Capitulo 35

1K 89 2
                                    

Después de que Sergey estuviera listo, tanto él como Joseph bajaron a donde estaban todos, desayunando en el comedor, Sergey se sentó en donde había una silla libre, y Samantha anunció una vez de que todos estaba sentados en el comedor.

-Hoy nos iremos a Miami.- Anunció con mucha emoción Samantha 

-¿Hoy?.- Anne preguntó.- ¿Tan pronto?

-Si, espero que el piloto de  Sergey pueda llevarnos hoy.

-Supongo que el vuelo será largo.- Dan habló mientras le daba un trago a su café tibio.- ¿Cuánto tiempo será de vuelo?

-Le pregunté ayer a mi piloto privado.- Sergey tomó su celular y buscaba el mensaje del piloto.- Según él será un viaje de siete u ocho horas de duración.

-También tenemos el hangar reservado para el vuelo, para no atrasar la duración del viaje.- Joseph habló mientras observaba como la cafetera preparaba café.- Lo reservé para una semana.

-¿A qué hora nos iremos?.- Preguntó Jonathan mientras hablaba con la boca llena.

-No comas con la boca llena.- Lo regañó Samantha.- Es de mala educación.

-Perdón.- Jonathan tragó la comida que traía en la boca.- ¿A qué hora nos iremos?

-Estaba pensando en irnos a la una de la tarde.- Todos voltearon a ver el reloj y se dieron cuenta de que eran las nueve de la mañana.- Para que nos de tiempo de arreglar nuestras maletas.

-Pero asegúrense de no poner demasiadas cosas en las maletas.- Joseph habló consiguiendo la atención de todos.- El clima es diferente al frío que hay en Miami, así que lleven agua y ropa cómoda y delgada.

-No queremos que las vacaciones en Miami sean en el hospital.- Samantha retomó el argumento de Joseph.- Por favor.

Después del anunció se sentaron a desayunar y tomar café, mientras Joseph elogiaba a Anne por el desayuno , observó que Sergey sólo tomaba café y se comió una pieza de pan que engullía de manera lenta. Joseph después de comer, se puso a lavar los trastes y observó como todos se comenzaban a levantar para llevar sus actividades a diario.Todos se despidieron de los dos, ya que ellos en ese momento no tenían ningún trabajo al cual asistir.

Joseph terminó de lavar los trastes con cuidado, por la ropa que traía y buscó en donde estaba Sergey, buscó por toda la planta baja, accedió a la sala de estar, el estudio en donde había unas pinturas de Ezequiel Dallas, de al menos unos dos siglos de antigüedad, entró también a la pequeña biblioteca con la que contaba la casa, pero no encontraba a Sergey por ninguna parte.

Subió por las escaleras en donde observó fotos de Anne Dallas creciendo de manera sucesiva, desde que era una pequeña bebé, hasta ahora, era fotos conmemorativas, de posibles fechas importantes que quisieran recordar, ya que una foto es una parte del recuerdo capturado en una cámara.

Se decidió por buscar en la segunda planta de la casa, en donde estaban las habitaciones de Anne, Samantha y de Ezequiel, cosa que observaba era que este piso, a comparación de el piso en donde Sergey y él se estaban, que había más polvo, posiblemente era por las personas que estaban en el piso o por que en la planta superior había más polvo.

-¿Me buscabas?.- Una voz resonó en el pasillo del segundo piso.

-Jesucristo.- Joseph me llevó un susto y respiró con la mano en el pecho.- Me asustaste.

-Bueno yo diría que en este momento.-Sergey se pegó al cuerpo de Joseph.

La diferencia de ambos era de 10 centímetros, por lo que cada vez que Sergey quería ver a Joseph tenía que bajar un poco la vista, y cuando Joseph quería hablar con él, el tenía que alzar su vista.

EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora