Capítulo 80

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Noa se comenzó a reír mientras abrazaba a Tyler, lo único que separaba a ambos era la frazada de la cama de él, el celular de Noa comenzó a sonar, lo había dejado en la mesita de noche a un lado de la puerta, Noa se levantó mineras tomaba la frazada y le cubría para llegar ya agarrar el teléfono.

Tyler solo se dedicaba a admirar, por que no existía otra palabra para lo que estaba haciendo en ese momento, a la persona que estaba delante suya, quien se veía reflejada por la etérea luz que el sol del atardecer le brindaba, y Noa se veía espectacular, si Tyler le tomara una foto, parecería la de una sesión de fotos por lo bien que se vería.

-Bueno.- Respondió Noa a otro número extraño que había estado llamando en varias ocasiones durante la tarde, pero estaba dormida y silenció su celular después de la primera llamada ya que no quería ser molestada.- ¿Quién habla?

-Buenas tardes, soy del cuerpo local de la policía de Nuuk, de Groenlandia y vemos que Martín Norome fue la última persona que habló y revisamos su celular que no tenía contraseña y el último depósito es también de usted, Noa es su nombre , ¿verdad?

-Así es, es un cliente mío.- Tyler observaba como el lenguaje corporal de Noa le indicaba que estaba nerviosa, pero su tono de voz parecía firme como siempre.- ¿Qué le ha pasado?

-Alguien lo asesino.- Vaya que la policía parecía decir las cosas de forma muy galante.- ¿Conoce usted algún familiar del señor?

-NO, desconozco.- Noa rascó su rostro con las yemas de sus dedos mientras sentía el sudor frío recorrer su frente.- Hoy mismo me habló, compró pagó y me colgó.

-Entiendo.- La persona que era supuestamente del cuerpo oficial le colgó sin siquiera que dejar que Noa respondiera.

Noa se quitó el celular de la oreja  mientras miraba por la ventana, revisó su bandeja de mensajes y observó que le llegó un depósito por mil dolares, observó que el correo que le llegó era de un sujeto anónimo que buscaba por el paradero de Martín Norome, algo extraño estaba ocurriendo, así que le escribió lo que le acababa de decir el supuesto cuerpo oficial que le había hablado momentos atrás y dejó su celular.

Noa tomó sus cosas y comenzó a vestirse bajo la mirada de confusión de Tyler quien no entendía por que Noa se miraba más preocupada de lo normal ni la velocidad en la que ella se estaba vistiendo.

-Tengo que ir a ver a Jaime.- Noa le dijo una vez que terminó de vestirse y se acercó a darle un beso en la mejilla- Tengo que ir a Nuuk, tengo cosas que resolver.

-¿Quieres que te acompañe.- Tyler lo dijo más que nada por educación, el problema era que su padre estaba en Groenlandia y no sabía que había sido de él hace muchos años.- Puedes necesitar ayuda.

-Con Jaime estaré bien.- Noa pensó que Tyler no estaba pensando en su padre y quería ir a ayudarla, pero sabia que se podría ayudar perfectamente con el brujo supremo, Jaime Royal.

Noa se dirigió corriendo hacia la cafetería Royal en donde pensaba que estaría Jaime Royal, agradecía que ya estaba comenzando a oscurecer permitiendole activar una de las habilidad de Tyler que era su amo, la súper velocidad.

Jaime estaba en la cafetería Royal atendiendo tres grandes pedidos , dos cenas que parecían ser cumpleaños y otro cumpleaños de niños pequeños de la edad de sus ahora niños, y venían alguno de los niños con uniformes de alguna primaria, él metería a los niños hasta dentro de unos dos o tres años pero los metería a secundaría aunque serían más chicos que el resto de los estudiantes de primer año de secundaria.

Quien lo ayudaban en ese momento eran dos de los hermanos Evans, Dan y Dylan y Stefan Evans, quien por petición de Samantha fue a ayudar a la cafetería Royal que tenía muchos pedidos, tendría también que pedirle ayuda a Tyler pero hoy era su día libre.

EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora