Capítulo 62

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-¿Está todo listo?.- Preguntó Elizabeth Evans mientras observaba a través de una pequeña ventana como comenzaba a amanecer, el sol anunciaba un nuevo día.

-Así es.- Bruno Evans miraba como Anne estaba dormida en forma de loba y la señalaba.- ¿Qué pasará con ella?

-No sé que pasará con ella, su vida no está entre mis objetivos.- Elizabeth le daba una última mirada con sus orbes azules.- Pero no pretendo soltarla, se quedará aquí hasta que alguien la encuentre.

Elizabeth y Bruno Evans, subieron unas escaleras llegando a la cocina del lugar en donde tenían encerrada a Anne, en ese lugar estaban los líderes esperando por la señal que fue dada por Elizabeth Evans mientras asentía la cabeza.

En ese momento se levantó una compuerta de algún cuarto subterráneo de la casa, donde comenzaron a salir a brotes, bastantes convertidos, personas que habían sido vueltas vampiros por Samantha Evans y trasformados por Zev Williams en convertidos, sin duda una máquina de producción.

Anne se había levantado al escuchar muchas pisadas dirigiéndose hacia un lugar en específico, observó desde una rendija de la ventana que daba hacia afuera, muchas sombras y pisadas, si esas eran las personas que estaban en ese lado, los chicos tendrían que tener cuidado.

Se había cansado de pelear, durante todas las horas que llevaba en la jaula, sus extremidades, habían estado curándose de forma constante y lenta, tan pronto se cerraba una herida se abría otra.

Samantha miraba a través de la ventana dándose cuenta de que ya había amanecido y sintió las presencias de sus hermanos a unos cuantos kilómetros, agradecía tener contactos en el gobierno que le debían favores, para poder hacerse cargo del asunto que sus hermanos habían decidido hacer, ya que, hubieran tenido que mudarse de Vancouver, evitando a la seguridad.

Stefan venía con ellos, podía sentir su presencia también, sabía que llegarían en unos minutos, se preguntaba si Sergey, Joseph y el resto de la junta de lobos vendría a apoyar, Ezequiel estaba en Vancouver, Samantha sabía que Ezequiel podría morir en la guerra, los lobos son duraderos debido a su gran poder de recuperación, pero si están constantemente regenerándose, sufren una sobrecarga que hace que pierdan la conciencia, y en los peores casos, la vida.

Jaime no perdía el tiempo, trataba de fijarse cuales serían los encantamientos, y maleficios que soltaría en el campo de batalla, las memorias que la madre de las brujas pelirrojas era como una especie de catálogo, con muchas indicaciones específicas al igual que casos beneficiosos o contradictorios.

Sabía que existía la posibilidad que en la batalla existieran más hechiceros en el campo de batalla, pero pero algo que controlaría sus nervios o incluso, su ansiedad, era saber el número al cual se enfrentaría, pero aparentemente, ni siquiera Samantha sabía cuantas  personas habría en el enfrentamiento.

-Deja de caminar tanto.- Philippe le dijo mientras Jaime se observaba confundido y un poco molesto.- Pone nerviosas a las niñas.

Jaime observó hacia el piso mientras escuchaba los ronroneos de las gatas que estaban acostada en el piso, o caminando nerviosas por la constante y repetitiva acción que hacía de forma inconsciente.

-Discúlpenme-. Dijo Jaime mientras las miraba-. Estoy un poco nervioso, traten de entenderme.

Todas las gatas comenzaron maullar, llamando la atención de Samantha quien entró corriendo a a cocina en donde estaba Jaime y Philippe. Samantha tenía un rostro despreocupado; al ver que Philippe y Jaime estaban bien, la gata más vieja de toda se acercó maullando y Samantha la tomó en brazos.

 La levantó y la colocó en sus piernas mientras acariciaba el grueso pelaje que tenía, llenándose de pelos en su camisa y pantalón, pero no le importó, hacerlo la desestresaba de la situación que estaban pasando. 

EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora