Capítulo 59

736 67 2
                                    

Llegaron al aeropuerto de Londres en donde Samantha comenzó a buscar a su empleado fiel el señor Philippe, quien se ocupaba de los negocios que Samantha tenía en Londres.

Samantha buscó entre las personas que tenían carteles en sus manos esperando por alguien y observó su apellido en una de ellas, estaba siendo cargada por un pelirrojo barbudo quien era fornido.

-¡Philippe!-. Samantha corrió a saludar a el pelirrojo-. ¡Aquí estamos!

El pelirrojo barbudo se acercó a Samantha y le tendió un gran abrazo, mientras levantaba a Samantha con su gran fuerza.

Anne se acercó al pelirrojo que tenía el cartel con el nombre de su mujer y le extendió la mano, posiblemente era alguien que le tenía mucho afecto a Samantha.

Jaime también se acercó a saludar al pelirrojo con un estrechamiento de mano mientras observaba hacia arriba por la notoria estatura que tenía el hombre pelirrojo.

-Chicos él es Philippe-. Samantha presentó a el pelirrojo fornido que mostró una blanca sonrisa-. Él se ocupa de la mayoría de negocios que tengo en esta zona de Londres.

-Un placer chicos, yo los llevaré a una de las propiedades de la señora Samantha-. El hombre comenzó a caminar-. Síganme, por favor.

Jaime, Anne y Samantha siguieron a Philippe hasta el estacionamiento del aeropuerto en donde había una camioneta grande de color azul, Philippe ayudó a subir las maletas en la parte trasera del automóvil.

Anne y Jaime se subieron en la parte detrás mientras que Samantha se sentó en la parte del copiloto, Philippe se subió en el asiento del conductor y arrancó el carro saliendo del aeropuerto con una velocidad promedio.

-¿Cómo están las niñas?-. Preguntó Samantha tan pronto salieron del aeropuerto-. ¿Las has cuidado bien?

-Están muy bien, creo que las he mimado un poco.- Philippe comenzó a reírse.- ya verás cuando lleguemos a la hacienda.

-¿Hacienda?.- Preguntó Jaime asombrado.- ¿Sam tienes una hacienda?

-La señora Samantha tiene varias haciendas alrededor del mundo, la que yo cuido es una de las más pequeñas.- Dijo Philippe.- Ya lo verás.

Guardaron silencio mientras observaban como comenzaba a salir de la zona de edificios y carreteras y se dirigían a un ambiente un poco más rural en donde se veía gente que comenzaba a caminar y no andar en carro o a usa bicicletas.

Tanto Jaime como Anne estaban acomodados en los asientos traseros, dormidos por el largo viaje que habían hecho y por los cambios de horario, cosa que no solía afectarle tanto a Samantha.

Samantha recordó su visita a Lacock hace 5 años en donde bebió casi toda la reserva de vino que era de Philippe por el aniversario de Rose, su prometida, pero en esta ocasión no venía sola, venía acompañada con Jaime y con Anne.

-Entonces.- Samantha habló mientras la miraba hacia la ventana, escuchando el sonido del motor de carro.-¿qué has hecho de tu vida Philippe?

-Cuidar a las niñas, cuidar tu propiedad en Lacock.- Decía Philipe mientras doblaba para llegar a un cartel en donde les decía que ya habían llegado a Lacock.- Resolver problemas con convertidos.

-¿Han habido convertidos en la propiedad?.-Un tono de molestia se hizo presente dentro del tono de voz de Samantha.- ¿por qué no me dijiste nada?

-Han sido sólo 2 en estos últimos 5 años, y han sido convertidos lacayos desorientados de los que me encargué.- Philippe le explicó.- No hay necesidad de hacer alboroto por eso.

EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora