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Se sentó en el borde de la cama con la cabeza gacha, no sabía en que momento había terminado en esa situación. Se agachó para coger la camisa que estaba tirada por el suelo para ponérsela.

- No quiero que esto vuelva a pasar. No ha significado ni significará nada para mi, solo ha pasado porque la situación me está superando.

- No te preocupes Suho, no tengo intenciones de que esto se repita. Ha sido un buen polvo, quédate con eso. Sabes que tengo un prometido al que cuidar, por lo que no me conviene que haya algo más que esto.

- Te recuerdo que estoy casado, aunque ese desgraciado lleve sin aparecer por casa varios años. Y mejor, creía que con todo lo que esta pasando con Namjoon, volvería para aprovecharse de la situación. Lo primero para mi son mis hijos, y ese inepto los ha ido apartando de mi desde que tienen memoria. – Miró con ojos cansados a un punto fijo de la pared. – No sé ni siquiera porque te estoy contando esto. Lárgate, quiero estar solo.

- Todo el mundo necesita hablar de las cosas importantes con alguien para poderse desahogar. – Acabó de atarse los zapatos y se levantó. – Te prometo que encontraré a Nam y lo traeré de vuelta. Pero no te olvides de que tienes a otro hijo al que cuidar, él también lo está pasando mal.

- Créeme que, aunque no lo parezca, nunca me olvido de mi Taetae.

Salió al pasillo y mientras lo recorría, iba acomodándose correctamente la camisa. De repente alguien le cogió del hombro y lo giró, quedando cara con cara.

- Ay Kookie, ¿con Suho? ¿En serio?.- Kihyun le miraba con cierta decepción en la mirada. - Paso por alto que te acuestes con otros omegas porque se que no pones tu corazón en ello, que es solo sexo para ti. Además, soy consciente de que mi marca es una carga para ti más que...

- No vuelvas con lo mismo, Kihyun., ya hemos hablado muchas veces de ello. Sabes que podría haber roto el lazo y no lo he hecho. Yo solo, de vez en cuando, necesito desconectar de lo nuestro. Se que te hace daño, pero no lo puedo evitar.

- Más daño me hace el saber que nunca me vas a amar como yo te amo a ti. – Kihyun bajo la mirada para que Jungkook no pudiera ver que se le habían aguado los ojos, aunque este era totalmente consciente del dolor que sentía el omega a través del lazo. – Yo te he venido a buscar porque Winwin está de visita. Creo que quiere comentarnos algo de Namjoon.

Bajaron juntos hasta el salón, donde el oficial de policía estaba pacientemente esperándolos. Se levantó a saludar a la pareja y todos cogieron asiento.

- Os veo muy bien juntos. La verdad esque sigo sorprendido con que el chulo de Jungkook haya asentado la cabeza por fin. - Los nombrados se miraron entre si, Kihyun acto seguido bajo la mirada con algo de pena y rabia.

- Ya ves, aunque podría decirte lo mismo. Hoy no te acompaña ese agente tan mono. La última vez que os vi, parecíais más que solo compañeros.

- Bueno, justo por eso venía a veros.

- Oh dios mio, dime que vamos a ser los padrinos de la boda. -Toda la pena de Kihyun se había esfumado en un segundo, solo al imaginarse a su gran amigo casándose.

- Ojalá, pero creo que aún queda mucho tiempo para eso. Os venía a ver porque tenemos nuevas pistas sobre el caso de Namjoon. Todo lo que os voy a decir tiene que quedar en total confidencialidad, os lo confieso a vosotros porque se que sois las personas al mando de la seguridad del magnate y porque tengo plena confianza en que me ayudareis a resolver el caso. – Tanto Jungkook como su omega asintieron al unísono.- Bien, entendida esta parte, os voy a explicar todo lo que tenemos hasta ahora.

Winwin les relató todos los informes recogidos hasta ahora por la policía y les explicó que alguno de sus agentes había tenido que infiltrarse en puntos estratégicos para poderse aproximar a la raíz central de todo, Kim Seokjin.

- Os dejo alguno de los locales a los que podeis acudir para buscar información. Es necesario que con cualquier novedad, vengáis directamente a mi. Queremos cerrar el caso cuanto antes y asi poder volver todos a la normalidad.

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Jin empezaba a calmarse poco a poco en los brazos del moreno, este había empezado a desprender hormonas para poder relajar al omega. De repente, Jin se alejó de los brazos de Namjoon lo más rapido que le fue posible, le miró con una expresión de horror durante unos segundos.

- Olvida lo que acaba de pasar, ha sido todo un error. No deberíamos habernos... - al mayor le estaba costando asimilar los acontecimientos de hacia un rato.

- Besado.

- Exacto, no debería haber ocurrido nunca.

Namjoon se acercó hasta quedar a pocos centímetros del otro y le agarró de los hombros:

- En tu interior sabes, que nada de esto ha sido ni será un error. – Namjoon se seguía aproximando hasta casi rozar sus labios con los del ajeno. – Si fuera un error, tu corazón no iría tan rapido, tu respiración no se entrecortaría y mi león no me pediría a gritos que te hiciera mio para siempre.

Jin empezó a cerrar los ojos y acabó de acortar la distancia que les separaba. Rodeo con sus brazos el cuello del más alto y se dejó llevar por la situación. Abrió la boca lo suficiente como para dejar que el moreno introdujera completamente su lengua. Se separaron cuando a ambos les faltó la respiración.

Namjoon podía jurar en ese momento que no había visto nada mas hermosos, Jin se encontraba con el pelo revuelto, los labios hinchados y las mejillas totalmente sonrojadas. Empezó a morderse el labio inferior solo al pensar en lo ocurrido hacía unos momentos, nunca nadie le había hecho sentir tanto en tan poco tiempo, y con un simple beso.

Jin en cambio, seguía sin entenderse a si mismo. Todo en su interior le indicaba que debía quedarse junto al moreno y nunca dejarle marchar, y por otro lado, los traumas creados por su pasado le obligaban a sentir asco de él mismo por haberse convertido en un simple omega enamoradizo. Un omega,como con el que su padre fue obligado a casarse y abandonar al amor de su vida, el cual solo le dio un hijo, otro omega. Algo que le recordaba cada día su infelicidad. 

De repente, todos los recuerdos de cada golpe y cada humillación de su padre Key volvieron a su memoria, dejándole en un estado de shock.

- Namjoon, de verdad, te mereces algo mejor, yo nunca podría hacerte feliz. Estoy demasiado podrido por dentro.

- Tú me haces feliz, de verdad que lo haces. Todo seria perfecto si me dejaras irme y poder tener una relación como dios manda contigo. Te cortejaría durante varios meses, luego te marcaría y tendríamos muchos cachorros.

- No puedo dejar que te marches, todavía no. Tú estás aquí porque nos debes mucho dinero, yo no puedo soltarte sin más, lo siento.

- Si no me vas a dejar irme, al menos, prométeme que no tendré que enfadarte para que me bajes a ver.

- De acuerdo, pero con una condición. No le debes decir a nadie, bajo ningún concepto, que yo soy un omega.

- ¿Por qué?

- No te lo puedo decir, no aún.

- ¿Y como sabré que vas a venir?, o si vienes y hay otra persona ¿Cómo haremos para comunicarnos?

- Ya buscaremos la manera, pero por favor, no se lo digas a nadie. Dame tu palabra por lo que más quieras.

- Confía en mi. – Namjoon agarró las dos mejillas del contrario y le dio un beso. Con eso sellaba la promesa que se acababan de hacer.


Too good to say sorryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora