EVANS

Capítulo 61

Samantha estaba ya un poco más tranquila después de la repentina desaparición de Anne. Sencillamente ella consideraba que no era nada bueno para ella lo que estaba ocurriendo en este mismo momento.

En ese momento se encontraban las 10 gatas, quienes habían convertido en 10 jóvenes pelirrojas que se estaban en la propiedad, es decir, la hacienda de Samantha, curando a Jaime y a Philippe después de haber recibido una considerable golpiza.

Una de las diez jóvenes pelirrojas que estaban dentro de la cocina curando a Philippe Jaime explicaron la historia de Por qué se transformaban de gatas humanas cuando se oculta el sol.

Era simple, las 10 hermanas habían sido avariciosas y quisieron quedarse todas con el trono de bruja supremas, que le pertenecía a su madre al inicio, ya que pensaron, que se trataba de un derecho sólo por el simple hecho de ser familiar de ella.

Su madre las castigo y les dijo que se quedaran tranquilas, porque el puesto no sería de ninguna de ellas. Todas se enojaron con ella y dejaron de hablarle en su totalidad, hasta que la madre murió tiempo después, las hijas corrieron,  arrepentidas,  hacia el lugar donde su madre había muerto donde las había condenado en un hechizo que duraría para siempre y toda la eternidad.

El lugar en donde murió les dejó un hechizo que en ese lugar siempre iban a estar y que jamás morirán, las chicas no entendieron, hasta que amaneció y todas se transformaron en gatas, nadie entendía nada de lo que estaba pasando, trataron de huir en diferentes direcciones, pero, no importaban cuanto viajaban, siempre regresaban al mismo lugar.

Murieron de hambre un mes después de haber sido hechizadas, pensaron que eso sería el final y la solución de los problemas, pero no. Resucitaban como gatas, intentaron todas las formas posibles para poder matarse, pensando que existiría alguna manera, pero la madre de ellas había pensado en absolutamente todo, un castigo lento, duradero y eterno.

Samantha las había conocido muchos años atrás, unos pocos años antes de la muerte de Rose, su difunta prometida, ya que ese lugar le gustaba mucho a ella debido a el campo de flores que existía allí.

Samantha descubrió a las brujas, ya que en una ocasión se quedó dormida bajo uno de los grandes árboles con los que contaba ese espacio, cuando se levantó sintió un gran peso encima suyo y descubrió que cuatro jóvenes pelirrojas estaban acurrucadas en ella.

Samantha trató de levantarse de forma silenciosa, pero al pisar una rama, las cuatro chicas se levantaron y observaron con sorpresa a Samantha, las chicas contaron su historia y su constante sufrimiento, junto a las muertes repetitivas que constantemente tenían.

Al año, Samantha le pidió un favor a el esposo de Anne, quien le concedió el supuesto capricho, que en realidad era para las brujas pelirrojas que se lo pidieron, ella trajo consigo, un sirviente de la corte, a quien trasformó en un vampiro noble, ese era Philippe.

Él fue quien ha cuidado desde entonces a las brujas pelirrojas, por eso siempre que las chicas ven a Samantha, la tratan bien , ya que ella les dio un hogar y alguien que se preocuparan por ellas.

Por eso sintieron una impotencia al ver a la persona que las estuvo cuidando durante muchos años, herida y a Samantha llorando como nunca. Las chicas llevaron a Jaime a  un espacio que tenían libre para poder hacer el ritual.

-Escucha bien pequeño.- Habló la más grande de las hermanas.- En este momento te pasaremos todos lo hechizos y conocimientos con los que contamos, tienes que prometer que solo los usarás para el bien y no para provocar el mal, ¿Está bien?

-Si.- Todas las hermanas se le le quedaron viendo esperando más palabras por parte de él.- Lo prometo.

Las chicas se colocaron en un círculo y en medio de ellas estaba Jaime, expectante de lo que estaba por suceder , las hermanas comenzaron a bailar unas especie de vals con una serie de movimientos básicos, primero iban hacia delante con una mano extendida al cielo y la otra en dirección al piso, y después regresaban al mismo lugar con las manos pegadas hacia el pecho mientras cantaban una especie de canción de ópera.