| Mi Asesina | Saga Cuervos #1

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-Imagen de Beatriz ⬆-

El sonido del fastidioso timbre de la escuela le saco de su ensimismamiento... se fijo en el dibujo que insconscientemente hizo... otra vez.

Desde muy pequeña, sus cuadernos escolares nunca estuvieron inundados en letras y ejercicios matemáticos. Lo único que dominaban sus cuadernos eran dibujos del que nunca sabia de su extraña procedencia, simplemente sabia que su lápiz se movia como si tuviese vida propia. A raíz de eso se llevo miles de regaños a través de su corta vida... ¿que aprendio de esto? Siempre llevar un cuaderno extra para tomar "notas".

Todos empezaron a retirarse del salón. Despues del receso tenia dos horas libres debido a que la profesora de química no se había presentado... según entendió, estaba indispuesta.

Guardo sus cosas con lentitud debido a que nadie le estaba apurando ni nada por el estilo. El profesor de historia salio sin darle importancia a su presencia en el aula. Termino de meter su ultimo cuaderno en el bolso, dejando el cuaderno de dibujo fuera y los audífonos conectados al bluetooth de su teléfono.

Se coloque uno de ellos y salio del salón guardando el otro en mi bolsillo.

Por suerte su casillero queda a pocos metros del salon. Lo abrío y metío todo lo que no necesitaba... y al cerrarlo, un grito le asusto.

-TRIZ! AL FIN SALES.

"Maldita mujer" pensó.

suspiro pesadamente.- Dime, Caro...

-Te digo. Tu cumpleaños numero dieciocho es mañana y estuve planeando una fiesta en mi ¡casa!.- daba saltitos de emoción, ella no le veía importancia.

-¿Y?.

-Como que ¿Y?... que tienes que ir lo mas guapa posible! Apartir de mañana seras mayor de edad!.

-Claro... como no vives con mis padres, para ti es fácil decirlo.- empezo a avanzar a la cafeteria, camino arrastrando los pies mientras Carolina se cambia de posición a cada rato.- PODRIAS QUEDARTE QUIETA?! Me mareas!...

Se queda quieta.

-Lo siento...- empieza a caminar cabizbaja a su lado izquierdo.- Como te decía... sera en mi casa, ya que mis padres salieron de viaje y la tengo a mi disposición.

-Me parece bien.- ingresaron a la cafetería. Se sente en una de las mesas desocupadas y Caro fue por el almuerzo de ambas.

Era una maldita interesada. Solo se junta ella ya que era la mas solicitada en aquel puto colegio. Pero su personalidad lo pone todo muy difícil...

Volvío a ver el dibujo que hizo hace unos momentos. Era un lobo... atado a cadenas, tratando de liberarse de las misma. Desde que tenia uso de la memoria. Siempre son lobos, en distintos escenarios. Aullando, corriendo, llorando, agonizando.

-Hey... tierra llamando a Triz.-entro en realidad.- Oye, porque tan perdida? Otra vez dibujaste lo mismo... eso pensé.

-Podrias callarte la maldita boca?.- dijo entre dientes.

-Calmada fiera... no tienes que...- se levanto de un salto de su asiento para tapar su boca con su mano.

-Dije, que te callarás.- asintió frenéticamente y volvío a su posición.

Miro su comida. Pastel de carne con puré de papas... lo único bueno en aquella cafeteria. Empezo a comerll como si no comiera desde hace días.

Carolina le mira extrañada.

Carolina Rivera... una mexicana de intercambio que aprendió el ingles por obligación. Cabello castaño, piel algo morena, ojos aguamarina con destello verdosos azules y marrones, cuerpo perfecto... una belleza andante. Aun no entendia porque le seguia siempre, si era tan hermosa como para tener miles de pretendientes.