Yo le gustaba a JeongIn, no sabía exactamente qué hacer en este momento.
Era uno de los pocos momentos donde no tenía idea que hacer y cómo reaccionar.
Solo deseaba con ansias de que JeongIn se encontrará bien y que no estuviera dolido conmigo por haber permanecido en silencio, porque no me perdonaría lastimarlo.
Ahora debía pensar en todas las consecuencias que podría traer aceptar mis sentimientos ante él. No quería que él tuviera más preocupaciones de las que ya él tenía.
Pero también debía aceptar que sentía un miedo eminente, tenía miedo de que todo saliera mal por el simple hecho de ser su maestra sustituta y también de ser su amiga y sí lo de nosotros no resultaba no quería perder su amistad o que haya un distanciamiento entre nosotros, no lo soportaría.
Tampoco quería que ambos fuéramos señalados. Pero no valía la pena tratar de complacer a las personas.
En este momento los argumentos y los propios contraargumentos empezaban a inundar mi mente, actualmente tenían una gran lucha y yo estaba sufriendo las consecuencias, mis manos temblaban un poco.
Llamé a Minho necesitaba su ayuda y él siempre estaba ahí para ayudarme, yo también estaría para él cuando lo necesitará.
Le di los últimos sorbos a mí té de canela, para dejarlo. Necesitaba encontrar una manera de despejar mi mente y en este momento no había nada, ni siquiera la lectura podría hacer que yo me alejará en un segundo de Jeongin, bueno mis pensamientos.
–Mierda... – tiré mi cabello hacia atrás con ambas manos, para luego poner estas en mi rostro, mientras soltaba un suspiro.
El timbre sonó y me levanté de manera rápida, sabía que era mi mejor amigo, así que solo abrí la puerta y prácticamente me lancé a sus brazos, dándole un fuerte abrazo.
–¿Qué pasó Noona? – habló con una voz dulce, mientras pasaba su mano por mi cabello. Me alejé de él, tratando de sacar una sonrisa.
–Vamos entra. – lo invité a pasar haciéndome a un lado, así lo hizo. Ambos nos sentamos en el típico sofá, este lugar se ha vuelto el número uno para contarle mis problemas a Minho.
–¿Qué pasó? – preguntó nuevamente, sabía que Minho se encontraba preocupado, quizás por la manera tan repentina en la que lo llame, quizás porque le pedí que viniera a casa cuando tuviera un tiempo. Sabía que Minho se preocupaba mucho por mí, éramos casi hermanos, nos queríamos y siempre íbamos a estar para el otro.
–Tenías razón. – aclaré, aún seguía confundido. – Yo le gusto, Minho. – una sonrisa esbozó en su rostro.
–¿Hiciste lo que te aconsejé? – pregunté con algo de entusiasmado, yo solo pude tragar saliva mientras lo miraba.
Creo que iba a regañarme por no haberlo escuchado, no quería que lo hiciera, pero me lo había ganado.
–No lo hice. – hablé bajito, pude notar que estaba algo decepcionado por eso, solo pude encogerme de hombros y sentirme más como una estúpida.
–¿Qué hiciste? – lo miré con seriedad y él a mí.
–No hice, ni dije nada. – él jugaba con varios mechones de su cabello y luego soltó una media sonrisa.
–Que tonta eres. – se estaba burlando de mí, yo solo lo miré. – Debiste también hablarle de los sentimientos que sientes por él.
–Es difícil. – aclaré, él soltó una risita.
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Dulce y Lindo pecado ➳ Yang JeongIn
Fanfiction"Ella no quería aceptar que se estaba enamorando de un dongsaeng" "El haría lo que sea para que ella estuviera con él" -El es un niño comparado conmigo, le falta muchísimo por vivir, yo no puedo robarle la juventud, debe conocer niñas de su edad y...