Capítulo 50

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Anne se encontraba en un poblado llamado Esso en la península de Kamchatka, en donde Margaret le había dicho que encontrarían al mago que era amiga de ella, en este momento estaba en saliendo de la casa de Sergey en donde se estaba hospedando, observando un cuadro de una pintura de ella, que le acababa de regalar.

Preguntó a varias personas, por un restaurador de pinturas, ya que la pintura tenía una pequeña mancha gris en la zona de el cuello, lo más sorpresivo es que era una pintura de ella, pero que tenía al menos unos trescientos años de antigüedad, pero el marco estaba un poco apolillado y húmedo por que se encontraba guardado.

La razón por la que el hombre se la entregó fue por que al terminar de dar su diagnóstico, observó con detenimiento a Anne y luego corrió hacia una puerta, se oyó como removía sus cosas y le entregó a Anne la pintura con mucho entusiasmo.

Tocó la puerta de una cabaña en donde le abrió un joven que tenía un mandil lleno de manchas de pintura, el joven la invitó a pasar, al verla con una pintura pesada en las manos y la ayudó.

-Hola.- Anne pasó un mechón de pelo y lo pasó por detrás de su oreja mientras hablaba.- Vengo a cambiarle el marco a esta pintura.

El joven tomó la pintura, observó que la propietaria era idéntica a la mujer de la pintura, y que además tenía antigüedad y buenos acabados, el marco era realmente pesado, así que lo colocó en una mesa mientras observaba la pequeña gris que tenía la pintura.

-Claro que sí, tengo que evaluar la pintura y luego le colocaré el marco.

El restaurador tomó la pintura ay la llevó a su estudio para evaluarla, era realmente pesada para los delgados brazos del joven.

La colocó envían mesa gigante que tenía, para después colocarla, y evaluarla; en el típico gesto que siempre hacia, cruzar sus brazos y observar.

Para el joven, era sorprendente que la mujer de la pintura era muy similar a la mujer que acababa de entregarle la obra de arte que tenía en sus manos, un fino trabajo por cierto.

El marco estaba apolillado, estaba sucio y húmedo, comenzó a buscar un marco similar, entre los que tenía para poder hacerle unos retoques y colocarlo en la pintura.Le quitó el marco apolillado y observó que tenía una especie de espacio entre el marco y la pintura; con varias cartas y bocetos de la misma chica.

El joven no abrió las cartas y guardó los bocetos para entregárselo a la chica que había tenido, por que ella era la dueña de dicha pintura.

Terminó de ajustar el marco para clavarlo con tachuelas para no dañar la estructura de la pintura con muchos detalles, dejó secar un momento el pegamento que tuvo que aplicar para pegar el marco con la pintura, después de eso el joven con un toalla limpió el exceso y dejó la pintura en la mesa.

El joven observó que Anne seguía esperando por el marco de la pintura entonces procedió a acercarse a ella para entregarle las cartas mientras esperaba que quedara el marco del cuadro bien ajustado y pegado a la pintura.

-Hola.- El joven seguía con su cómodo mandil lleno de manchas de pintura de diversos colores.- ya quedó la pintura con el marco nuevo pero encontré unas cosas que estaban en un espacio entre la pintura y el marco.

-¿Espacio?.- Anne preguntó confundida mientras observaba las manos del joven con unas cartas y unos dibujos.

-Tenga.- El restaurador le entregó los bocetos y las cartas que le correspondían.- Esto estaba entre el espacio, sólo observé los bocetos.

-Gracias por dármelo.- Anne analizó con delicadeza las cartas que parecían antiguas.- ¿El cuadro ya está listo?

-En unos momentos en cuanto el pegamento se seque, le daré el cuadro de inmediato, supongo que viene de visita.

EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora