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Lo tenia puesto a cuatro patas, con las manos del menor agarrados al marco de la cama para poder sostenerse. Una postura que le encantaba a Jin, de esta manera no podía ver la cara de su amante que era lo que más odiaba durante el sexo. Cogía a Taehyung con tanta fuerza que al día siguiente seguro que tendría marcas. En cada embestida, iba aumentando el ritmo, hasta el punto donde los jadeos empezaron a ser más audibles. Notó como el menor estaba a punto de correrse ya que sus paredes internas cada vez estaban más contraídas.
En una de las embestidas, Jin encontró su punto dulce, haciendo que el chico pelirrojo que estaba debajo suyo gimiera como nunca antes lo había hecho. Hacía poco que se había teñido el pelo, aún lo veía raro, pero no le quedaba nada mal.
Lo jadeos de los dos se convirtieron en un coro de gemidos, y al poco tiempo, Tae se corrió manchando todas las sábanas y su torso. Con unas cuantas estocadas más, Jin se corrió dentro del condón. Se salió del interior del otro, hizo un nudo al preservativo y lo tiró a la basura.
Se tumbó a un lado de la cama y su respiración empezó a calmarse. Tener sexo con el pequeño pelirrojo era su forma de desestresarse.
- Odio cuando te quedas callado después de hacerlo. No digo que me prepares la cena ni que me digas lo mucho que me amas, pero unas palabras de cortesía no vendrían mal.
-Sabes que odio todas esas cosas TaeTae. Mucho es que después de la primera vez te volviera a llamar.
-Ya sé, el gran Seokjin y su norma de no repetir. Pero para mí, todo eso es una mierda. Me caes bien, no hay nada de malo en tomarnos ciertas confianzas, un tanto sexuales, en nuestra amistad.
- Si bueno, lo que tú digas. Me voy a duchar, nos vemos luego.
- ¡Espera! Tengo algo que te podría interesar.
- Si es otra ronda de sexo, estoy cansado, asi que no te esfuerces.
-No, no es eso, aunque no me importaría, no quiero volver a casa aún.
- A Tae le encantaba ver lo guapos que eran sus amantes, y Seokjin era uno de los mejores que había tenido. Su espalda ancha y su cintura estrecha le volvían loco.- Quería hablarte de algo más delicado.
- Sabes que si estas embarazado no es mi problema,no por nada, sino porque ya te avisé de que te cuidaras.
- Tampoco. Te noto un pelin a la defensiva, pero en fin, con lo que te iba diciendo, sé que estás interesado en alguien. Exactamente en su dinero, bueno, o más bien...
-Ve al grano Tae, ya te he dicho que estoy cansado.
Últimamente Seokjin dormía muy mal y estaba irascible. Había tenido algunos problemas en una de sus empresas en Japón. Había habido algún soplo a la policía sobre la verdadera función de esas empresas, que no era otra que blanquear dinero.Menos mal que contaba con su ayudante Daesung, el cual era su imagen cuando él no podía estar. Era una de las personas a las que le llegaría a confiar su vida si se diera el caso, junto a Heechul y su mano derecha, Jung Hoseok. Este último se encargaba de la seguridad de Jin. Solo él conocía todos sus secretos y movimientos, ya fuera por la estrecha confianza entre ellos o por todas las cámaras que había a lo largo de la propiedad para la seguridad de ésta.
- Sé que tienes algún que otro asunto que arreglar con mi padre. Encontré unos papeles donde ponía todo el dinero que te debe, y por lo visto, la deuda va en aumento.
- Así es, parece ser que mantenerse el culo limpio sale caro a la larga. Pero ahora ya no está tu padre.
- Pero está mi hermano.
-Si, pero el cabrón tiene las espaldas muy bien guardadas. No he podido llegar hasta él. Hablar con el Señor Kris era mucho más fácil. Resulta ser que todo lo que tiene de inteligente el hijo, lo tenía de irresponsable el padre.
- Te recuerdo que estás hablando de mi padre.
-Y de tu hermano.
-Si bueno, mi hermano será muy listo, pero es mucho más simple de lo que aparenta. Yo tengo algo que te puede interesar, y tú me puedes conseguir todo lo que siempre he querido.
- ¿El qué? Si se puede saber
- La empresa de mi padre y su respeto. Si no tiene con quién compararme, no puede despreciarme.
-Sabes que esto implica traicionar a tu propia familia, ¿verdad?
-Mi familia murió el día que yo me presenté como un beta, y no como un Alpha como quería mi padre.
- Pues entonces, tenemos muchas cosas de las que hablar. Y hablando de la otra ronda, creo que me empieza a apetecer. - Dijo Seokjin acercándose poco a poco a la cama, con una sonrisa lasciva. Amaba cuando la vida, en algún momento, le facilitaba las cosas.Después de que empezaran a besarse, Hoseok apagó la cámara de la habitación de su jefe. Quería a ese hombre como si de un hermano de sangre se tratara, pero odiaba ver como besaba a su pareja destinada.


Too good to say sorryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora