Capítulo 79

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Samantha había llegado a su librería y tenía a los niños estudiando en la sala de descanso, se alegraba de que ahora Jonathan ya tenía amigo con los cuales jugar, y todos se querían como hermanos, le agradecía a los brujos tatuados que llegaron de la nada a la cocina de Jaime quien me contó esto.

Estaba explicándole a un joven por las diferentes presentaciones que un título que buscaba tenía, el joven buscaba la versión más cara, posiblemente para algún regalo que quería hacer, yo desconocía, no era mi problema, así que recordé que en bodega tenía una presentación con una taza y el libro de edición especial con la cubierta dura.

"Fíjate en el sujeto que no vaya a robar nada".- Le dijo Samantha telepáticamente a Stefan que estaba en el mostrador dormitando pero se levantó enseguida.

Samantha se  dirigió al pequeño sótano que tenía el negocio en donde había instalado una bóveda fría para la conservación de libros viejos o difíciles de encontrar, sacó la presentación que pensó y observó uno de los libros que había escrito para Rose años atrás pero que no le logró entregar, regresaría a ver que cosas había escrito, muchas veces su mente bloqueó muchas cosas relacionadas con su vida amorosa de hace años, ya que si lo hacía, tendía a refugiarse en el alcohol para olvidarlo.

Ella regresó  para ver al sujeto quien parecía estar entretenido observando las portadas de varios títulos con los que contaba un estante repleto de libros de ciencia ficción, mientras  él  llenaba su pequeña cesta con varios de esos títulos. El noven se acercó una vez que vio que Samantha regresó de el lugar en donde tenía las presentaciones.

-Lleva muchos títulos de ciencia Ficción.- Le dijo Samantha mientras pasaba los códigos de barras por el lector de la computadora y le comentaba una de las ofertas permanentes.- Cada tres libros, el cuarto va gratis.

-Llevaré estos cuatro, gracias.- El chico seleccionó varios títulos relacionados con hombre lobos, así que Samantha decidió preguntarle sobre eso.- ¿Usted cree que esos seres existan en la vida real?

-Yo creo que sí.- Samantha sonrió mientras metía todos los libros en una bolsa.- Siento que son como los osos polares, uno sabe que existen aunque nunca ha visto uno.

Samantha rió ante la comparación del joven mientras recibía el porte exacto y despedía al joven que le había comprado la edición especial junto a cuatro libros más, Stefan salió de la librería y Samatha le encargó que comprase comida  para alimentar a todos los niños de Jaime, a su hijo, a él y a ella.

Anne se había quedado en cama, decía que se sentía mal y no quería regresar a trabajar, a pesar de los regaños de Ezequiel, diciéndole que ya no era una cría para seguir teniendo ese tipo de actitudes infantiles, ella lo ignoró y le cerró la puerta en la cara haciendo que Ezequiel saliera furioso de la casa para dirigirse de mal humor a su trabajo en un bar.

El celular de Samantha comenzó  a sonar por lo que Samantha respondió al segundo tono de la llamada escuchando la voz feliz de Noa, cosa que le sorprendía a Samantha ya que sabía que Noa odiaba las mañanas con toda su alma.

-Samantha necesito saber algo.- Le dijo Noa mientras ella se revisaba las uñas con el celular siendo agarrado con su hombro.- ¿Qué pasó con Ian Johnson?

-Lo maté.- Dijo Samantha mientras apretaba sus dientes y Noa entendió por que quería información de él.- Quiso herir a Anne y lo terminé matando por eso quería sabe si no iban a existir represalias.

-Un tipo llamado Martín Norome me pagó trece mil para saber por el paradero de Ian.- Noa se quedó pensando por ese asunto de trabajo que podía interrumpir su amistad con Samantha.- Como está muerto me pidió nombres, así no sé si dar el tuyo, ya era importante.

EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora