan tan extraño.

...

Había llegado a casa JeongIn estaba ahí parado, no lo miré y puse mis cosas sobre la mesa.

Era la hora de hablar sobre esa foto, así que me puse enfrente de él y me miró sin entender mucho.

–Debemos hablar. – dije en tono duro, era más baja y se veía hasta cómico esto, pero ya que importa.

– ¿De qué Noona? – no me gustaba esto, me decía noona y me volvía una tonta, parecía una adolescente enamorada por primera vez en este momento.

– ¿Te gusta otra persona? – hizo una mueca. – Sé sincero conmigo. – volví a hablar duro, mientras me cruzaba de manos.

– Solo usted... ¿Por qué semejante pregunta? – saqué de mi bolsillo el celular y busqué la fotografía, mostrándoselo justo en su cara, sus ojos casi se salen de su cara.

– ¿Qué significa eso? – guarde mi celular nuevamente en mi bolsillo, I.N parecía querer llorar en ese momento.

– ¿Usted confía en mí? – sí no confiara en él no le hubiera pedido explicaciones y no estaría aquí esperando a que me respondiera sinceramente.

–Totalmente. – dije segura.

–Hace un tiempo ella me confesó estar enamorada de mí, pero yo solo no le hacía caso y me sentía avergonzado por eso, nadie acostumbraba a gustarle. – hablaba algo rápido, pero comprendía perfectamente lo que estaba expresando. – bueno, un día le dije que le gustaba una persona que no era ella, pareció comprenderlo, pero después de eso volvió a decirme que le gustaba que podía amarme como esa persona no lo hacía, que ella podía amarme sin lastimarla, pero le dije que no, creí que ella me había dejado, pero hoy volvió con lo mismo y cuando la interrumpí me besó, juro que me aparté de inmediato, que no la correspondí y que yo solo la amo a usted, no hay nadie más que usted, usted es mi...– lo interrumpí, posicionando mis labios sobre los suyos, y moviéndolos un poco, el correspondió torpe y dulce aquel beso, haciéndome sentir las mariposas en el estómago que hace tiempo no sentía, haciéndome sonreír a mitad de ese beso, yo también lo amo. Nos separamos y sonreí.

–Te dije que confiaba en ti, no tienes que decirme más. – besé la punta de su nariz y me alejé. – Vamos a la cafetería ¿sí? – asintió con esa sonrisa que me hacía volverme una niña enamorada.

... 

Volví a publicar... 

Pensé seriamente en desaparecerme como las escritoras de WP famosas, pero después dije para qué?

NOS VEMOS

Dulce y Lindo pecado ➳ Yang JeongInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora