Capítulo 67

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Elizabeth Evans estaba preocupada, no podía sentir por ningún lado la presencia de uno de sus más fieles amigos, Zev Williams, había desaparecido de la faz de la tierra, observó que momentos antes se encontraba peleando con su hijo Dan, pero él ya no se encontraba peleando con Zev, sino que estaba con un grupo de convertidos.

-¡Mátenlos!- Gritó Elizabeth Evans en un estruendo que hizo que los convertidos aumentaran su fuerza y resistencia.- ¡Mátenlos a todos!

Samantha observó como a base de uno de los gritos de su madre, los convertidos se transformaron en seres horrorosos, una especie de lobos pero color negros o café oscuro, con unos grandes dientes despostillados, con baba escurriendo por sus hocicos, con unos ojos similares a los que ponían los vampiros cuando olían un poco de sangre.

Samantha trató de aplicar su vieja estrategia con sus dos espadas, quienes se habían convertido en sus amigas a lo largo del combate, cortar el torso de los convertidos para después cortar su cuello y que se trasformaran en polvo, pero con estor convertidos trasformados era imposible, el pelaje que tenían no dejaban siquiera que traspasase a su piel.

Sus dos espadas se quedaron atravesadas en el lomo de unos de los convertidos, Samantha decidió retirarse, no podía resultar herida en ese momento, sabía que tenía que salir de allí, mientras corría observaba como Jaime estaba siendo cada vez más acorralado por convertidos y por la bruja, Leona Lewis.

Samantha saltó desde varios metros atrás y logró propinarle un golpe seco en la cara de Leona Lewis quien no había previsto eso, ya que estaba totalmente concentrada en Jaime Royal, quien había resultado ser un buen y difícil contrincante

Jaime agradecía el golpe que Samantha le había pegado a Leona, ya que estaba siendo abrumado por la cantidad de gente contra la que tenía que pelear, ya que los convertidos, que ahora parecían unos lobos, se habían convertido en blancos no tan fáciles, como lo habían sido en un inicio.

-¿Qué crees que estás haciendo?.- Leona Lewis vociferó mientras veía con unos ojos furiosos a Samantha.- ¡Estás interrumpiendo un combate por la supremacía de los brujos!

-Tus convertidos están peleando a tu lado para atacar también a Jaime.- Samantha tronó sus dedos de sus manos para relajarlos.- Pero ahora yo supliré a Jaime para que te diviertas un rato conmigo y podamos terminar lo que iniciamos en Vancouver.

Leona Lewis se elevó, no iba a cometer el mismo error de pelear a puñetazos limpios con Samantha, porque la última vez la había dejado malherida, así que mejor lanzaría hechizos desde arriba, Samantha solo se encargó de correr y esquivarlos, pero la última bola de fuego que Leona Lewis le lanzó le dio en el talón haciendo que cayera y terminara rodando para no hacerse daño, Samantha observó cómo su talón tenía carne fresca estaba al rojo vivo.

Samantha se levantó pero al intentar dar un paso, dolió y solo dejó el pie un poco alzado y sin recargarlo en el piso, Leona Lewis se reía, ese talón tardaría un poco en ser curado, ya que era un hechizo de bola de fuego, mezclado con ralentización de curación, una técnica que su clan le había enseñado años atrás y que pensó que nunca lo usaría, ya que las brujas no deben de estar involucradas en problemas entre vampiros, ya que los lobos eran sus enemigos naturales.

Pero en esta ocasión no servía, los lobos y vampiros quienes aparentemente eran enemigos, habían logrado coexistir y se estaban enfrentando a seres creados por maldad de otros. La regla de lobos contra vampiros había quedado obsoleta, como las cosas viejas que quedaban obsoletas en la sociedad actual.

Leona Lewis bajó un momento y disparó una simulación de cohete pirotécnico hacia el cielo con un gran estruendo, esa una señal que uno de sus convertidos tenía que acatar, era el convertido que en su vida humana practicó arquería y era muy bueno, Leona desvió su mirada un momento para observar que el convertido tenía en su arco ya tensado una flecha de plata que creo exclusivamente para Jaime.

EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora