Capítulo 75

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Jaime se sentía agotado, física y mentalmente, las responsabilidad que recaía sobre sus hombros de cuidar a seis niños que edades no oscilaban arriba de los diez era algo pesado, pero era una responsabilidad como las que había tenido la última semana.

Muchos sucesos mágicos comenzaban a ocurrir alrededor del mundo y Jaime tenía que acudir a intervenir, normalmente era rozes que los clanes mágicos presentaban, pero era tedioso que dos o tres de esos incidentes se presentaran diariamente.

"Y es solo el comienzo Jaime".- Se repetía constantemente Jaime cuando uno de estos eventos eran visto en su radar.

-Jaime.- Gregory jalaba la manga de Jaime para que el mayor le hiciese caso.- Tengo hambre.

-Te prepararé algo.- Jaime se levantó en dirección a la cocina mientras el pequeño le seguía de cerca.- ¿Qué es lo que quieres?

-Un sandwich estaría bien.- Gregory se talló los ojos mientras bostezaba por el sueño que había sido interrumpido por el hambre que también sentía en ese momento.- Gracias por preocuparte por nosotros, lo digo en serio.

-No hay nada que decir.- Jaime le dijo mientras embarraba un poco de mayonesa en el pan que usaría para el sandwich de Gregory.- Soy su mentor ahora, y es mi deber cuidarlos.

-Gracias.- Dijo Gregory mientras lo abrazaba.

Jaime era una persona un poco arisca con la gente, pero el abrazo que Gregory le dio se sintió reconfortante, Jaime no lo alejó, le entraron unas repentinas ganas de llorar que alejo de forma inmediata, no quería dar explicaciones al pequeño, ya había terminado el pequeño sándwich que le entregó a Gregory en un plato en la mesa.

Gregory se sentó en la mesa mientras Jaime le servía un vaso de agua de jamaica que había preparado horas atrás y quedaba un poco en el refrigerador dentro de una jarra de plástico.

-Días atrás.- Empezó a hablar Gregory una vez que Jaime se sentó a su lado.- Nuestro líderes nos prepararon para quedarnos con un líder del cual nunca habíamos escuchado, "Jaime Royal", el único que había logrado derrotar a Leona Lewis, ahora teníamos que acompañarlo por el resto de nuestra existencia, no sabemos si es buena persona o si es un tirano, pero tienen que hacerlo por respeto, eso fue los que nos dijeron a todos los chicos que estamos aquí.

Jaime esperó a que Gregory terminase su sándwich, lavó los trastes que el pequeño usó y apagó las luces de la cocina y observó el reloj eran las 12 de la noche, si realmente era a penas la medianoche y su cuerpo estaba tan cansado, significaba que cuidar de esos pequeños era cansado.

Su celular comenzó a sonar, era Tyler Evans quien le llamaba Jaime respondió después de tres tonos, Tyler lo estaba invitando a ir a un pequeño bar, no tan alejado de ahí,pasaría por él. Samantha se quedaría cuidando a Jonathan que si se podían quedar en su casa para cuidar de los seis niños y cuidar también a su hijo.

Jaime le dijo que estaba bien, tomaría unos cuantos tragos para relajarse, le dejaría a Samantha las llaves de la casa debajo de la maceta de flores que tenía su abuela para ocultar las llaves de la casa.

Jaime subió a la habitación en donde estaban los niños y se asomó por la puerta viendo gracias a la luz que el pasillo le proporcionaba, los niños estaban dormidos, como las posiciones que había observado Jaime que ellos tenían por la última semana.

Jaime tomó las llaves de la casa y otras que tenía de repuesto, dejó las de repuesto debajo de la meceta de su abuela y esperó en el portal de su casa a que pasara Tyler Evans por él, ya que era lo que él le había dicho.

EL aire frío de la media noche se instalaba en el pecho de Jaime que estaba cubierto por una cazadora de cuero oscuro, el carro que Tyler estaba manejando, estaban adentro todos los chicos, no estaba Anne, posiblemente se quedaría en su casa, la iría a visitar al rato.

EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora