20.

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–Misuk:

Tocaron la puerta de mi casa, yo no esperaba a nadie a estas horas, así que con algo de pesadez caminé hacia la puerta, observé y abrí de inmediato la puerta.

JeongIn... se veía a decir verdad horrible, tenía tantos golpes, rasguños y moretones, esparcidos por distintas partes de su rostro. Me sentí aterrorizada, algo malo había sucedido, mis ojos divagaron y observé las mochilas y la maleta, pude deducir que tuvo problemas en casa y me preocupé más aún por lo que podía haber pasado.

–¿Puedo pasar? – me sacó de todos mis pensamientos e historias que me estaba creando en mi cabeza. Asentí y lo dejé pasar. Aún me sentía incomoda por lo que pasó está tarde y conociéndolo él debía estar igual.

–Solo vengo a hablar contigo Noona. – hizo una mueca, parecía que le estaban doliendo mucho sus heridas y me angustié por aquello, así que no lo pensé tanto.

–Antes de todo tengo que curar esas heridas. – hablé mientras lo miraba de manera intensa.

–No es necesario. – tomé su cara entré mis manos y toqué de manera suave con la yema de mis dedos una herida, él soltó un leve quejido. Esas heridas por lo menos debían ser desinfectados.

–Buscaré unas pastillas, para que se te calme el dolor y un desinflamatorio, también voy a desinfectarte todas esas heridas, quieras o no. – hablé muy seguro, no le quedaría más opción que aceptar, porque yo no dejaría de insistir hasta que lo aceptara. Solo asintió rendido.

Busqué en la habitación de mi padre el botiquín y luego a la cocina para buscar un vaso de agua para él y de inmediato fui donde él, Yang se veía nervioso y ansioso.

Le pasé el vaso de agua y revisé todas las pastillas, hasta encontrar las que quería, tomé dos diferentes y las deposité en su mano, y esperé a que se las tomará. Luego saqué el alcohol y el algodón.

–Te va a picar. – le dejé bien en claro, por sí se ponía como bebé llorón, a quejarse de todo.

–¿Cuánto?

–Lo suficiente. – dije echándole un poco de alcohol a el algodón, debía ser delicada, acerqué mi mano a su rostro, el antes hizo una mueca y solté una risa pequeña. – Calmate. – pasé con delicadeza los rasguños que tenía en sus mejillas, su piel era demasiado suave, tanto que me tenía nervioso. Luego tomé otro algodón y lo pasé por sus labios.

–Oh mierda. – gimió retorciéndose, lo fulminé con la mirada por la palabra. – Lo siento. – seguí pasando de manera muy delicada el algodón, mientras pensaba en cómo sería besarlo, pero despejé mi mente de manera rápida, yo no lo besaría, aunque me muriera por hacerlo, tengo autocontrol. Terminé de desinfectar todas sus heridas. Me alejé de él y me senté.

–¿De qué quieres hablar Yang? – pregunté mientras ambos nos mirábamos por unos segundos y rompíamos contacto.

–Le contaré...

Mordía mi labio inferior mientras trataba de no llorar por todo lo que JeongIn me estaba contando.

Este día iba a marcarlo por lo que pasó en su casa, y me sentía una idiota porque no tenía el valor para abrazarlo y consolarlo, porque todavía me sentía muy incómoda. Solo asentía, suspiraba y escuchaba en silencio.

Su padre era una persona tan despiadada y malvada, lo que le estaba haciendo a su familia era imperdonable, los estaba dañando, los estaba rompiendo poco a poco, y esta era la prueba de todo, su padre lo había echado de casa.

También JeongIn estaba devastado, sus lágrimas parecían no terminarse, y me sentía como una estúpida por no ir a secarlas, por no darle ánimos, pero mis acciones parecían no hacer lo correcto y ahora me detestaba.

–Ella lo eligió a él. – dijo mientras cubría por unos segundos su rostro. – Ella lo ama más a él que a mí, yo paso a ser un segundo. – era mi momento de objetar sobre su punto de vista.

–Claro que no, debes tratar de entenderlo I.N... ella creé que tu padre la ama y que la escuchará, guarda la ilusión de que ella logré convencerlo y que tu vuelvas a casa, pero ella te ama, se preocupó por ti y te dio dinero, te dijo que todo estaría bien, sí no te amará prácticamente te hubiera sacado a patadas.

–Tal y como lo hizo él. – me quedé callada por unos segundos. – Quiero que este martirio se acabé, aunque esto ha durado tanto tiempo que no sé, me temo lo peor. – dijo halando un poco su cabello, se veía cansado y agotado, lo estaba y mucho.

–No sucederá, lograremos resolverlo. – lo calmé o bueno lo intenté.

–¿Podrías darme un abrazo, Noona? – parpadeé un par de veces mientras lo observaba, parecía necesitarlo. Sin decir una palabra me acerqué a él y dejé que envolviera sus delgados brazos en mi torso, el permanecía estático, yo también me encontraba así, decidí pasar mi mano por su espalda.

–Todo estará bien. – susurré, él se alejó un poco y besó mi mejilla derecha dos veces, haciendo que el calor inundará mis mejillas, haciéndome sentir muy débil.

–Noona usted es hermosa. – susurró, se estaba desviando demasiado del tema y solo lograba que mis nervios incrementaban. – Me gusta mucho Noona. – perdí el aliento por unos segundos, estaba siendo un poco descarado y no sabía cómo reaccionar ahora.

–JeongIn...– buscaba advertirle que era mejor dejar el tema a un lado. – No hablemos de eso...ahora... por favor. – susurraba mientras él me miraba a los ojos, ¿dónde estaba el Yang JeongIn tímido?, porque parecía que no existía y era bastante extraño.

–Aunque no hablemos de eso...sabe que no me dejará de gustar. – me quedé callada, mientras me encogía de hombros. Él se levantó. – Debo irme a buscar un lugar donde dormir. – tomé su antebrazo con fuerza, impidiendo su paso.

–No dejaré que te vayas. – hablé rápido. – Hay un cuarto de huéspedes, puedes quedarte aquí hasta que las cosas se arreglen. – él negó con la cabeza. – No aceptó en "no" como respuesta.

–No quiero ser una molestia para ti, Noona. – sonreí y por fin lo abracé.

–Eres mi amigo, no eres una molestia. – susurré sobre la piel de su cuello. – Yo te invitó a casa, porque confío en ti y porque no quiero que te la pases deambulando en la calle. – me separé.

–La ayudaré con todo en la casa. – sonreí.

–Ve hacia arriba, la segunda puerta a la derecha e instálate ahí... Luego que lo hagas, baje que te preparare una cena y mañana te quedas aquí. – él tomó mi brazo está vez.

–No puedo faltar.

–Tienes muchos golpes, te pueden llamar de la dirección, además no te preocupes, falsificaremos una excusa hecha por "tu madre" y le pediré a Seungmin que te preste los apuntes. – él rascó su nuca.

–No sabía que falsificaba.

–Ni yo. – respondí al instante.

–Gracias. – asentí, y él sonrió.

–De nada, ve a instalarte, mientras hago la cena. – él tomó sus cosas y empezó a subir las maletas.

"Lo quiero"

Caminé hacia la cocina y empecé a preparar algo un tanto decente para hoy.


°°°

Hasta que mi Office no sea arreglado se me hará difícil subir. 

Perdón si tiene uno que otro error. 

¿Cuál ha sido su canción favorito de el nuevo álbum? 

La mía TMT 

Dulce y Lindo pecado ➳ Yang JeongInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora